Usted está aquí: domingo 12 de noviembre de 2006 Economía Sinaloa le apuesta al turismo: revive Cosalá y centro histórico de Mazatlán

Busca recuperar su sitio entre los primeros destinos del país

Sinaloa le apuesta al turismo: revive Cosalá y centro histórico de Mazatlán

MIRIAM POSADA GARCIA

Mazatlán, Sin. Sinaloa tiene dos "joyas" turísticas con las que pretende recuperar su sitio entre los primeros destinos del país y afianzarse en el mercado de Estados Unidos y Canadá: el Pueblo Mágico de Cosalá, enclavado en la sierra, al que en menos de un año le han invertido alrededor de 40 millones de pesos, y el Centro Histórico de Mazatlán, al que le han dedicado cerca de 32 millones de dólares. El primero busca convertirse en el décimo Paisaje Patrimonio de la Humanidad, y el segundo en Puerto Patrimonio Mundial.

Cosalá, cabecera municipal de la principal zona minera de la entidad, fue declarado Pueblo Mágico hace un año porque se trata de una comunidad enclavada en la sierra sinaloense, entre Culiacán y Mazatlán, en la que a simple vista no hay nada más que plantas, cerros y curvas, pero que de pronto da la primer sorpresa con la imagen de la presa José López Portillo, que aparece de pronto como un oasis.

Hoy, Cosalá está a hora y media de Mazatlán por carretera. Pero en 1531, en tiempos de los tepehuanes, acaxees y xiximies, al parecer era inaccesible, situación que cambió en 1562 cuando se fundó y de ahí en adelante, hasta 1831, fue la principal fuente de extracción de plata y oro de la región.

De aquí salió el gobernador del estado de Occidente, conformado por Sonora y Sinaloa, Francisco Iriate Conde, quien logró separar a estas entidades; y también es cuna del compositor Luis Pérez Meza autor de El Barzón, entre muchos otros temas.

Los méritos históricos y culturales de Cosalá le merecieron en el año 2000 la declaratoria de Zona de Monumentos Históricos por lo que se convirtió en parte del Patrimonio Histórico de México; en 2004, consiguió ingresar a la lista indicativa para ser Patrimonio de la Humanidad, y ahora acaba de entregar a la UNESCO la documentación para convertirse en Paisaje Cultural de la Humanidad; de lograrlo, sería el segundo en México después de Tequila, Jalisco, y el décimo en el mundo.

Pero cuando se acabó la minería fue necesario buscarle otra vocación a esta tierra, y se optó por el turismo, explicó la presidenta municipal de Cosalá, Francisca Corrales, quien explicó que al convertirse en Pueblo Mágico "se abrieron las puertas de los tres niveles de gobierno y de empresas para hacer crecer el proyecto, pero además pasamos del discurso a la realidad, porque aquí no se ha contratado obra, toda la comunidad se ha involucrado, son los que están trabajando en los desarrollos y los que están invirtiendo".

Así, explicó, en un año se han invertido alrededor de 40 millones de pesos en infraestructura urbana, que incluye el ocultamiento de cableado eléctrico y telefónico, electrificación de comunidades, cambio de luminarias, remozamiento de iglesias, introducción de agua potable y drenaje nuevo y la rehabilitación de un aeropuerto para recibir aviones de hasta 12 plazas, entre otras.

Mientras que en la parte de servicios turísticos, Cosalá está desarrollando el concepto de hoteles pequeños y hosterías, que son las casonas propiedad de familias del pueblo que se han metido a inversionistas turísticos y que ofrecen espacios de 8 ó 10 habitaciones, algunos hasta con albercas.

Y en una faceta poco conocida de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) este Pueblo Mágico ha conseguido financiamiento para dos desarrollos turísticos: el de Vado Hondo, que consiste en una tirolesa que cruza siete cascadas, y el de San José de las Bocas, en donde está la presa para practicar la pesca deportiva o amateur, todo esto operado por las propias comunidades.

Rescate del Centro Histórico

El rescate de centros históricos es una tendencia mundial, ocurrió en el Distrito Federal, en Cuba y es una constante en las ciudades europeas y estadunidenses. Por eso, al de Mazatlán se le han dedicado alrededor de 32 millones de dólares, casi en su totalidad de origen privado, explicó el empresario y promotor del proyecto, Alfredo Gómez Rubio.

El modelo, explicó, se finca en estrategias de remodelación, pero sobre todo de urbanismo y administración estadunidenses, por ser las más prácticas y convenientes para esta ciudad. Se busca, dijo, recuperar la calidad de vida del centro, impulsarlo como un punto de referencia turística, cultural e inmobiliaria y darle valor agregado a Mazatlán, puerto del que los mazatlecos se enorgullecen en decir que se trata del único que tiene centro y malecón con playa.

Los 32 millones de dólares invertidos son de empresarios y ciudadanos mexicanos y estadunidenses que han reconstruido edificios en el corazón del centro, proyecto que pretende abarcar 180 manzanas en las que se encuentran 479 edificios con valor histórico.

Por eso, detalló Gómez Rubio, se pretende que Mazatlán sea declarado Puerto Patrimonio de la Humadidad, lo cual se sustentará con el legado que se ha acumulado a lo largo de los siglos en que el puerto fue la única forma de introducir productos provenientes de lugares tan remotos como China, aunque también la vía para sacar la riqueza explotada en las minas de oro y plata de la entidad.

 
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