Cumple 40 años como entrenador de marcha en México
Triste panorama pronostica Jerszy Hausleber rumbo a los JO de Pekín
El profesor Jerszy Hausleber se mofa cuando recuerda el comentario que le hizo uno de sus famosos alumnos de caminata hace muchos años. "Yo no voy a ser entrenador porque no quiero estar jodido como usted''.
No revela el nombre, pero el gusto que le da al mexicano de origen polaco es haber cumplido 40 años con la profesión que ha aportado seis de las nueve medallas olímpicas al país que lo adoptó, y ahora se dedica a dar cursos de capacitación en el Instituto de Desarrollo Deportivo para Entrenadores de Alta Competencia (IDDEAC) en la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme).
Con la ayuda de un bastón, a sus 76 años de edad y sin perder el buen humor que lo caracteriza, Hausleber se da por satisfecho que todavía lo consideren "un maestro'' para aportar sus conocimientos en el atletismo, principalmente en la marcha que fue lo que lo trajo a México en 1966.
Señala que aunque la mayoría de los entrenadores nacionales han sido ex deportistas, no tienen la capacitación suficiente para estar en igualdad de condiciones con atletas de alto nivel, como en el pasado, en el que hubo estrategas empíricos que hicieron escuela como Mario Tovar, en clavados.
El reconocido como "padre de la caminata" muestra su desacuerdo con aquellos deportistas que se hacen preparadores por el simple hecho de que no trascendieron, y eso en gran parte afecta el desarrollo deportivo del país, ya que cuentan "con la bendición de las federaciones y están chambeando y cobrando.
"Para ser entrenador hay que tener vocación y más en un país donde el deporte es promovido con los Juegos Olímpicos, Centroamericanos, Panamericanos y Mundiales, y máxime cuando se gana una medallita, más por suerte que por otra cosa.
"Mucha gente paga impuestos (para el deporte) y tiene derecho a exigir resultados para ver a sus héroes e ídolos, y gran parte de ese trabajo tenemos que hacerlo nosotros porque es un compromiso'', puntualiza el ingeniero naval.
De cara a las citas que se avecinan con el cambio gubernamental en el deporte, en el que habrá dos ciclos olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012), Hausleber sólo comenta sobre la especialidad que domina:
"Veo un panorama no muy alegre, más bien triste. Se requiere de un trabajo bien organizado entre todas las instituciones y si tenemos suerte, con chance se gane una medallista que nos dé satisfacción y no pasar vergüenza'' en la justa inglesa.