Usted está aquí: martes 7 de noviembre de 2006 Sociedad y Justicia En el sexenio foxista se reforestaron 1.2 millones de hectáreas: Luege Tamargo

Se cumplieron "la mayoría" de las metas, sostiene el titular de la Semarnat

En el sexenio foxista se reforestaron 1.2 millones de hectáreas: Luege Tamargo

Diferente, reforestar que perder el bosque nativo, contradice funcionario de la ONU

ANGELICA ENCISO L.

Para el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José Luis Luege Tamargo, se han cumplido "la mayoría" de las metas previstas para este sexenio en materia ambiental, y aseguró que entregará cuentas claras y un balance positivo.

Entre los "grandes" logros que presumió el funcionario ayer, durante la presentación del libro Gestión ambiental en México, en el que se hace un balance del sector en los últimos seis años, está la reforestación de 1.2 millones de hectáreas y la siembra de 300 mil árboles más con el Programa de Plantaciones Forestales.

Sin embargo, el director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en América Latina y el Caribe, Ricardo Sánchez, precisó que no es lo mismo "reforestar" con plantas que perder el bosque nativo. Dijo que hay que reconocer que hubo una disminución en la deforestación, pero aún es importante. Aseveró que en México se pierden 800 mil hectáreas al año de cubierta forestal, aunque antes eran 1.2 millones de hectáreas.

La Comisión Nacional Forestal, organismo desconcentrado de la Semarnat, ha sostenido que la deforestación es de 234 mil hectáreas, mientras que al comienzo de la administración se hablaba de 1.2 millones de hectáreas.

Durante su participación, Ricardo Sánchez se refirió también al caso del manglar, sobre el cual "en la Semarnat se trata de cambiar la norma, pero en su protección también tiene que ver el ordenamiento ecológico del territorio".

Agregó que en México se han dado avances en la gestión ambiental, pero falta mucho por resolver. Advirtió que aún hay importantes sectores que quieren utilizar el medio ambiente para privatizar sus beneficios y privilegiar sus intereses económicos por encima de los ambientales. Se refirió a los casos de los talamontes y a que la tala clandestina tiene volúmenes importantes.

Dijo que para preservar los recursos naturales debe haber un ordenamiento ecológico del territorio riguroso y con disciplina en su cumplimiento por los tres niveles de gobierno.

Por su parte, Luege Tamargo dijo que del ordenamiento ecológico del territorio depende en gran parte el futuro de la gestión ambiental en el país, ya que el crecimiento sin planificación disminuye el gran potencial con que cuenta en materia de riqueza naturales.

En su turno, Susana Marceleño Flores, representante del consejo consultivo para el desarrollo sostenible, sostuvo que el libro refleja que para la administración actual fue prioritario asegurar la conservación. Dijo que en el apartado de los humedales costeros se aborda la situación actual y la necesidad de proteger los manglares.

 
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