Blair se declara en contra de la pena de muerte; Italia y Francia rechazan la ejecución
Autoridades retrasan la solicitud de apelación, se queja la defensa de Hussein
Bagdad, 6 de noviembre. La defensa del ex presidente iraquí Saddam Hussein acusó hoy a las autoridades iraquíes de retrasar deliberadamente la solicitud de apelación por la condena a muerte decretada por el Alto Tribunal Penal (ATP).
El jefe del equipo de defensa del depuesto mandatario, Jalil Duleimi, señaló que debido a una "procrastinación deliberada" por parte del tribunal, no será posible presentar la solicitud de apelación antes de cinco días.
En todo caso, Hussein, sentenciado a morir en la horca por su implicación en la matanza de 148 chiítas en la aldea de Dujail en 1982, se enfrenta al proceso de apelación automático, previsto para las condenas a muerte o a cadena perpetua.
El fiscal general del ATP, Jaafar Mussaui, afirmó que Hussein sería ejecutado hasta enero o febrero de 2007 como mínimo, ya que el proceso de apelación no está limitado en el tiempo.
Hussein, derrocado en abril de 2003, un mes después de iniciada la invasión de Estados Unidos y Gran Bretaña, deberá sentarse mañana de nuevo en el banquillo de los acusados junto a seis de sus subalternos para responder de la acusación de genocidio contra los kurdos en la campaña militar Anfal, 1987-1988, en el Kurdistán.
Por lo pronto, el gobierno autorizó a la población de Bagdad a transitar por las calles desde esta tarde al flexibilizar el toque de queda impuesto para prevenir una escalada de violencia ante la condena. Mañana se levantará por completo la medida en la capital, lo mismo que en las norteñas provincias de Dijala y Salaheddin, cuya capital, Tikrit, es el pueblo natal de Hussein.
Unos 200 partidarios del ex presidente se manifestaron en la occidental Fallujah, así como en Mosul y Samara, al norte de Bagdad, y otras 400 personas celebraron la condena a muerte en la sureña Hillah, mientras las áreas que rodean la fortificada zona verde de Bagdad, donde se ubica la corte en la que se juzgó a Hussein, fue blanco de fuego de mortero.
En tanto, el relator especial de Naciones Unidas sobre la Independencia de los Jueces y Abogados, Leandro Despouy, cuestionó la legitimidad del tribunal iraquí y declaró que su decisión es "arcaica y feroz", al llamar a las autoridades iraquíes a no ejecutar la sentencia por las consecuencias para la región.
Despouy afirmó que el juicio de Hussein no se desarrolló en un marco legal de conformidad con los principios internacionales de los derechos humanos, y subrayó que el tribunal fue instituido durante una ocupación que muchos consideran ilegal, integrado por jueces seleccionados durante esta ocupación y fue financiado principalmente por Estados Unidos, reportó la corresponsal de La Jornada en Ginebra, Kyra Nuñez
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reiteró su satisfacción por el veredicto del tribunal.
Su aliado, el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, afirmó que está en "contra de la pena de muerte, se trate de Saddam o de quien sea". Luego de las declaraciones de su canciller, Margarett Beckett, quien consideró "justo el veredicto", Blair dijo que en Irak hay "otras cuestiones y más importantes" que la posible ejecución de Hussein.
Italia y Francia también instaron a las autoridades iraquíes a no llevar a cabo la ejecución, mientras el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, rechazó el fallo al considerar que podría exacerbar la violencia en Irak. En contraste, Japón aplaudió la condena.
Desde París, el presidente iraquí, Jalal Talabani, aseguró que aunque quisiera, no tiene los medios para impedir la ejecución de Hussein, aunque en el pasado firmó peticiones contra la pena de muerte.
Mientras, un marine se declaró culpable este lunes de haber participado en el asesinato de un civil iraquí en abril pasado en Hamdania, norte de Bagdad, informaron fuentes militares. Y el ejército estadunidense, en tanto, dio hoy a conocer la muerte de cinco de sus soldados en Irak.