Usted está aquí: sábado 4 de noviembre de 2006 Estados Con una batucada, jóvenes exigen al edil de Mazatlán que no los difame

El alcalde panista clausuró una fiesta "porque ahí se inducía a la pornografía"

Con una batucada, jóvenes exigen al edil de Mazatlán que no los difame

Los asistentes al festejo niegan las acusaciones que les imputaron

IRENE SANCHEZ Y JAVIER VALDEZ CORRESPONSALES

Mazatlán, Sin., 3 de noviembre. Al ritmo de batucada, unos 30 jóvenes realizaron un plantón en la explanada del palacio municipal de Mazatlán en protesta porque el alcalde, el panista Alejandro Higuera Osuna, les interrumpió una fiesta de "día de brujas" por, según él, "realizar espectáculos de carácter sexual y alcoholizados".

Por órdenes del edil, personal del ayuntamiento clausuró la fiesta la madrugada del domingo pasado y sacó de allí a 17 jóvenes a quienes acusó de incurrir en actos inmorales, "ya que estaban mostrando sus genitales y en la fiesta había acciones prácticamente de semidesnudos, y eso es un delito... se está induciendo a los menores a la prostitución y la pornografía", afirmó el martes pasado Higuera en conferencia de prensa.

Jesús Salazar, abogado de los manifestantes, dijo que lo único que piden al alcalde es que desmienta públicamente lo que dijo ante los medios de comunicación, de que en la fiesta fueron encontrados menores de edad alcoholizados y semidesnudos. "De ser cierto lo que señaló, que presente pruebas. No hemos pedido audiencia, queremos que la gente se entere que lo que dijo el alcalde es falso", señaló.

Durante tres horas, a ritmo de batucada, los jóvenes gritaron consignas contra el edil y con cartulinas que colocaron sobre el piso denunciaron que fueron objeto de una arbitrariedad, que también le costó al propietario la clausura del negocio.

Pero Higuera, que acostumbra actuar con prepotencia ante los cuestionamientos de los reporteros, respondió que él "no les da audiencia a los ciudadanos necios"; apresurado, dijo que creía en la versión de los inspectores municipales en el sentido de que en la fiesta había actos inmorales.

Jorge Lyle, padre de uno de los jóvenes, denunció que en dos ocasiones quiso abordar al edil, pero éste se negó a atenderlo. Manifestó su preocupación por las amenazas del alcalde contra su hijo.

Otros manifestantes mostraron documentos que supuestamente prueban que todo estaba en regla y que contaban con permiso de la administración municipal, y con elementos de Seguridad Pública, de Protección Civil, para la vigilancia en el interior, así como permiso para vender alcohol y derechos pagados.

Insistieron en negar que hubieran ingresado a la fiesta menores de edad, pues había policías en la entrada del salón que solicitaban credencial de elector a los jóvenes. "Si hubiera habido semidesnudos, como afirmó el alcalde, los elementos de Seguridad Pública hubieran detenido la fiesta inmediatamente", aclaró Lyle.

 
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