Usted está aquí: sábado 4 de noviembre de 2006 Espectáculos Prueban Clarke y Duke que "la música es un medio espiritual"

El dueto cimbró el jueves el Teatro de la Ciudad; hoy, último concierto en ese recinto

Prueban Clarke y Duke que "la música es un medio espiritual"

Diego Maroto Trío ejecutó tres temas en su destacada participación

Simplemente tocamos con el corazón y la respuesta del público es igual, señalaron los jazzistas en conferencia de prensa

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen La ejecución de Clarke/Duke Project provocó una ovación de pie al público Foto: José Antonio López

"¡Están sonando brutal!", aseguró emocionado antes de su cuarta y última interpretación de la noche, el pasado jueves, el saxofonista defeño Diego Maroto, quien con su trío abrió el primero de tres conciertos del Clarke/Duke Project, en el Teatro de la Ciudad. Hoy será la última presentación de los jazzistas, a las ocho de la noche.

Maroto tuvo razón. A las 21:15 horas del bajo, de Stanley Clarke salió lumbre. Una digitación limpia y una velocidad impresionante. El virtuosismo, el talento. En 1981, Clarke y el pianista George Duke dieron a conocer Sweet Baby, su primera producción como Clarke/Duke Project, que les valdría una nominación al Grammy.

El proyecto lo complementan otros dos músicos excelentes: el tecladista Phil Davis y el baterista Ron Bruner. Cambios de ritmo que generan aplausos. A lo largo de la noche se turnaron para mostrar su capacidad, en solos que retumbaron y emocionaron al público en el foro de Donceles.

Primero fue Clarke. Luego Duke. Davis y Bruner. Clarke marcó su diferencia. Querían jazz, fusión y todo lo demás, ¿no? Pues ahí les va.

A la tempestad sigue la calma, según reza la conseja. Los dedos de Duke son como las puntas de los pies de una bailarina de ballet. Las yemas flotan como mariposas que se posan en corolas. Un ballet sobre las teclas de su piano. En ese momento, de entre el respetable se escucha un "¡sssh!" Silencio. Como si existiera el riesgo de romper una copa de cristal. Se contiene la respiración.

Ahora Clarke ejecuta una esgrima salvaje, una gimnasia apoyada en su instrumento. Su postura es como la de un danzante africano; así arranca el sonido que quiere.

No hay parsimonia ni solemnidad de mármol. Se dirigen sonrisas. Denotan felicidad cuando trabajan. La felicidad es hacer lo que más gusta de manera personal.

La creación no siempre es un parto. Cuando hay capacidad todo es cosa de tiempo.

El hombre es capaz de crear cosas hermosas. Al final, luego del encore, los músicos reciben una ovación de pie. Clarke dice que aplaudan más, porque ya le duelen los dedos.

Diego Maroto Trío cumplió más que bien su papel de telonero con Objeto transicional, Zombie y Lado oscuro.

Actividades paralelas

La presentación se realiza dentro del programa Grandes series: jazz y blues, organizado por el gobierno de la ciudad, mediante la delegación Cuauhtémoc, y la empresa Music Frontiers, cuyo director, Julio Rivarola, informó en conferencia de prensa previa que la entrada a los recitales "es gratuita para estudiantes, maestros y personas de la tercera edad que muestren su credencial en la taquilla".

En la charla, ni Clarke ni Duke quisieron decir qué piezas interpretarían. Explicaron que eso no es lo importante. Duke: "Vamos a tocar canciones viejas y nuevas. Pero como somos músicos de jazz siempre vamos a tocar algo por primera vez. Stanley es un gran músico y un increíble bajista; es desafiante y muy divertido al mismo tiempo".

Sobre el estado en que se encuentra el jazz de México, Duke expuso que no podría decirlo tampoco, "porque yo toqué aquí en 1969, pero en todo el mundo hay músicos absolutamente increíbles; uno de ellos va a tocar con nosotros: Diego Maroto.

"Damos muchas clases en universidades; ofrecemos clínicas y conciertos, y encontramos muchos talentos jóvenes que están floreciendo."

Clarke: "El término jazz es algo todavía algo indefinido. A través del tiempo han pasado diferentes tipos de música, diversas categorías de jazz, cuartetos, tríos, lo cual se refleja en una evolución en todo el medio".

Para Duke, el jazz no es elitista: "Lo que sabemos acerca del jazz es tocar. Nosotros tocamos simplemente con el corazón, y la respuesta del público es igual, con el corazón. La música es un medio espiritual. Cuando la música sale del alma toca el espíritu de la gente".

Clarke: "La música sale una vez y desde el alma. Una vez que va más allá de la manera física de tocar no tiene nada que ver con clases (sociales). La música, para mí, es la forma más alta de comunicación".

Maroto afirmó que compartir escenario con Clarke y Duke es un honor. "Los escucho y admiro desde hace mucho tiempo".

Duke: "Si unos tocan mejor que otros, eso no significa nada. Ser músico es tener un don que va más allá de la norma".

-¿Podrían decir algunos títulos de las piezas que van a tocar y cuál es la de mayor duración?

Duke: "No".

Clarke: "Si decimos algunos no garantizamos que las vayamos a tocar".

Así que cada noche es diferente. El Teatro de la Ciudad se halla en Donceles 36, colonia Centro Histórico, delegación Cuauhtémoc. Boletos en Ticketmaster. Hoy, a las 16 horas, Duke y Clarke impartirán una clase magistral, en el mismo recinto. Entrada gratuita; no se requiere boleto ni registro.

 
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