Usted está aquí: lunes 30 de octubre de 2006 Capital Avasallada por el halloween, la tradición se niega a morir

Compiten brujas, diablos y chuckys contra Fox, Salinas y Sahagún

Avasallada por el halloween, la tradición se niega a morir

Campean ofrendas y calaveras irreverentes en mercados, plazas públicas y hogares

LAURA GOMEZ FLORES

Ampliar la imagen Ofrenda de muertos en el Museo de Culturas Populares Foto: Carlos Ramos Mamahua

Ampliar la imagen La tradición que viene de fuera Foto: María Luisa Severiano

Pese a que las brujas llegaron volando del vecino país del norte para proferir sus conjuros y hacernos partícipes de sus maldades, los ritos y costumbres ancestrales de rendir culto a nuestros difuntos se niegan a morir.

Y con papel picado, dulces, comida, fruta y licores se inició la colocación de las tradicionales ofrendas de muertos en mercados públicos, calles y hogares para recordar a nuestros deudos.

Sin faltar la picardía de los mexicanos que, por medio de rimas se ríen de "la muerte, que es democrática, pues a fin de cuenta: güeras, morenas, ricas o pobres, toda la gente acaba siendo calaca". Y, como en los últimos años, Martha Sahagún, Vicente Fox y Carlos Salinas de Gortari forman parte de este festejo con sus "máscaras horrorosas", que se ofrecen desde 35 a 60 pesos.

La intención, comentan locatarios de algunos mercados públicos, es preservar y fomentar la cultura popular mexicana sobre el halloween, que con sus disfraces de muerte, diablos, vampiros o chuckys se ha convertido en el favorito de niños y grandes. La oportunidad de obtener dinero, pidiendo "pa' mi calaverita", a diferencia de Estados Unidos, donde son el regalo de dulces el motivo principal.

Las personas mayores, sin embargo, contrarrestan estos gustos compartiendo con sus difuntos, a quienes recuerdan mediante fotografías, pan, sal, fruta, manjares culinarios, agua y, si son adultos, vino, para disfrutar juntos el rencuentro.

El culto a los muertos que se rinde en nuestro país implica preparar una mesa o altar especial con agua, que se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso; la sal, que es el elemento de purificación; las velas, cuya flama significa la luz, la fe y la esperanza, para que puedan llegar a sus antiguos lugares.

Además de copal e incienso que sublima la oración o alabanza; las flores, que son símbolo de la festividad por sus colores y estelas aromáticas; el licor, para recordar los grandes acontecimientos; el petate, para que descansen; el izcuintle, que es el perrito de juguete en los altares de los niños difuntos, y los dulces, para mantenerlos felices.

Dentro de la tradición del Día de Muertos se encuentran las calaveras, rimas o poesías en tono festivo e irreverente con las que se hace referencia a algunos de los personajes cotidianos del país, que destacan por la picardía de los mexicanos, quienes hasta de la muerte nos reímos.

En este contexto, la Secretaría de Desarrollo Económico, junto con los prestadores de servicios, escuelas y autoridades delegacionales convocaron a la ciudadanía a participar en el cuarto concurso de ofrendas de muertos en plazas del Centro Histórico con la temática Conmemora a tus muertos y al concurso de elaboración de pan de muerto, con premios de 5 mil y 12 mil pesos al primer lugar, en ese orden.

 
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