Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 29 de octubre de 2006 Num: 608


Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Miguel Hernández:
Rayo que no cesa

RODOLFO ALONSO
El Espía
GRAHAM GREENE
Una legendaria tertulia
ALEJANDRO MICHELENA
entrevista con ABELARDO CASTILLO
Rastros de un amor perdido
OCTAVIO OLVERA
Cartas de Zweig a Freud, Rilke y Schnitzler
RICARDO BADA
Siete días para la eternidad
ODYSSEAS ELYTIS
Al vuelo
ROGELIO GUEDEA
Mentiras transparentes
FELIPE GARRIDO

Columnas:
Y Ahora Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Tetraedro
JORGE MOCH

(h)ojeadas:
Reseña de Arnoldo Kraus sobre El túmulo nunca cavado

Novela
Reseña de Jorge Alberto Gudiño Hernández sobre La reinvención de un estilo

Revista
Once años de mala vida
RICARDO VENEGAS


Directorio
Núm. anteriores
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PASAJERO INMÓVIL

Un hombre corría por la acera contigua del gimnasio donde otro hombre, arriba de una máquina aeróbica, corría también. En un momento preciso, el hombre de la acera miró, a través de la ventana, al hombre de la máquina aeróbica y, a su vez, el hombre de la máquina aeróbica miró, a través de la ventana, al hombre de la acera contigua al gimnasio. Cuando las dos miradas se encontraron en un punto que fue de aire o pájaro que canta, los dos hombres se prodigaron un ademán inexpresivo. Por la cabeza de uno y otro pasaron imágenes voraces, árboles intrépidos, estaciones, destinos, ríos milenarios en los que alguien se bañó dos veces. Luego, cada cual continuó su marcha: el de la acera contigua para volver al mismo sitio en el que había empezado (le quedaban tres días con sus noches para reconciliarse con los suyos) y el de la máquina aeróbica para franquear los límites de un camino interminable (él mismo era ya el camino y él mismo, esta vez como todas las veces, lo infranqueable).