Operativos de OTAN en Afganistán dejan 90 civiles muertos
Kabul, 25 de octubre. Por lo menos 90 civiles afganos perdieron la vida este miércoles durante tres operaciones militares de las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la sureña provincia afgana de Kandahar, en los que fueron abatidos 38 presuntos talibanes.
Las operaciones se llevaron a cabo en Panjwayi, distrito al que los grupos talibanes trataban de infiltrarse, dijo un portavoz de la OTAN, el comandante Luke Knittig.
La alianza atlántica recibió informes de varias víctimas civiles, entre ellas mujeres y niños, versión que fue confirmada por el Ministerio del Interior afgano, aunque no precisaron cifras.
Los habitantes de la zona mencionaron que hubo entre 60 y 90 muertos y unas 20 casas destruidas.
En tanto, el diario británico Daily Telegraph, que citó al comandante en jefe de las fuerzas aliadas en Europa, general James Jones, indicó que los rebeldes afganos se disponen a cambiar de estrategia con la adopción de coches bomba, pero el oficial estadunidense dijo desde Washington que "militarmente no seremos vencidos".
En Alemania, el ministro de Defensa, Franz Josef Jung, anunció la apertura inmediata de una investigación tras la publicación de cinco fotografías, en el diario alemán Bild, en que se ve a soldados alemanes que profanan un cadáver en Afganistán.
Las fotografías muestran a militares con el rostro tapado, uno de ellos con el pene erecto, quienes posan con un cráneo humano. Los hechos tuvieron lugar a principios de 2003 en la región de Kabul, durante un patrullaje de soldados alemanes miembros de la OTAN.
La canciller federal Angela Merkel juzgó las fotos "chocantes y horribles" y subrayó que "no se puede disculpar" el comportamiento de los soldados, mientras Jung afirmó que los culpables no tienen "sitio en el ejército alemán".
Mientras, el vocero talibán, Qari Ahmadi, afirmó que el reportero gráfico italiano Gabrielle Torsello, secuestrado el día 12 en el sur de Afganistán, debe ser liberado ya que es inocente y no debe pagar por las acciones del gobierno de Roma.
Los captores amenazaron con matar a Torsello a menos que Italia retire sus tropas de Afganistán y entregue a Abdul Rahman, un afgano convertido al cristianismo que se asiló en ese país.
"Los secuestradores aseguraron ser talibanes sólo para difamarnos", dijo Ahmadi al diario Pajhwok Afgan News.