Usted está aquí: miércoles 25 de octubre de 2006 Economía La liberalización comercial, plataforma de crecimiento

García de Alba pidió más legalidad en transacciones

La liberalización comercial, plataforma de crecimiento

MIRIAM POSADA GARCIA

El secretario de Economía, Sergio García de Alba, aseguró que México le apuesta cada vez más al libre comercio, pero al mismo tiempo ve la necesidad de que haya más legalidad en las transacciones internacionales para contrarrestar el contrabando, la triangulación y prácticas desleales.

Durante la clausura del Foro Global de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), celebrado en esta ciudad, el funcionario aseguró que México considera la liberalización comercial y acceso a los mercados como una plataforma de crecimiento y generación de empleos.

Sin embargo, puntualizó, es indispensable que la liberalización comercial y el acceso a mercados vayan acompañados de políticas públicas suficientes y presupuesto en igual medida, que apoyen la evolución y fortalecimiento del sector productivo nacional.

Aseguró que para apostarle al libre comercio es necesario que haya corresponsabilidad de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como del sector empresarial para llegar a acuerdos y tomar decisiones encaminadas a avanzar en la competitividad del país.

Ante representantes de la OCDE y del Banco Mundial, García de Alba propuso que los trabajos multilaterales de comercio deben estar encaminados a promover que los beneficios del libre comercio lleguen e incorporen a las pequeñas y medianas empresas, así como a las empresas sociales.

Consideró urgente que como parte de las negociaciones para la liberalización mundial del comercio se refrenden los compromisos de desarrollo sustentable, así como el de la generación de empleos de calidad y con buenas condiciones.

El funcionario señaló que los países de la Organización Mundial de Comercio (OMC) no pueden permitirse el fracaso de las negociaciones de la Ronda de Doha para el desarrollo, porque los países más perjudicados serían los más pobres y los más pequeños, con afectaciones que no serían deseables.

En cambio, dijo, si los trabajos de liberalización arancelaria, de servicios y bienes industriales llegan a buen fin, alrededor de 57 por ciento de los beneficios, estimados en más de 700 mil millones de dólares, llegarían a los países en vías de desarrollo.

 
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