Usted está aquí: lunes 23 de octubre de 2006 Política "No soy apóstol del terror, pero está en todas partes"

Entrevista a JOSÉ MARIA PÉREZ GAY, ESCRITOR, ACADÉMICO Y DIPLOMATICO

"No soy apóstol del terror, pero está en todas partes"

Plan 2030 de Calderón parece copiado de la desaparecida URSS

"Trato de rescatar algunos de los hechos ya muy conocidos y ponerlos en una narración más ágil", expresa el autor de La supremacía de los abismos, y agrega que "pese al horror hay esperanza"

ARTURO CANO

Ampliar la imagen José María Pérez Gay Foto: La Jornada

"Y la sombra que avanza, avanza, avanza, / Parece, con su trágica envoltura, / El alma ingente, plena de amargura, / de los que han de morir sin esperanza." ¿Cómo llega el potosino Manuel José Othón, poeta del siglo xix, al texto Genocidio, que reconstruye las tripas de la crueldad del siglo xx y se lee en un nuevo siglo? Nadie cifró mejor que Othón el horror del genocidio, dice José María Pérez Gay, apasionado de la historia y feliz descubridor del lenguaje periodístico.

A lo largo de la conversación, Pérez Gay, escritor, académico, diplomático, volverá a la idea que condensa las intenciones de sus artículos: "Así como el médico debe actuar sin atender demasiado a las teorías médicas, porque su paciente está enfermo, del mismo modo el historiador debe actuar, llevado por su temple moral, para restaurar la memoria de una nación".

Reconocido como mexicano universal, Pérez Gay sabe que en estos tiempos la memoria de un país pasa por el resto del mundo. Así, en un texto que juzga los errores de la fiscalía especial para los crímenes del pasado en México no es extraño asistir al repaso del Holocausto, el horror de la antigua Yugoslavia, los crímenes de la dictadura argentina y la fiebre asesina del Khmer Rojo, por citar cuatro casos de los muchos que revisita Pérez Gay.

Son también de Othón otros versos que se le sugieren a Pérez Gay para hablar de su trabajo de articulista: "Para luchar con épico ardimiento / hay que fortalecer en tu alabanza / lo mismo el corazón que el pensamiento".

En sus artículos, la capacidad de asombro es una presencia permanente. Por eso conviene Pérez Gay: "La memoria exige el corazón ardiente, y la cabeza también".

EL PESO DE LOS OLVIDOS

-No dejemos a Othón. Aquí estamos, "bajo el peso de todos los olvidos", ¿la idea que cifra ese verso lo ha traído al periodismo?

-Sí. A mí me hubiera gustado mucho ser reportero, pero vengo de un mundo en que el reportero siempre fue mal visto. Me hubiera gustado mucho, por ejemplo, hacer un reportaje sobre la Nicaragua de 1986, no de la preguerra ni de la guerra. Por deformación profesional llegué por otro lado al periodismo, pero admiro mucho a figuras como Ryszard Kapuscinski.

-Su trabajo, sin embargo, estaría más cerca de Hans Magnus Enzensberger que de Kapucinski.

-Sí, yo estaría más cerca de Enzensberger, pero él mismo lamenta, por ejemplo, no haber escrito el reportaje sobre la Alemania de la posguerra, sobre la Alemania inmediata a la Segunda Guerra Mundial.

-Ahora que muchos periódicos tienden cada vez a parecerse más a las páginas web, es curioso que el artículo cobre nuevos aires en los blogs. Entre la espada del achicamiento de los espacios y la pared del Internet, ¿dónde ubica su trabajo?

-Creo que la eficacia del artículo está en el periódico impreso. La eficacia del artículo se debe a que está hecho para un diario.

Pérez Gay ofrece como prueba los correos electrónicos que suele recibir por sus artículos. Le entusiasma, de entrada, que la mayoría sean de jóvenes estudiantes. Y luego, que muchos agradezcan haberse enterado por vez primera de ángulos desconocidos o poco explorados de lugares de la historia supuestamente muy conocidos.

Un estudiante le escribió para agradecer el texto "El laberinto del duelo", donde Pérez Gay examina el final de Adolf Hitler a la luz del filme de Oliver Hirschbiegel. "El había visto la cinta La caída, pero me decía que nunca escuchó el concepto de la incapacidad de duelo de los alemanes."

Pérez Gay teje en este punto sobre los motivos que llevaron a un pueblo entero a cerrar los ojos ante los crímenes del nazismo pero, al fin apasionado de los detalles, se detiene en un pasaje que el director de cine "autocensuró": el momento en que Traudl Junge, la secretaría de Hitler, sube a pasear a los jardines de la cancillería y se topa con una orgía organizada por los SS, quienes beben y fornican al lado de los cadáveres mientras las bombas aliadas les caen encima.

PARA COMBATIR LA ESTUPIDEZ

-Pete Hamil dice que, desde los tiempos de la máquina de escribir hasta la era del Internet, la única tarea del periodista es "comprometerse a no nutrir la estupidez del mundo". ¿Comparte esa formulación?

-La única labor del periodista es combatir la estupidez, en la forma en que uno pueda hacerlo desde la muy humilde labor de periodista, que no va más allá de hacer una relación de los hechos. Pero sin duda una de las cosas más enriquecedoras que he tenido es haber encontrado un modo de escribir artículos que tengan impacto. Yo, por mi deformación, no despreciaba al periodista, pero me sentía incapaz, no creí que tuviera las dotes de un buen reportero. Así que escribir artículos ha sido un hallazgo en mi vida.

-¿Se propuso hacer un compendio del horror o los temas se le fueron imponiendo?

-Se me fueron imponiendo, al final vi que lo que debía haber hecho era una historia del genocidio. Y me quedan pendientes como el genocidio de Armenia, que de alguna forma es un preludio del Holocausto, que por cierto aborda Robert Fisk en su libro La gran guerra, lectura muy recomendable.

"Me hubiera gustado incluir en este libro una crónica sobre Armenia. Ya habrá tiempo, porque conozco los textos, sobre todo en alemán, sobre ese tema."

-Citado por usted, Marcel Reich-Ranicki critica a sus compatriotas alemanes por ocuparse "con todo fervor, de nuestro pasado que no acaba de pasar". Algo que a veces, a la luz del comportamiento de la derecha aquí, podríamos decir de México.

-Parece que los 70 años de PRI suspendieron en el tiempo a esta derecha cerril, ciega, inmune al pasado.

Para aterrizar en un caso reciente, Pérez Gay menciona el Plan 2030 de Felipe Calderón, que le parece copiado de los planes de los líderes de la desaparecida Unión Soviética. "Suena a la Nueva Política Económica que vino a acabar en la represión estalinista. Imaginan que pueden apoderarse del futuro, de los próximos 25 años. Son grupos con intereses muy definidos y, para decir lo menos, son de una ingenuidad que raya casi en la tontería."

-Sus textos hurgan en el pasado para traerlo al presente. Cuando Hitler dice que el pueblo alemán merece morir porque no supo ganar la guerra, recordé a un político mexicano que vio perder a su candidato, en 1994, con la frase: "Lo que pasa es que el pueblo mexicano es pendejo".

-Sí, no recordaba esa frase. En Hitler había el tema wagneriano de la tragedia. Y en este político mexicano el desprecio clasista, pero son similares.

COMPENDIO DEL TERROR

Sobre su labor de articulista Pérez Gay dice: "Sólo deseo, como decían los viejos cronistas virreinales, estar en el mundo".

En la entrevista lo formula de este modo: "Trato de rescatar algunos de los hechos ya muy conocidos y ponerlos en una narración más ágil".

El corazón y la cabeza ardientes de Pérez Gay han dado lugar a buena cantidad de entregas en este diario. Sus textos han sido reunidos en un volumen ya agregado al mundo por La Jornada Ediciones.

El libro, justamente titulado La supremacía de los abismos, abre con un retrato de J. Robert Oppenheimer, el padre de la bomba atómica. "Su vida siempre me ha fascinado, porque representa el modo más claro de cómo la cultura y la ciencia van siempre acompañadas de la barbarie."

Hiroshima, Nagasaki y Chernobyl completan el cuadro del "universo atómico".

El Holocausto y la caída del nazismo anteceden varios textos más sobre el genocidio, de Auschwitz a Indonesia y al Cáucaso.

El muro en la frontera México-Estados Unidos, el nuevo Limes romano reconstruye las dimensiones de la gran migración mexicana y se topa, páginas adelante, con otros migrantes y sus hijos, los jóvenes franceses que emergieron del subsuelo de la rica Europa.

Los retratos de Sigmund Freud, Elfriede Jelinek y Edward W. Said cierran el volumen y es en el texto sobre éste último donde aparece claramente la apuesta de su autor por la lucidez frente a la crueldad humana.

"No soy un apóstol del terror, pero el terror está en todas partes. Pero debo decir que a pesar del horror hay esperanza. El hecho de que podamos hablar de estos temas, que tengamos autores como Said, como Fisk, como Kapuscinski, son pruebas de que hay esperanza."

Cercanísimo colaborador de Andrés Manuel López Obrador, primero en el Gobierno del Distrito Federal y luego en la campaña, Pérez Gay ya tiene enfrente su nuevo reto periodístico, una extensa crónica sobre la campaña electoral pasada que piensa tener lista en menos de un año. Retomará la bitácora de notas que llevó durante los últimos años y la confrontará con los testimonios de otros colaboradores del tabasqueño para construir un nuevo libro.

Hará su aporte a un capítulo muy reciente de nuestra historia, quizá porque lamenta que, para el caso de la guerra sucia en México, aún haga falta mucho trabajo de los "médicos de la memoria". Tenemos muchas crónicas, y excelentes, dice, pero siguen faltando "historiadores de esos lugares de la memoria".

La supremacía de los abismos, de José María Pérez Gay, forma parte de la colección Los Nuestros y será presentado mañana martes 24 de octubre en la Casa Lamm (Alvaro Obregón esquina con Orizaba), a las 19:30 horas. Los ejercicios de memoria correrán a cargo de Rolando Cordera, Carlos Monsiváis, Bolívar Echeverría y el autor.

 
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