Más de 70% de votantes prefieren legisladores con un nuevo enfoque en política exterior
Crece la presión de congresistas para que Bush cambie de estrategia en Irak
"Arrogancia y estupidez" de EU en el país invadido: funcionario del Departamento de Estado
Washington, 22 de octubre. Legisladores estadunidenses incrementaron hoy la presión sobre el presidente George W. Bush para que reconsidere su estrategia en Irak, un día después que un diplomático reconoció que Estados Unidos ha cometido "numerosos errores" y ha mostrado "arrogancia" y "estupidez" en el país invadido.
Una encuesta sobre la intención del voto de cara a las elecciones legislativas del 7 de noviembre, detectó además que más de 70 por ciento de los estadunidenses, incluso simpatizantes del Partido Republicano, prefieren candidatos que ofrezcan un "nuevo enfoque" en la política exterior, después de casi cinco años de guerra en Afganistán y tres y medio en Irak.
Este interés por un cambio en la política exterior es sólo un rasgo de las demandas expresadas por los votantes que, según las más recientes encuestas, devolverán al Partido Demócrata el control de la Cámara Baja después de 12 años de dominio republicano, pero también podrían quitar la mayoría a los correligionarios del presidente George W. Bush en el Senado.
Según una encuesta que la revista Newsweek publicará este lunes, 55 por ciento de los ciudadanos escogerá a un demócrata para la Cámara de Representantes y sólo 37 por ciento simpatiza con alguno de los candidatos republicanos. El restante ocho por ciento está formado por indecisos.
Aunque sólo 31 por ciento de los encuestados por el semanario dijeron que el tema en Irak será la primera razón de su voto en las llamadas elecciones intermedias, 65 por ciento de los entrevistados consideró que Estados Unidos "ha perdido terreno" en el conflicto.
La guerra en Irak es en estos comicios una de las principales preocupaciones de los votantes, después de asuntos como la reducción del precio de las medicinas para los ancianos y el aumento del salario mínimo, estancado durante años.
"Los votantes piden un cambio. Quieren menos énfasis en la fuerza militar", afirmó el director del Programa sobre Actitudes en Política Internacional (PIPA), Steven Kull.
PIPA dio a conocer una investigación demoscópica en la que halló que 68 por ciento de los estadunidenses están "insatisfechos con la postura de Estados Unidos en el mundo" y 44 por ciento rechazan la política exterior de Bush.
Los demócratas necesitan 15 sillas más en la Cámara Baja para asumir el control y donde pueden ampliar su presencia es en los estados del norte, como Minnesota, Idaho, Washington y Pennsylvania.
Por lo que toca al Senado, los demócratas requieren de seis escaños y el margen lo podrían ampliar con victorias en Missouri, Tennessee, Virginia y Nueva Jersey, de acuerdo con un despacho de Reuters.
La administración de Bush ha rechazado las presiones para que cambie su estrategia en Irak, pero según una versión del diario The New York Times, en su edición de este domingo, el presidente asistió el sábado a una videoconferencia con asesores políticos y militares en la que fue discutida la posibilidad de que las tropas estadunidenses se retiren antes de lo previsto.
Esta no es la primera vez que el gobierno estudia un posible cronograma de salida del ejército estadunidense, pero ahora la diferencia es que los republicanos podrían pagar un precio político, señala el diario británico The Independent en su edición de este lunes.
En este ambiente, un grupo de senadores demócratas, encabezados por el legislador Carl Levin, instó a la Casa Blanca a no esperar hasta después de las elecciones legislativas para definir el plazo al gobierno iraquí en el que debe ampliar su participación en el mantenimiento de la seguridad.
Los reclamos hacia la Casa Blanca han crecido también por el aumento en la cantidad de soldados estadunidenses muertos en Irak, que en agosto llegaron a 63, y en septiembre a 74. Este domingo el mando de ocupación anunció la muerte de dos militares, con lo que la cifra ascendió a 80 en octubre y a dos mil 786 desde la invasión en marzo de 2003, según recuento de Afp.
Las declaraciones hechas a la televisora Al Jazeera por el director de diplomacia pública del buró de Asuntos de Medio Oriente del Departamento de Estado, Alberto Fernandez, en el sentido de que Estados Unidos ha tenido actitudes "arrogantes" y "estúpidas", alentaron a los legisladores demócratas a intensificar sus críticas a la estrategia de Bush.
"La verdad es que hay necesidad de un cambio radical en la política", dijo el senador Joseph Bride, un influyente demócrata en asuntos de política exterior. "Hay necesidad de una solución política en Irak y una solución bipartidista aquí en casa", agregó
Pero además de los cuestionamientos de los legisladores, el rechazo a la guerra en Irak es cada vez más evidente en otros ámbitos.
Con portadas directas y agresivas, los ensayos críticos sobre la ocupación estadunidense se apilan en las librerías de Estados Unidos, con acusaciones de ceguera política, ineptitud y errores de estrategia.
Dos de los cinco libros políticos que encabezan la lista de los más vendidos tratan sobre Irak, mientras que un tercero aborda un asunto ligado a la invasión: los ataques del 11 de septiembre de 2001.
A los textos críticos de casa se agrega esta semana el testimonio del ex canciller alemán, Gerhard Schroeder, quien confiesa en sus memorias (Decisiones: mi vida en la política) que durante sus conversaciones con Bush le alarmó su frecuente invocación a Dios en sus determinaciones.
"Puedo comprender perfectamente si alguien es devoto y se esfuerza por lograr un diálogo con Dios", escribió Schroeder, un socialdemócrata. "El problema que tengo con esto comienza cuando surge la impresión de que las decisiones políticas son resultado de un diálogo con Dios".