En el Foro Sol celebraron cada palabra e insinuación sexual del showman

Permítanme entretenerlos, pidió Robbie Williams a sus miles de fans

La estrella pop británica, con decenas de millones de discos vendidos, apareció en el escenario en medio de llamas que emergían del suelo, mientras en dos pantallas gigantes reproducían el concierto

TANIA MOLINA RAMIREZ

El público mexicano celebró cada una de las palabras, gestos, pasos de baile, insinuaciones sexuales y payasadas de la estrella del pop inglés Robbie Williams, en el primero de dos conciertos efectuados en el Foro Sol el pasado fin de semana.

Williams ya tenía al público en el bolsillo desde antes del show, así que sin dificultad logró lo que pidió: Let me entertain you (Permítanme entretenerlos, nombre de una de sus canciones).

El ex integrante de la banda Take That (una suerte de versión inglesa del grupo estadunidense Backstreet Boys) apareció a las nueve y media de la noche, en medio de un espectáculo de llamas que emergían del suelo.

Del mar de gente (la cifra oficial fue de 63 mil asistentes) surgían los gritos, sobre todo femeninos. Bastaba una palabra en español para provocar los aullidos.

Arrancó con Radio

El showman, de 32 años, con decenas de millones de discos vendidos y recién premiado como mejor artista pop internacional en los galardones de MTV Latinoamérica 2006, arrancó con Radio y siguió con el éxito comercial Rock DJ.

Dos pantallas a los lados del escenario reproducían el concierto, mientras una tercera, de mayor tamaño, al fondo proyectaba videos de chicas en bikini, Robbie Williams y más chicas, intercaladas con palabras como "Big", "Nice", "Trance", "Touch", "Good", "Up", "High", "Yes".

Robbie Williams contó una anécdota que "sólo pasa en Sudamérica (sic): anoche fui a la disco, todos me decían, 'Robin'. ¡No actué en Buenos chingados días Vietnam!", reclamó.

La ligera pero constante lluvia que cayó a partir de la segunda o tercera canción no desanimó a los asistentes.

Entre rola y rola (entre ellas, Strong, Feel y Back for good, esta última de Take That) siguió contando chistoretes (en inglés, salpicados de palabras en español), como aquel de que durante un partido de futbol había descubierto que en nuestra "lengua nativa te amo" se decía "puta de madre".

En otro momento divisó una chica en el público con un letrero que decía "Fuck me". "Me estoy quedando en el hotel W. Ven y veré qué puedo hacer", fue su rápida invitación. Y luego la abrió al resto de "chicas" y "chicos" (a lo cual recibió un "uuuh"). (Es probable que la vida sexual de Robbie Williams ha salido más en la prensa inglesa que reportes de su música.)

Referencias a los grandes

El showman hizo varias referencias a grandes como Bob Marley, Frank Sinatra, Elvis Presley y Lou Reed, sin jamás llegar cerca del cielo de estos maestros.

Por cierto, cuando cantó una estrofa de Walk on the wild side, sólo uno que otro mostró conocer la canción. En cambio siguió con su propia canción Come undone y todos corearon.

Casi al final del concierto intervino el conductor Omar Chaparro, tocando la guitarra en playback (por momentos no coincidía el movimiento de manos con lo que se escuchaba).

En la última parte del show, Robbie Williams, en medio del entusiasmo general, cantó su más reciente éxito Rudebox.

A la salida del concierto, muchos asistentes se enfrentaron verbalmente con elementos de Ocesa, seguridad privada y policía local por el cierre de uno de los accesos, que los obligó a dar una larguísima vuelta mientras otras personas los esperaban, inclusive familiares inválidos. Ante la insistencia del público, optaron por abrir el acceso. Algunos indignados asistentes culpaban al jefe de Gobierno capitalino, Alejandro Encinas; otros aseguraban que esto "y peor nos espera con Felipe Calderón".