Usted está aquí: domingo 22 de octubre de 2006 Mundo Hoy, plebiscito para decidir si se amplía el Canal de Panamá; más de 70% apoya el

La monumental construcción costará más de 5 mil 250 millones de dólares

Hoy, plebiscito para decidir si se amplía el Canal de Panamá; más de 70% apoya el

STELLA CALLONI ENVIADA

Panamá, 21 de octubre. El plebiscito convocado por el gobierno panameño para decidir si se ampliará el canal que une a los océanos Atlántico y Pacífico desde hace 82 años, desató un importante debate que se dirimirá este domingo por un o un no, y aunque todas las encuestas dan ganadora a la primera opción, no será un voto uniforme.

Los pronósticos de las mayorías de las encuestas determinan que el se impondrá por alrededor de 70 por ciento frente a poco más de 20 por ciento del no.

Mientras, el gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD) perdió a uno de sus símbolos históricos con la muerte de Gerardo González, fundador del mismo, ex vicepresidente de la república, ex diputado y figura muy cercana al desaparecido general Omar Torrijos (1969-1978).

La noticia causó impacto aquí, cuando pese a que hay criterio mayoritario en favor de la necesidad de ampliar el canal, que ha quedado obsoleto ante la creciente demanda de tránsito de buques de cada vez mayor calado, hay diferencias en el propio PRD.

Son muchos los fantasmas que se agitan alrededor del proyecto, que para el gobierno de Martín Torrijos aparece como oportunidad histórica de captar una demanda del comercio mundial para favorecer a las mayorías siempre marginadas.

El proyecto tiene un costo previsto de más de 5 mil 250 millones de dólares por la Autoridad del Canal de Panamá, bajo administración panameña desde el 31 de diciembre de 1999.

Una buena parte de los seguros votantes por el tienen dudas de quiénes serán los sectores que capitalizarán los beneficios de esta ampliación. Esos son los temores fundados en la situación social, donde se clasifica a más de 40 por ciento como pobres y 26 por ciento en extrema pobreza.

Aunque estos sectores torrijistas apoyan al gobierno, también estiman que la ampliación del canal podría beneficiar principalmente a los grupos económicos más poderosos (bancos, industriales, comerciantes, inmobiliarias y otros), los que depusieron sus diferencias políticas para impulsar una millonaria campaña a favor del sí.

Un analista local, ligado al PRD, sostiene que cuando se construyó el canal, entre 1904 y 1914, para cubrir las necesidades del sistema capitalista en expansión, los panameños quedaron fuera: "La diferencia en este momento es que por primera vez los panameños van a decidir sobre el futuro de la vía y esa decisión debe favorecer a las mayorías. Inclusive en 1914 la oligarquía local quedó marginada del enclave cerrado en que se convirtió la Zona del Canal".

El general Torrijos dijo alguna vez que "el canal es la religión que une a todos los panameños", y que una vez recuperado debía dársele "el mayor uso colectivo posible".

Por eso esta campaña no aparece como de partidos políticos. El PRD y el presidente Martín Torrijos son apoyados por diversos sectores de oposición.

En tanto, los defensores del no encuentran su mayor baluarte en el Frente Nacional por los Derechos Sociales -que nació en la lucha contra la reforma del sistema de seguridad social- y en los trabajadores de la construcción. Sus banderas rojas están en muchas calles de Panamá.

También por el no se definen sectores de la intelectualidad de izquierda, entre ellos el Partido del Pueblo (comunista) y algunas organizaciones ambientalistas. Para algunos intelectuales, podría ser una ampliación "innecesaria y riesgosa o una alternativa nacional de desarrollo para todos"

En este caso, critican que el gobierno no haya establecido un compromiso previo o un pacto nacional para asegurar que los beneficios del canal, que significarán un considerable aumento de las ganancias para Panamá -en 2015 se triplicarían y en 2025 serían ocho veces mayores- alcanzarán a los sectores más necesitados del país.

El gobierno también estima que la ampliación generará entre 6 mil y 7 mil empleos directos y otros miles indirectos. Pero también en el bando del no hay temores porque extranjeros especializados que vengan aquí podrían quedarse con los mejores cargos.

Hablando con Sapi, un viejo pescador de la zona de Farallón, seguidor del general Torrijos, se exhiben esos fantasmas: "¿Para qué tanto apuro... quién se va a llevar la riqueza?" O el jardinero Arístides: "Con el voto o no se va a hacer, así que no voy a votar porque tenemos miedo de que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres"

Y eso expresa la realidad de la enorme desigualdad que se advierte hoy en Panamá, que se refleja en las ostentosas construcciones de rascacielos, que crecen como hongos ocultando el mar y marginando a una mayor cantidad de población humilde, lo que le da la sensación de mayor soledad al que vive en los arrabales panameños.

Muchos de ellos esperan de este gobierno una respuesta y de la ampliación del canal "una posibilidad para todos", y dejan de lado la desesperanza.

Lo cierto es que el referendo también ha dividido a los partidos políticos de la oposición, como el Panameñista (arnulfista) y el liberal Molirena, ambos de derecha. Este domingo se juega mucho de la vida futura de Panamá, y todos lo saben aquí.

 
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