Usted está aquí: sábado 21 de octubre de 2006 Economía México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

Las ''buenas noticias'' laborales de Fox

Dice haber creado más de 2 millones de empleos

Le faltó incluir a los que se emplearon... en EU

Las rebanadas del pastel:

"Que luego no me digan hablador y presumido", exigió el presidente Fox cuando de nueva cuenta sacó la calculadora del "cambio" -la que sólo suma o resta a conveniencia- para presumir, dijo, el "hecho histórico" en materia de empleo en el sector formal de la economía.

No hay necesidad de que alguien se lo diga; él mismo lo certifica cotidianamente, sobre todo cuando de "logros" se trata, y en este sentido los obtenidos en empleo se cuentan entre los primeros. Tal es el caso de su reciente discurso en Cancún, en el que aseguró que en su sexenio "se crearon más de 2 millones" de puestos de trabajo en la economía formal; "millón y medio de nuevas plazas y 500 mil a las de personas que se pensionaron o jubilaron".

Fantasía pura, pero podría presumir una cifra más abultada si incluyera a los 3 millones de mexicanos que, en efecto, se emplearon (a razón de 500 mil por año), pero en Estados Unidos a donde la realidad económica y social del país los obligó a emigrar en busca de mejor vida.

Sin embargo, el presidente Fox sólo presume "logros" internos, como esos 2 millones de empleos virtuales que sacó de la chistera en Cancún. Pero más allá de los fatuos actos de magia del inquilino de Los Pinos, a lo largo del sexenio del "cambio" (cifras oficiales hasta la primera quincena de octubre) la economía formal escasamente generó un millón 200 mil empleos, de los que sólo 22 por ciento se registraron como permanentes; el 78 por ciento restante correspondió a plazas eventuales.

De ese millón 200 mil, alrededor de 910 mil han sido registrados en 2006. Los restantes 300 mil se generaron en los cinco años previos, lo que cubrió tan sólo 5 por ciento de la demanda anual en ese periodo. En el mejor de los casos, lo que Fox sí puede presumir es que por cada mexicano que logró emplearse en el sector formal de la economía nacional, otros 3 tuvieron que emigrar para ocuparse fuera del país. Y aún así 3 millones adicionales quedaron en el aire. Como diría el secretario de Economía, Sergio García de Alba, lo anterior avala que la creación neta de empleo en el sexenio foxista arroja un resultado "aceptable y razonable".

De cualquier suerte, el inquilino de Los Pinos presume algo que debería darle vergüenza. En Cancún celebró las "buenas noticias", porque, dijo, "el aumento en la generación de empleos en el sexenio se ubicará en 12 por ciento" (en realidad ha sido de 8.9 por ciento, pero eso es lo de menos porque el aumento tendría que haber sido no menor a 56.3 por ciento sólo para satisfacer la demanda laboral en el sexenio, sin considerar el rezago ni sus promesas de campaña). Entonces, auto alabarse porque durante su administración sólo 9 de cada 100 mexicanos lograron emplearse en el sector formal de la economía ratifica, sin duda alguna, su calidad de hablador y presumido, para ser generosos con los términos.

Y mientras Fox celebra "las buenas noticias", el INEGI vuelve a corregirlo, porque en su más reciente reporte sobre el particular advierte que a nivel nacional la tasa oficial de desocupación abierta fue de 3.98 por ciento de la PEA en septiembre pasado, porcentaje superior al registrado en igual mes de 2005 cuando resultó de 3.7 por ciento. Por sexo, la TD en los hombres aumentó de 3.61 a 3.84 por ciento y la de las mujeres de 3.84 a 4.23 por ciento.

Si sólo se consideran las 32 principales áreas urbanas del país (con una población mayor a 100 mil habitantes), el desempleo abierto en septiembre afectó a 5.17 por ciento de la PEA, 0.48 puntos porcentuales más que en el mismo mes de 2005

Esas son las "buenas noticias" que en materia laboral y calculadora del "cambio" en mano gusta celebrar el presidente Fox. Tal vez olvide que prometió 8 millones 100 mil nuevos empleos formales y que a duras penas sólo puede "presumir" 14 por ciento de ese total, y que cuando se sentó en Los Pinos, el 1º de diciembre de 2000, la tasa oficial de desempleo abierto involucraba a 1.5 por ciento de la PEA y a estas alturas del partido esa proporción casi se ha triplicado.

Sobre la población ocupada, el INEGI aporta la siguiente información: alcanzó 96.02 por ciento de la PEA en septiembre de 2006; su distribución porcentual por sector de actividad fue la siguiente: en los servicios se concentró 39.9 por ciento del total; en el comercio 19.4; en la industria manufacturera 17.3; en las actividades agropecuarias 13.8; en la construcción 8.1; en otras actividades económicas (que incluyen minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.9, y el restante no especificó su actividad.

64.5 por ciento de los ocupados se ubicó como trabajador subordinado y remunerado; 23.4 por ciento como trabajador por cuenta propia; 7 por ciento como trabajador sin pago, y otro 5.1 por ciento agrupó a los empleadores. La población subocupada representó 7.8 por ciento de la PEA (alrededor de 3.4 millones de personas) y 8.1 por ciento de la población ocupada.

Muy asustada está Sabritas, fabricante de productos chatarra y subsidiaria de la trasnacional Pepsico, porque calculó mal y le está costando mucho dinero: creyó que su campaña a favor del Felipillo sólo implicaba el pago de la propaganda en radio y televisión, pero ahora reporta una sensible caída en sus ventas derivada del boicot de los consumidores que reprueban su descarada intervención en el pasado proceso electoral. Sólo así se explica el humilde desplegado de prensa publicado ayer en distintos medios. No es el único consorcio en tal situación, pero parece que Sabritas reventó a la primera.

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