Usted está aquí: domingo 15 de octubre de 2006 Política Diario de Guerra (electoral)

Diario de Guerra (electoral)

José Agustín Ortiz Pinchetti

¿Podrá perder AMLO su liderazgo?

Después de meses de protagonismo y movilización, AMLO y la corriente de partidos y ciudadanos que encabeza parecen haber pasado a un segundo plano. Muchos comunicadores auguran que si el PRD es derrotado en Tabasco, el liderazgo de Andrés Manuel no podrá sostenerse y que empezarán los "deslindes". Es conmovedor el esfuerzo de periódicos y televisoras para intentar convertir a Felipe Calderón en un personaje que pueda soportar la investidura presidencial a pesar de que una y otra vez demuestra su debilidad. El conflicto de Oaxaca ha ocupado el primer plano. La torpeza y contradicciones del gobierno federal han prolongado la agonía.

La apuesta conservadora se concentra en Tabasco. Dan por supuesto que el plantón en la capital del país y el reconocimiento de la convención al presidente legítimo han debilitado a López Obrador y que su liderazgo en el PRD y en los demás partidos de la coalición está resquebrajándose. Exageran el diferendo con Cárdenas y azuzan desde diversos ángulos a líderes y activistas del PRD para que "recuperen su partido". Están seguros de que Ojeda va a perder en Tabasco y que el aval que le ha dado AMLO arrastrará a éste al peor escenario.

La verdad es que gane o pierda el PRD en Tabasco, AMLO continuará su trabajo de conformar una corriente nueva y poderosa. No dejará de ser el líder mayor de la oposición, por la simple razón de que ni el ingeniero Cárdenas ni ningún otro personaje pueden retarlo desde la izquierda. El PRI en el colmo de la degradación está dividido. Los peores ven la alianza de Calderón como garantía de impunidad y como la posibilidad de continuar obteniendo ventajas del nuevo régimen. Ni quieren ni pueden ser oposición.

La fuerza de AMLO no sólo depende de los partidos coaligados. Su verdadera apuesta está en la gente que despertó en la larga y épica batalla en contra de la oligarquía. Es verdad que ha habido desgaste, pero López Obrador sigue teniendo prestigio y poder de convocatoria en gran parte de la población que ve la presidencia de Calderón como espuria y reconoce a AMLO como el presidente legítimo.

Los líderes de la coalición saben muy bien que si debilitan el apoyo a AMLO no podrían contar con esa fuerza. Tan es así que en la batalla de Tabasco han acudido casi todos para librar una lucha difícil. La forma como se ha reducido la ventaja del candidato del PRI les muestra la eficacia del trabajo de Andrés Manuel y la solidez de la coalición.

AMLO iniciará a partir de la próxima semana otra etapa de su lucha; gane o pierda el PRD en Tabasco, no se detendrá. Empezará a viajar por todo el país para consolidar su voto duro por ahora disperso y nebuloso, pero que puede convertirse en una fuerza efectiva si adquiere densidad y organización.

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