Usted está aquí: sábado 14 de octubre de 2006 Opinión Tonos distintos del cine nacional

Leonardo García Tsao

Tonos distintos del cine nacional

Las dos películas mexicanas que tuvieron su estreno mundial en el pasado festival de San Sebastián -Familia tortuga, de Rubén Imaz Castro, y Morirse en domingo, de Daniel Gruener- permiten hacer curiosas comparaciones, dadas ciertas similitudes entre ambas, así como también sus enormes diferencias.

Morirse en domingo es el muy postergado segundo largometraje de Gruener quien, después de Sobrenatural (1995), sólo había hecho en cine el corto De jazmín en flor, al año siguiente. La película transita un ambiguo registro genérico entre la comedia negra, el cine de horror y, sobre todo, el melodrama familiar para contar el dilema del adolescente (Humberto Busto), quien ha llevado, en domingo, el cadáver de su tío a una dudosa funeraria, sin saber que el corrupto dueño de ésta (Silverio Palacios) vende los cadáveres a escuelas de medicina tras la estafa de realizar falsas cremaciones.

Si bien el guión de Antonio Armonía no ofrece variantes ingeniosas a la premisa central -y finalmente se inventa una inverosímil intriga política como último giro-, Gruener ha creado una atmósfera poco común en los esquemas del cine mexicano de aspiraciones comerciales. Ese México en un estado aparente de putrefacción está en el mismo vecindario de Cronos, de Guillermo del Toro, o del sórdido universo de Arturo Ripstein. De hecho, la propuesta visual del cineasta, bien reforzada por la verdosa fotografía de Guillermo Granillo, se acerca bastante al esperpento en su voluntad de cumplir en términos gráficos un sentido general de descomposición. Nada más alejado a ese registro que, digamos, el adulterado y complaciente mundo de Polanco esquina con seudo-Hollywood ostentado por estrenos recientes como Efectos secundarios, de Issa López, consternante ejemplo de comedia panista.

Si la realización de Morirse en domingo habla de un concienzudo control formal, la de Familia tortuga ilustra una forma totalmente espontánea de hacer cine. También egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, de una generación 15 años posterior a la de Gruener, Imaz Castro aborda -en el que es, por cierto, su trabajo de tesis- los temas del melodrama familiar de una manera desdramatizada. Aunque toca algunos temas comunes con la otra cinta -el peso ejercido por la muerte de un pariente, la incertidumbre juvenil-, Familia tortuga aborda el malestar familiar con un realismo que hace de lado las convenciones melodramáticas, precisamente. El cineasta no especifica las situaciones que aquejan a los diversos integrantes del hogar epónimo, haciendo apuntes reveladores, pero oblicuos, de su compartida insatisfacción. Muy significativo resulta el detalle de que el sostén emocional de la familia, el tío Manuel (Manuel Plata López), sufra una forma de incapacidad verbal.

La puesta en escena refuerza esa sensación de inmediatez sesgada. La oportuna cámara en mano de Gerardo Barroso parece captar accidentalmente lo que ocurre con los personajes en el transcurso de un día, sin caer en el irritante tic de la temblorina, nomás porque está de moda. Igualmente, Imaz Castro evita el lugar común de tapizar su banda sonora con canciones pop. Uno de los hallazgos de la película son las viejas canciones rancheras que escucha la hija adolescente (Luisa Pardo), evocadoras de algo perdido para siempre.

¿Qué destino le espera a ambas películas? Amparada por una distribuidora, Morirse en domingo se exhibirá ahora en el festival de Morelia, y su estreno comercial se prevé para finales de año. En cambio, el carácter independiente de Familia tortuga la llevará a buscar a algún distribuidor interesado y a hacer turno. Es de temer una demora tan larga como la padecida por las películas mexicanas que más circularon por festivales desde el año pasado -Mezcal, Noticias lejanas, Sangre, Las vueltas del citrillo. Sin embargo, la pregunta más urgente es: ¿cuánto tiempo pasará antes que Gruener e Imaz puedan realizar su siguiente largometraje?

Familia tortuga

D y G: Rubén Imaz Castro/ F. en C: Gerardo Barroso Alcalá/ M: Galo Durán/ Ed: León Felipe González Sánchez/ I: José Angel Bichir, Luisa Pardo, Manuel Plata López, Dagoberto Gama/ P: Centro de Capacitación Cinematográfica. México, 2006.

Morirse en domingo

D: Daniel Gruener/ G: Antonio Armonía/ F. en C: Guillermo Granillo/ Gabriel G. Meléndez/ Ed: Gabriel Rodríguez Choco/ I: Silverio Palacios, Humberto Busto, Maya Zapata, Fernando Becerril/ P: Altavista Films. México, 2006.

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