Usted está aquí: miércoles 11 de octubre de 2006 Política Quienes aspiren a ser magistrados o jueces deberán pasar examen sicológico

Permitirá detectar problemas de personalidad que interfieran con su desempeño

Quienes aspiren a ser magistrados o jueces deberán pasar examen sicológico

El estudio será encargado a una institución pública o educativa que garantice resultados

JESUS ARANDA

Ante las críticas por los resultados obtenidos en los concursos de selección para los cargos de jueces y magistrados federales, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) incluyó por primera vez como requisito la realización de un examen de personalidad que permita detectar "problemas sicológicos que puedan interferir en el desempeño profesional" y que puedan incidir en su labor, como serían: "prácticas antisociales, problemas familiares, baja autoestima, dificultades en el trabajo, autoritarismo, responsabilidad social, así como alcoholismo y otras adicciones".

Al dar a conocer el acuerdo general 64/2006 en que se establecen los lineamientos generales para la celebración de concursos libres de oposición para la designación de jueces de distrito y magistrados de circuito, el CJF consideró que además de los requisitos de profesionalismo, independencia, imparcialidad, objetividad y excelencia, quien aspire a juzgador deberá superar también una evaluación de su personalidad.

Así las cosas, el concurso de oposición quedó establecido en cuatro fases: cuestionario, solución de un caso práctico, examen oral y evaluación profesional y científica de su personalidad "por la que se pueda advertir la capacidad de abstracción que posee un individuo, así como la detección de características de personalidad y problemas sicológicos que puedan inteferir con el desempeño profesional".

Para ello, el examen prevé "la aplicación de reactivos intencionalmente aceptados y entrevistas sicológicas personalizadas".

De esta manera, los concursos de oposición contemplan que se solicite "un dictamen pericial profesional sobre los rasgos fundamentales de la personalidad de cada uno de los concursantes, cuya valoración corresponderá realizarla al pleno del CJF.

El acuerdo añade que a los aspirantes que hayan aprobado las primeras tres etapas del concurso se les citará a la práctica de un estudio especializado "que permita detectar los rasgos fundamentales de personalidad".

Dicho estudio se encargará a la institución pública o educativa que garantice, "por su prestigio, capacidad científica y alto nivel profesional", la aplicación de pruebas o reactivos intencionalmente aceptados, así como la confidencialidad de su estudio.

El resultado de la evaluación de personalidad "será tomado en consideración por el pleno en aquella sesión en la que se designe a los participantes que deban ser nombrados magistrados de circuito o jueces de distrito, porque dicha información podrá ser utilizada para "preferir a aquellos candidatos a los que no se les haya detectado ningún problema de personalidad que, a juicio del pleno, constituya un impedimento razonable para nombrarlo en el cargo".

A este requisito inédito en la historia de concursos de oposición, los consejeros le agregaron un valor adicional a la antigüedad comprobada de los solicitantes en el desempeño profesional, "como elemento que impida la improvisación de los juzgadores y, en cambio, dé certeza, objetividad e imparcialidad a los nombramientos".

Cabe señalar que estos nuevos requisitos fueron adoptados a partir de una de las críticas más duras en contra del sistema de nombramientos por parte del ministro Juan N. Silva Meza, quien elaboró un documento denominado Sistema de selección y designación de jueces de distrito, en el que adviritió que después de 11 años de concursos de oposición el CJF había sido incapaz de implementar formas de selección y designación de juzgadores "que generen confianza en su labor jurisdicccional".

El ministro refirió que en uno de los últimos exámenes celebrados en este año, sólo 4.3 por ciento de los aspirantes sacó más de 80 puntos (de 100 posibles), 57.4 por ciento reprobó y el promedio de calificación fue de 58.3 por ciento.

El escrito, que posteriormente fue avalado por el pleno de la Suprema Corte, señalaba que a pesar de que en estos 11 años han sido designados 577 jueces mediante concurso de selección, hasta la fecha existe "una indefinición del perfil de juzgador que el país necesita", además de que no se había valorado la importancia que tiene la carrera judicial para estas designaciones.

Los nuevos requisitos aprobados por el CJF entrarán en vigor en el próximo concurso de oposición que se celebre.

 
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