Usted está aquí: miércoles 11 de octubre de 2006 Mundo Los textos de Politkovskaya tenían "impacto mínimo" en Rusia: Putin

El presidente ruso dice que el asesinato de la periodista no debe quedar impune

Los textos de Politkovskaya tenían "impacto mínimo" en Rusia: Putin

Miles de personas acuden al entierro de la comunicadora en un cementerio de Moscú

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Vera, la hija de Anna Politkovskaya, observa por última vez el féretro de su madre, enterrada ayer en Moscú Foto: Reuters

Ampliar la imagen Sepelio de la periodista rusa Anna Politkovskaya ­asesinada el sábado pasado­, en el cementerio moscovita de Troyekurovskoye, ayer Foto: Reuters

Moscú, 10 de octubre. En una emotiva ceremonia, marcada por el dolor de su irreparable pérdida y la indignación de que su vida se convirtió en el precio que tuvo que pagar esta valiente mujer por sus denuncias, miles de personas acudieron este martes al cementerio Troyekurovskoye de esta capital para dar el último adiós a la periodista Anna Politkovskaya, asesinada el pasado sábado.

Desde Alemania, y luego de ser recibido por dos mil manifestantes con gritos de repudio frente al castillo donde iba a reunirse hoy en Dresde con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente Vladimir Putin rompió el silencio que mantuvo durante casi tres días.

"Es un crimen abominable, horrible por su crueldad y, quien lo haya cometido y por los motivos que fueran, no debe quedar impune", dijo Putin sobre el homicidio de Politkovskaya en la conferencia de prensa conjunta, al término de sus conversaciones con Merkel, al darse por aludido en la primera pregunta sobre democracia y libertad de expresión, en principio, dirigida sólo a su anfitriona.

Y, acorde con su habitual estilo de desdeñar a sus adversarios políticos, agregó:

"Con el asesinato de esta persona, de esta mujer, de esta madre, se busca afectar a Rusia. Su muerte causa a Rusia y a Chechenia, de la cual se ocupaba mucho la periodista, más daño que sus escritos".

Para Putin, Politkovskaya "era una periodista muy crítica, pero su capacidad de influir en la política rusa era en extremo insignificante. Se le conocía en el medio periodístico y en el de los activistas de derechos humanos, pero -insisto- sus textos tenían en Rusia un impacto mínimo".

Acaso por esa razón el gobierno ruso estuvo representado en el funeral de Politkovskaya sólo por un viceministro de Cultura, mientras miles de personas hicieron cola durante varias horas, bajo una lluvia incesante, para entrar a la sala donde se instaló la capilla ardiente y depositar flores en el féretro, abierto según la costumbre ortodoxa.

Políticos de oposición, defensores de los derechos humanos, periodistas de casi todos los medios locales, corresponsales extranjeros, algunos embajadores europeos y el de Estados Unidos, simples ciudadanos y representantes de la diáspora chechena acompañaron en su pena a los hijos de Politkovskaya y a su madre, quien padece una grave enfermedad en fase terminal y hace poco menos de un mes perdió a su marido, el padre de Anna.

Con tres autobuses de policías antidisturbios estacionados en las cercanías y varias patrullas vigilando el acceso al cementerio, el acto fúnebre devino un sentido homenaje a la periodista y sus colegas rusos acordaron promover que la Unesco le conceda post mórtem su premio en el ámbito de la libertad de expresión, aparte de que aquí en Rusia se va a instaurar un premio para periodismo de investigación que llevará su nombre.

Se respetó el deseo expreso de la familia de no convertir el sepelio en mitin de oposición, pero resultó muy difícil contener el sentimiento generalizado de que este asesinato político no debe quedar impune.

"Haremos lo que tú no tuviste tiempo de hacer y no descansaremos hasta encontrar a quienes te mataron", prometió al hacer uso de la palabra Viacheslav Izmailov, analista militar de Novaya Gazeta, el bisemanario para el que trabajaba Politkovskaya.

Vladimir Lukin, comisionado para los derechos humanos de Rusia, quien asistió a título personal, pues su cargo formalmente depende del Kremlin, destacó que Politkovskaya "era la mejor y la más audaz de los periodistas rusos", en tanto Yasen Zasurski, director de la facultad de periodismo de la Universidad Lomonósov de Moscú y ex profesor suyo, dijo que, con este crimen, "se acribilló a la conciencia de Rusia".

"Politkovskaya no sólo era una periodista crítica, sino una opositora política al régimen. En ese sentido, su muerte marca el comienzo de la eliminación física de quienes se oponen al poder", señaló Grigori Yavlinski, líder del partido liberal Yabloko.

En San Petersburgo y otras ciudades rusas hubo este martes actos en memoria de Anna Politkovskaya, así como frente a la embajada rusa en Kiev y el consulado en Lvov, dado que su familia era originaria de Ucrania.

 
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