Usted está aquí: miércoles 11 de octubre de 2006 Mundo "Progresos", en negociaciones para sancionar en ONU a Corea del Norte

Niegan Washington y Seúl que Pyongyang haya realizado una segunda prueba nuclear

"Progresos", en negociaciones para sancionar en ONU a Corea del Norte

Funcionario norcoreano amenazó disparar misil con cabeza atómica hacia EU: agencia sudcoreana

Sigue abierta la vía diplomática, dice Condoleezza Rice; no hay planes de acciones militares, afirma

AFP, DPA Y REUTERS

Ampliar la imagen Sudcoreanos pro unificación se manifestan contra Estados Unidos cerca de la embajada en Seúl Foto: Reuters

Nueva York, miercoles 11 de octubre. Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y Japón registraron hoy "progresos" en la negociación para adoptar sanciones contra Corea del Norte, en respuesta a la prueba atómica que efectuó el pasado lunes, pero seguirán discutiendo el punto más controvertido, que abriría camino a un eventual uso de la fuerza, medida a la que se oponen China, Rusia y Corea del Sur.

Horas después de que el Consejo de Seguridad abrió un receso en sus consultas, la televisión pública japonesa NHK anunció que Corea del Norte realizó hoy un segundo ensayo nuclear, al citar a responsables gubernamentales japoneses que no identificó.

Pero la versión no fue confirmada por el gobierno de Japón, e inclusive fue desmentida de inmediato por Corea del Sur y más tarde por Estados Unidos.

"No hay evidencia creíble" de un segundo ensayo nuclear, "y ninguna actividad sísmica ha sido detectada", dijo el teniente coronel Brian Maka, del Pentágono.

Un responsable norcoreano advirtió ayer que su país podría disparar un misil con cabeza atómica si Estados Unidos se niega a hacer concesiones en las negociaciones, según la agencia de prensa sudcoreana Yonhap.

"Esperamos que la situación se solucione antes de que lancemos un misil con cabeza nuclear. Todo depende de la reacción de Estados Unidos", indicó un responsable norcoreano no identificado, citado por Yonhap desde Pekín.

El responsable subrayó que la prueba nuclear realizada el lunes anterior por Pyongyang es "la expresión de nuestra intención de enfrentar a Estados Unidos en una mesa de negociaciones".

La secretaria de Estado estadunidenses, Condolencia Rice, advirtió a Pyongyang que amenazar con lanzar un misil nuclear "no será bueno para la seguridad de Corea del Norte. Los norcoreanos no tienen dudas de lo que significaría disparar un arma atómica contra Estados Unidos, contra uno de nuestros aliados o alguien en su vecindad".

Más allá de la prueba nuclear, Rice volvió a ofrecer a Pyongyang retomar las conversaciones a seis bandas; aseguró que la vía diplomática sigue abierta pese al ensayo del lunes y subrayó que Estados Unidos no planea acciones militares contra Corea del Norte.

El jefe de una delegación parlamentaria norcoreana, de visita en el Europarlamento en Bruselas, afirmó que su país tuvo que dotarse de un arsenal nuclear disuasivo para responder a las amenazas de Estados Unidos.

"Tuvimos que tomar medidas disuasivas nucleares", señaló Ri Jong Hyok. "Se trata de una cuestión de vida o muerte objeto de sanciones y presiones severas de Estados Unidos desde hace más de 60 años", dijo.

Al término de la última de las dos reuniones que mantuvo este martes con sus pares de Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Japón sobre el tema, el embajador británico ante la ONU, Emyr Jones Parry, sostuvo: "Estamos logrando progresos sustanciales y espero que mañana regresemos con más instrucciones de las capitales para seguir trabajando".

Se discutió un proyecto de resolución puesto sobre la mesa por Washington y Tokio que incluye nuevas sanciones comerciales y económicas a Corea del Norte después de las que ya se ordenaron en julio en respuesta a sus lanzamientos de misiles.

Las posibles sanciones que enfrenta Pyongyang están incluidas en una propuesta a la que Washington aportó 13 puntos. El proyecto de resolución prevé impedir el comercio de "artículos de lujo" y material para los programas nuclear y de misiles entre los estados miembros y Corea del Norte, entre otras medidas.

Asimismo, reclama que Corea del Norte "abandone su programa de armamento nuclear y sus programas nucleares" y "la congelación de activos o recursos financieros en el extranjero vinculados con esas actividades".

El punto que promete dificultar más las negociaciones es la invocación en la resolución del Capítulo VII de la Carta de la ONU, que permitiría hacer cumplir por la fuerza las disposiciones emanadas de la misma.

Pekín, único aliado poderoso de Pyongyang, es el que más se opone a ese extremo, aunque su representante, Wang Guangya, se mostró abierto a alguna fórmula de compromiso al afirmar que quiere "alguna especie de Capítulo VII o sus elementos", en alusión al punto de la Carta de la ONU que prevé la fuerza para mantener o restablecer la paz.

Al margen de los mecanismos que el Consejo de Seguridad decida establecer para hacer cumplir las sanciones, Wang abogó por ser firmes pero "prudentes":

El embajador estadunidense, John Bolton, coincidió con sus colegas en que hubo "progresos sustanciales" y recordó el compromiso del Consejo de Seguridad de actuar "rápidamente".

Pekín mejoró recientemente sus relaciones con Estados Unidos al ayudar a aprobar una resolución de la ONU que condenó anticipadamente un ensayo atómico norcoreano, y el gesto de Pyongyang humilló a los dirigentes chinos, subrayaron altos funcionarios estadunidenses.

"Tras todos los esfuerzos que hizo China para resolver esto por la vía diplomática, el ensayo norcoreano representa una bofetada", declaró Bolton.

El nuevo primer ministro japonés, Shinzo Abe, aseguró que su país mantendrá su política de no desarrollar armas nucleares, al responder a un diputado de su gobierno que preguntó si la prueba norcoreana podría desatar en Japón un debate de la necesidad de disuadir a la nación vecina.

Incertidumbre estadunidense

A todo esto, Estados Unidos seguía tratando de determinar si Corea del Norte probó el lunes un arma nuclear, dijeron portavoces del gobierno. El gobierno de Corea del Sur dice no tener dudas de que el ensayo tuvo lugar.

"Seguimos evaluando el episodio para determinar la veracidad del anuncio del gobierno norcoreano de que realizó un ensayo nuclear subterráneo", dijo Bryan Whitman, vocero del Pentágono.

La Casa Blanca, por su parte, indicó ayer que aún no confirma la realización del ensayo nuclear de Corea del Norte, y no excluyó la posibilidad de que jamás llegue a confirmarlo.

Pero estas incertidumbres "no cambian nuestro punto de vista de que es una provocación y, lo que es más importante, que no cambia el punto de vista de nuestros socios en la región, que ven las cosas de la misma manera. Todos están en la misma línea" para hablar de sanciones, dijo el vocero de la Casa Blanca, Tony Snow.

"Ahora, cuando Corea del Norte ha dado prueba de su capacidad nuclear, podría colaborar con Irán y ayudarle a acelerar su programa nuclear", declaró al diario Haaretz el embajador israelí en Washington, Danny Ayalon.

Mientras tanto, el guía espiritual supremo de Irán, ayatola Ali Jamenei, aseguró que su país seguirá adelante con su programa nuclear, sin ceder ante la presión internacional para que suspenda el enriquecimiento de uranio.

"Nuestra política es de un progreso claro, que ofrece una lógica transparente e insiste en la imposibilidad de ceder en los derechos de la nación", señaló Jamenei, citado por la televisión.

Por último, el Departamento de Estado aseguró ayer que a pesar de las sanciones a la república islámica, Estados Unidos permitirá la venta de partes de aviones a una aerolínea de bandera iraní.

 
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