El subprocurador Javier Laynez insta al Legislativo a emprender reformas
La justicia penal mexicana, en "crisis de eficiencia"
Ante las críticas de diversos sectores del país por la ineficacia de la Procuraduría General de la República (PGR) durante el sexenio foxista, debido a los constantes fracasos jurídicos ante juzgados y tribunales y el incremento de la inseguridad pública, Javier Laynez Potisek, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la dependencia, admitió ayer que está rebasado el sistema de justicia penal mexicano de inicios del siglo xxi, además de que atraviesa por una "severa crisis de eficiencia".
Esta deficiencia, añadió, queda de manifiesto con las malas consignaciones del Ministerio Público Federal ante los jueces de distrito y las pocas sentencias condenatorias que ha obtenido la autoridad investigadora.
Frente a juzgadores penales de varios países, juristas destacados, investigadores y funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal que participan en el primer Congreso Internacional de Justicia Penal en la Universidad La Salle, Laynez, quien aspira a ocupar una de las seis vacantes de magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, exhortó al Poder Legislativo a reformar las instituciones de procuración de justicia y el sistema procesal penal mexicano.
"No tiene que ser forzosamente la reforma que fue presentada (por el presidente Vicente Fox) en 2004; se requieren ajustes, pero sí tenemos ya planteados cuáles son los diagnósticos de hacia dónde debemos encaminarnos."
Esta es la segunda ocasión que un alto funcionario de la PGR reconoce que el gobierno foxista ha fallado en su tarea de procurar justicia y garantizar seguridad pública a los mexicanos.
El pasado 28 de mayo, Mario Alvarez Ledesma, subprocurador de Derechos Humanos de la PGR, indicó que el Estado mexicano no ha cumplido a cabalidad con su tarea de brindar seguridad, otorgar servicios públicos eficaces en hospitales y escuelas, así como facilitar la generación de empleos, lo que ha provocado la existencia cada vez mayor de víctimas del delito.
En esa ocasión, Alvarez Ledesma refirió que "la función que debe asumir el Estado es atender a las víctimas del delito, no como posición humanista respecto de aquellos que han padecido el flagelo de la delincuencia, sino como una obligación que debe asumir, en la inteligencia de que hay víctimas de la delincuencia, de la negligencia médica en hospitales, del Estado que no cumple con su trabajo, de la educación, de servicios públicos inadecuados; estas víctimas lo son porque el Estado no hace bien su trabajo, no lo hace suficientemente, o de plano, como a veces en la seguridad, no lo hace''.
Perdidos, "años muy valiosos"
Ayer, al inaugurar el congreso de justicia penal en representación del titular de la PGR, Daniel Cabeza de Vaca, Laynez señaló que el sistema de justicia de México se ha rezagado en comparación con países como Chile, Argentina, Costa Rica o Colombia, que "han desterrado rasgos inquisitivos de sus sistemas penales. En esos países se puede hablar de un antes y un después. En México hemos perdido años muy valiosos preguntándonos si es o no necesario modificar nuestro sistema penal".
El subprocurador de la PGR consideró que son cuatro los temas sobre los que debe legislarse para mejorar el sistema de justicia en el país: restructura orgánica de la seguridad pública, transformación del proceso penal, buscar garantías para las víctimas del delito y fortalecer la defensoría de oficio penal.
Agregó que esas reformas también deben efectuarse en el ámbito de la justicia penal del fuero común, porque "la justicia local es con la que el ciudadano se enfrenta de manera originaria y muchísimo más frecuente; en las entidades federativas vemos que pocas veces se reflexiona sobre estos temas, ni se visualizan reformas a corto, mediano o largo plazos".
Indicó que "como México tiene que abordar los temas de la delincuencia tradicional, con mayor frecuencia nos vemos confrontados a una delincuencia que ya no conoce fronteras, a una delincuencia que está haciendo un daño tremendo a las redes sociales; no me refiero sólo al narcotráfico, sino también a la trata de personas, del secuestro y, más frecuentemente, a la aparición de bandas y pandillas que actúan en diferentes países".