Usted está aquí: martes 10 de octubre de 2006 Estados Descubren defectos en represa de Monterrey

Errores de construcción y materiales de baja calidad

Descubren defectos en represa de Monterrey

Tiene apenas dos años y costó 530 millones de pesos

La ciudad, expuesta a una catástrofe, advierte experto

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Ampliar la imagen El rápido deterioro de la presa Rompe Picos, provocado por fallas de planeación y construcción y por el uso de materiales de baja calidad, sorprende y preocupa a especialistas Foto: Alfredo Valadez

Monterrey, NL, 9 de octubre. A sólo dos años de haber empezado a funcionar, la presa rompepicos construida para evitar inundaciones en la cuenca del río Santa Catarina -que atraviesa toda la zona metropolitana de Monterrey-, ya presenta múltiples filtraciones y un avanzado estado de erosión por fallas de construcción, mala calidad de materiales y ''deficiente ejecución'', de acuerdo con Martín Bremer, investigador en sistemas geoambientales del Tecnológico de Monterrey.

Iniciada por el ex gobernador Fernando Canales Clariond -actual secretario de Energía- y concluida en la actual administración, a cargo de José Natividad González Parás, el embalse, que costó 530 millones de pesos (230 millones más de lo originalmente calculado), fue edificado por la compañía Desarrollo y Construcciones Urbanas. Su deterioro ha sorprendido a especialistas que desde el principio criticaron la obra.

El doctor en geofísica Martín Bremer, profesor investigador en sistemas geoambientales del Centro de Calidad Ambiental del Tec de Monterrey, sostuvo que la represa rompepicos ''fue una obra para controlar las avenidas por los huracanes y evitar un desbordamiento del río Santa Catarina. La intención fue muy buena, pero la solución fue parcial'', pues no resuelve el problema de las inundaciones.

El especialista dijo que durante la transición del gobierno del panista Canales Clariond al del priísta González Parás el proyecto de la presa, elaborado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se modificó sustancialmente.

''En el diseño original (la cortina) tenía varios orificios en distintos niveles para que la represa tuviera descargas graduales de agua, pero en la construcción final sólo quedó un orificio de desfogue'', lo que ocasionó problemas el año pasado.

El geofísico recordó que en 2005, luego de que el huracán Emily pasó por la entidad, la única compuerta quedó bloqueada por rocas, árboles y maleza que arrastró el agua; esto causó una inundación que dejó incomunicadas al menos siete comunidades rurales ubicadas al poniente de Monterrey.

Lo peor, indicó Bremer, es que con el grave deterioro que presenta la presa existe el riesgo de que el embalse no soporte una carga excesiva de agua. Esto originaría una acumulación en el cañón donde está enclavada la presa. Su fragilidad y eventual colapso provocarían una catástrofe peor a la ocurrida con las inundaciones que provocó el huracán Gilberto en 1988, cuando murieron más de 200 personas arrastradas por la corriente del río Santa Catarina.

Aunado a ello, afirmó el geofísico, los gobiernos estatales han ignorado desde 1988 los reclamos de especialistas en protección civil e ingeniería hidráulica para que el río Santa Catarina sea desazolvado, pues en las condiciones actuales los riesgos de inundación son altos.

 
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