Judith F. Baca presenta un proyecto muralístico en la Feria del Libro en el Zócalo
El arte debe estar al servicio de los pueblos, reivindica artista chicana
Llama la también activista a reflexionar sobre la armonía interracial
Ocho de los 14 paneles de esa instalación itinerante se muestran en el Museo de la Ciudad de México
Ampliar la imagen Algunas de las obras incluidas en la instalación itinerante Muro del mundo: una visión del futuro sin temor, en la que concurren creadores de varios países, que se presenta en el Museo de la Ciudad de México, en el contexto de la sexta Feria del Libro en el Zócalo Foto: Roberto García Ortiz
¿Cómo sería la transformación de una sociedad sustentada en una economía bélica hacia una basada en la paz? y ¿cuál es la visión que tiene un creador de su propio país para generar un cambio social?
Las anteriores son cuestiones que la activista y artista chicana Judith Francisca Baca plantea para impulsar y conformar el proyecto Muro del mundo: una visión del futuro sin temor, instalación itinerante ''en proceso participativo", con la que se pretende reflexionar -mediante la plástica muralista- sobre temas de importancia global como la guerra y la paz, la cooperación, la interdependencia de los pueblos, la armonía interracial y el crecimiento espiritual.
Esa propuesta estética comenzó en Los Angeles, en 1987. Actualmente El muro del mundo... se compone de ocho murales o paneles portátiles de 3x9 metros, los cuales se muestran en el Museo de la Ciudad de México, en el contexto de la versión seis de la Feria del Libro en el Zócalo, encuentro que tiene como invitados de honor a esa urbe californiana y a La Habana.
Cuando el proyecto concluya la idea es que esté integrado por 14 murales, siete obras de creadores de otros países y siete de la artista chicana.
Incluyen la figura de Jesusa
La muestra que actualmente se puede apreciar incluye cuatro murales realizados por Baca y cuatro pintados por artistas de Finlandia, Rusia, Palestina-Israel, quienes en cierto momento, ''debido a la guerra se trasladaron a California, donde convivieron para poder concluirlo". Y uno más realizado por las artistas mexicano-estadunidenses Martha Ramírez Oropeza y Patricia Quijano Ferrer, quienes en su mural titulado Tlazolteotl: fuerza creadora de lo no tejido, integran la figura de la también creadora escénica Jesusa Rodríguez.
''Fue una especie de vaticinio, pues cuando fue incluida todavía no se daban los hechos del megaplantón en el Zócalo, en los que Jesusa participó activamente."
Judith F. Baca -cuya abuela materna fue inmigrante en Estados Unidos, nacida en Chihuahua y ''curandera de profesión"- es una de las pintoras-promotoras angelinas más comprometidas con el arte público.
Su idea es que los murales deben estar al servicio de la comunidad y los pueblos. Por ello en 1974 fundó el primer programa muralista para Los Angeles, que en su momento produjo más de 400 obras.
En 1976 fue cofundadora del Centro de Recursos para el Arte Público y Social (SPARC, por sus siglas en inglés), el cual desde entonces fomenta diversos proyectos de arte público participativo y comunitario.
La propuesta más significativa de Baca es el Gran Muro de Los Angeles, ''sitio de memoria pública", que promueve la armonía interracial y es considerado uno de los más largos a escala internacional, pues mide 805 metros, realizado ''con la participación de más de 400 jóvenes, 40 historiadores y cientos de habitantes de las comunidades de Los Angeles".
Los proyectos, incluyendo El muro del mundo..., se han desarrollado de manera independiente, explicó la también catedrática de la Universidad de California.
Artistas de Canadá, Cuba, Irlanda, Sudáfrica e Irak serán los que prosigan con el proyecto El muro del mundo..., el cual se presenta en el Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro Histórico).