Otros estudios demuestran que el ejercicio regular ayuda durante las terapias
Identifican británicos gen cuya mutación aumenta riesgo de cáncer de mama
En Chile descubren las cualidades de un molusco contra el padecimiento en próstata
Londres/ Santiago de Chile, 9 de octubre. Investigadores británicos identificaron otro gen cuya mutación puede causar cáncer de mama, según la edición en línea de la revista especializada Nature Genetics.
Las mujeres con una mutación en el gen BRIP1 tienen el doble de probabilidades de sufrir la enfermedad, según estima el equipo de Nazneen Rahman, del Instituto de Investigaciones sobre el Cáncer, del Reino Unido.
Ya se conocían varias combinaciones genéticas cuyas mutaciones aumentan el riesgo de sufrir la enfermedad, como los genes BRCA1 y BRCA2.
Los científicos británicos hicieron análisis a mil 212 pacientes de cáncer que no presentaban esta mutación. Nueve de ellas (7.4 por mil) presentaban una transformación en el gen BRIP1, por la cual quedaba desactivada la proteína del gen.
En un grupo de control de 2 mil 81 mujeres sanas, esas mutaciones sólo aparecieron en dos casos (una por mil), por lo que el aumento del riesgo de sufrir la enfermedad en el caso de una mutación del BRIP1 se equipara a las de CHEK2 y ATM. Los investigadores creen que las modificaciones en estos genes sólo desatan el mal combinadas con otras o con factores ambientales.
Como en el resto de genes de riesgo, el BRIP1 es causante del restablecimiento de daños en el ADN. Ello apoya la teoría de que los daños de ADN no reparados son un factor clave en la aparición del cáncer.
Por otra parte, el ejercicio moderado, pero regular, puede ayudar a las mujeres con cáncer de pecho a evitar ciertos efectos colaterales de la radioterapia, informaron el lunes investigadores estadunidenses.
Los expertos estudiaron a 20 mujeres con cáncer de mama y hallaron que las pacientes que caminaban entre 20 y 45 minutos tres a cinco veces por semana, mientras realizaban un tratamiento de radioterapia, mantenían niveles saludables de glóbulos en la sangre.
La radioterapia para tratar el cáncer puede provocar efectos secundarios que van desde quemaduras hasta fatiga, anemia y depresión.
Las mujeres que no realizan ejercicio pierden gran parte de su capacidad de oxigenación, escribió en un artículo publicado en la revista Cáncer el equipo dirigido por Jacqueline Drouin, de la Universidad de Michigan-Flint.
El estudio, primero en demostrar el efecto de la actividad física durante el tratamiento, se suma a las investigaciones que muestran que el ejercicio regular puede prevenir el cáncer mamario y ayudar en la recuperación de la enfermedad.
Alternativa de tratamiento
Por otra parte, según publica el diario Las Ultimas Noticias, de Santiago de Chile, el molusco chileno de nombre científico Concholepas concholepas, popularmente conocido como loco, tiene virtudes que van más allá de su deliciosa carne y podría servir para curar el cáncer de próstata.
El doctor Flavio Salazar, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile, dijo que comenzará a usar en sus investigaciones una proteína basada en ese marisco para curar dicho mal.
"Antes usábamos una proteína que comprábamos en Estados Unidos; sin embargo, desde hace un tiempo la empresa chilena Biosonda viene generando un producto muy similar extraído del loco", afirmó el científico.
"Muy pronto comenzaremos a trabajar con él, incorporándolo a nuestras vacunas para enfermos de cáncer de próstata."
Interrogado sobre si el producto chileno sería más efectivo, Salazar afirmó que diversos estudios indican que sí, y que espera que provoque una reacción más rápida y potente, que facilite la respuesta inmunológica del cuerpo contra los tumores.