Urgen políticas de aprovechamiento; desarrollos turísticos podrían desplazarla, señalan
En el olvido, la pesca ribereña en BC: investigadores
Puerto Vallarta, Jal., 8 de octubre. La pesca ribereña en Baja California, una de las zonas más privilegiadas del mundo en variedad de especies marinas, se encuentra prácticamente abandonada debido "al centralismo" de dependencias gubernamentales, falta de "canales de comercialización e infraestructura básica para su operación", y la venta y concesión de terrenos a lo largo de la costa a particulares y desarrolladores turísticos.
Según un estudio efectuado entre noviembre de 1995 y junio de este año por investigadores de ciencias marinas de la Universidad de Baja California, encabezados por Roberto Enrique Andrade, de los sitios visitados por investigadores, 73 estaban activos y 13 inactivos, es decir, sin evidencia de actividad reciente.
Se acotó que "de los sitios, 47 son campos pesqueros (en los cuales hay por lo menos un habitante, ya sea vigilante o pescador, y donde se pueden dejar fon-deados equipos de pesca); cinco son puertos pesqueros (con infraestructura básica y servicios municipales)", mientras solamente 12 eran puntos de desembarque, usados por hombres del mar para botar y recuperar embarcaciones.
En su estudio, expuesto durante el tercer Foro Científico de Pesca Ribereña, organizado por el Instituto Nacional de la Pesca; la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y el Centro Regional de Investigación Pesquera de Colima, que concluyó este jueves, Enrique Andrade subrayó que la lejanía de los sitios de pesca en esa zona, así como la falta de caminos y los altos costos de combustible, "hacen que la pesca sea una actividad poco redituable".
Con mil 200 kilómetros de costa, en Baja California la mayoría de los sitios pesqueros "son relativamente pequeños, aislados de la infraestructura urbana e industrial (...) de los centros de producción y del mercado, en zonas de baja densidad y diseminados a lo largo de una porción extensa de la costa".
Según cálculos de Andrade y colaboradores en Baja California operan unas mil 500 pangas, cuya capacidad oscila entre 500 y 2 mil kilogramos de carga, en tanto que las artes de pesca son "las tradicionales: redes, trampas, buceo, cañas y anzuelo, palangre o cimbras, piola, atarraya, red de cerco, ganchos y recolección manual".
Respecto a las especies capturadas en esa región, destacan abulón, almeja, calamar, camarón, cangrejo, erizo, langosta, pepino, pulpo y tiburón.
Los analistas detectaron que, en general, "no existen políticas coordinadas de desarrollo regional", a pesar de la compatibilidad en las políticas de desarrollo urbano, turístico y de protección al ambiente.
En los sitios donde existe la pesca ribereña "no se aplica programa alguno de salud pública ni atención médica, tampoco hay programas de atención de accidentes" ni de manejos de residuos que afectan el medio ambiente.
"Gran parte de los sitios de pesca se encuentran sin agua potable, energía eléctrica, vías de comunicación, drenaje, muelles, fábricas de hielo, áreas de descarga, centros de recepción, bodegas refrigeradas, casetas de vigilancia y depósitos de combustible, y manejo de basura."
Ante todos esos factores, dijo el experto, hoy la pesca ribereña en Baja California se encuentra "en seria amenaza de ser desplazada" por otras actividades, como el turismo y el desarrollo inmobiliario.
"Gran parte de la zona costera que hace poco era utilizada por pescadores ribereños ha sido vendida a particulares y desarrolladores; además la zona federal marítimo terrestre ha sido concesionada para su aprovechamiento turístico", se indicó en el estudio.