Usted está aquí: lunes 9 de octubre de 2006 Cultura Enrique Bátiz divide opiniones en Guanajuato

Hacen protesta mientras lo ovacionan en el teatro Juárez

Enrique Bátiz divide opiniones en Guanajuato

ARTURO GARCIA HERNANDEZ ENVIADO

Guanajuato, Gto. 8 de octubre. La presentación y la entusiasta respuesta que tuvo del público la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, dirigida por Enrique Bátiz, tuvo su contraparte en la protesta frente al Teatro Juárez de un grupo de melómanos que cuestionaba la calidad de la agrupación, el alto salario que percibe el director y el maltrato y humillaciones que inflige a los atrilistas.

El público que llegaba al recinto y la muchedumbre que inundaba la calle se encontraban con varias personas que portaban pancartas al pie de las escaleras de acceso. "Bátiz es un estafador. 120 mil pesos por dos conciertos". "Bátiz, la batuta más lépera de México", "Bátiz es un saqueador".

La protesta era encabezada por Georgina Bravo Malagón: "soy economista y melómana, vivo en Guanajuato desde hace 13 años y desde entonces asisto, junto con mis hijas, a los conciertos. Algo hemos aprendido sobre música y eso es lo que seguimos esperando: calidad. El señor Bátiz cobra 135 mil pesos mensuales por dirigir dos conciertos al mes; se le paga con dinero público y tenemos derecho a exigir que se gaste bien, y creo que no se está haciendo así.

"El anterior director no ganaba más de 25 mil pesos, porque el escalafón de la Universidad de Guanajuato el titular de la orquesta no puede ganar más de eso."

"Ni siquiera sabe hacer un compás de cuatro cuartos"

Mientras hablaba Bravo Malagón, a la pasada se acercó un músico de la orquesta que iba camino al teatro. Sin dar su nombre dijo: "Bátiz ni siquiera sabe hacer correctamente un compás de cuatro cuartos y sólo cobra por venir a molestar a la gente". Y se fue presuroso.

Enrique Bátiz es director titular de la Orquesta Sinfónica del Estado de México y desde agosto del año pasado es director invitado de la OSUG, al frente de la cual presentó en el Festival Internacional Cervantino un programa con dos obras: abrió con Concierto para piano no. 24 en do menor, K. 491, de Mozart, y cerró con Un réquiem alemán, Op. 45, de Johannes Brahms.

Al final del concierto, el público que casi llenó el Teatro Juárez se desbordó en un aplauso largo y conmovido. Instantes después, todavía en su camerino, Bátiz aceptó hablar en entrevista con La Jornada. Estaba contento con el desempeño de la orquesta y la respuesta del público.

Sobre la protesta y los señalamientos en su contra, aseguró que no gana 135 mil pesos mensuales sino 80 mil, tal como estipula su contrato, mismo que aceptó poner a disposición del reportero.

Durante la entrevista, Bátiz pidió estar presente al atrilista Armando Delgado, representante sindical de los músicos de la OSUG, y al crítico Lázaro Azar. Delgado dijo que había sido "una noche excepcional, los compañeros estuvieron al máximo en la interpretación".

En seguida, añadió: "Quiero aprovechar para expresar que con el maestro Bátiz la orquesta está contenta y creemos que el maestro llegó para bien de la formación".

Le sugirió Bátiz:

-Me gustaría que hablaras porque hay personas que piensan que soy un dictador.

Delgado accedió:

-Eso no es cierto. Yo percibo que el maestro es muy exigente y para el arte hay que tener mucha exigencia, disciplina y compromiso. Estoy convencido.

Lázaro Azar pidió emitir su opinión: "Todo mundo dice que la música es algo sublime y demás, pero también es la más exacta de las ciencias. Entonces estás afinado o no lo estás, estás a tiempo o no lo estás, eres un buen músico o eres un músico mediocre. Si se trata de tener una buena orquesta hay que apretar tuercas y no a todo mundo le gusta que le digan afina. Por lo general los músicos en México están acostumbrados a hacer su voluntad y a no respetar, ya no digamos al director, sino a la partitura. En el fondo nos gana la güevonería y a nadie le gusta que le digan 'oye, güey, ponte a trabajar'".

A la salida del teatro, Enrique Bátiz tuvo un breve diálogo con Georgina Bravo Malagón.

El director le dijo:

-Eso que dicen no es cierto y me parece que ustedes se tiene que dedicar a lo suyo y yo a lo mío. Tengo 64 años de edad y merezco un trato respetuoso y esto no lo es. No sé quién los trajo aquí.

-Vengo por mi pie y cuenta. Quisiera seguir teniendo aquí donde vivo una buena programación con música de los siglos XX y XXI -respondió la mujer.

-Los invitó a que vengan a los ensayos y transparentemos esto; es más, los invito a los conciertos. Les abro las puertas de mi corazón, los invito a que me conozcan. Hay que tener el conocimiento y la humildad ante la música. Si hubieran oído el concierto de hoy no estarían aquí protestando, estarían aplaudiendo. Quién les dijo que yo gano 135 mil, eso no es cierto.

-Transparencia nos lo dijo.

-Gano 80 mil pesos, ahí está en mi contrato.

-De todos modos es mucho dinero.

-Pero yo no obligué a nadie a invitarme ni a firmar el contrato. Mejor tengan la buena educación de no hacer una demostración a mis espaldas y con mucho gusto hablamos.

Finalmente Bátiz se retiró entre vítores de quienes lo acompañaban, varios de los cuales reclamaron de manera airada a la manifestante. Una mujer la increpó: "¿Cómo puedes hablar así del mejor director de México? ¿Qué no quieres a Guanajuato?" Otro hombre tomó una de las pancartas, dijo que estaba mal escrita y la arrojó al suelo haciendo comentarios burlones.

La mujer optó por guardar silencio.

 
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