Usted está aquí: miércoles 4 de octubre de 2006 Cultura La historia de Africa, ''monstruo de dos cabezas'' en espera de un Mandela

Boubacar Boris Diop es el nuevo residente de la Casa Refugio Citlaltépetl

La historia de Africa, ''monstruo de dos cabezas'' en espera de un Mandela

Después de ir a Ruanda pude analizar la mecánica del genocidio, dice el escritor senegalés

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen Boubacar Boris Diop, escritor, periodista y filósofo, ayer, en el inmueble de la calle Citlaltépetl 25, colonia Condesa Foto: Jesús Villaseca

Mi única arma es el pensamiento y la escritura, dice el escritor, periodista y filósofo senegalés Boubacar Boris Diop, quien desde hace dos semanas es el nuevo residente de la Casa Refugio Citlaltépetl.

Considerada una de las voces más críticas de Africa, dirigió el diario independiente Le Matin.

Además de novelas, ha escrito obras de teatro, ensayos, cuentos y guiones cinematográficos tanto en francés, la lengua oficial de Senegal, como en wolof, idioma nativo hablado por más de 80 por ciento de la población senegalesa.

Uno de sus libros más relevantes es Murambi, le livre des ossements, publicado en castellano con el título El osario, acerca del genocidio en Ruanda que comenzó en 1994 y en el que murieron entre 800 mil y un millón de personas.

Ruanda es un parteaguas en su vida, recuerda Boubacar Boris Diop, autor de Le temps de Tamango: ''Antes de viajar ahí mi vida era sencilla, era un escritor africano que vivía los problemas de Africa y los criticaba; para mí los africanos eran los responsables de sus desgracias.

''Después en Ruanda pude analizar la mecánica del genocidio y me di cuenta de que, a diferencia de lo que se piensa, hay actores visibles e invisibles: los primeros son los que vemos en televisión, son los jóvenes drogadictos con sus machetes, violentos, que dan esa imagen de que a los africanos les gusta la muerte, matarse unos a otros.

''Pero las cosas no son así, lo que sucedió en Ruanda no habría sido posible si Francia no hubiese desempeñado un papel tan importante."

Así que tras su experiencia en Ruanda sus críticas tienen un blanco al que llama ''el monstruo de dos cabezas: una blanca y otra negra. No es posible entender la historia contemporánea de Africa si no se habla de las relaciones con Francia. Mi postura es antimperialista y sé que la mejor manera de resolver los problemas de Africa es atacando tanto los que son locales como las influencias externas".

Para enfrentar a ese monstruo se requiere de paciencia histórica, de educación y confiar en que un día llegará ese hombre fuerte -como Mandela en Sudáfrica- que nos ayudará a resolver nuestros problemas, manifiesta.

Censura contra cineastas en Africa

Boubacar Boris Diop también hace una diferencia entre los ''africanos" y las ''elites africanas", los primeros son la población, los segundos quienes los gobiernan.

Al respecto, señala: ''La comunidad africana, a diferencia de este grupo dirigente, quiere la paz, es gente normal y no actúa en forma violenta siempre y cuando las elites no los manipulen".

Como escritor el problema menor es el de la censura, porque el gobierno, subraya Boubacar Boris Diop, se dio cuenta de que si la ejerce llama la atención sobre la obra de uno, así que nos dejan realizar nuestra labor -contrario a lo que ocurre con los cineastas, quienes por llegar a mayor número de personas sí son objeto de censura-. Los problemas verdaderos para un escritor, añade, tienen que ver con que se escribe en francés o inglés para sociedades que escriben en otro idioma; que es una sociedad oral, ''donde nuestras emociones e ideas se expresan mejor con palabras habladas que con textos", y que ''estas sociedades africanas se enfrentan a dificultades económicas muy graves, así que un padre de familia destinará dinero para alimentos, y las medicinas y los libros quedan en último lugar".

Durante su estancia en México, de uno o dos años, Boubacar Boris Diop escribirá una obra de teatro acerca de las similitudes entre la conquista de América Latina y de Africa, así como una antología de poemas, ambas en wolof.

 
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