Usted está aquí: domingo 1 de octubre de 2006 Sociedad y Justicia Negligencia del gobierno federal en la rehabilitación de reos: ASF

Muestra el análisis de inspecciones de 2004 omisiones e irregularidades en el área

Negligencia del gobierno federal en la rehabilitación de reos: ASF

La práctica penitenciaria incumple puntos del Programa Nacional de Seguridad Pública 2001-2006

GUSTAVO CASTILLO

El Sistema de Prevención y Readaptación Social, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, cumplió con su tarea de mantener en reclusión a delincuentes que cometieron delitos del fuero federal y común, pero en su Programa Nacional Penitenciario no contempló el tratamiento integral de rehabilitación y reinserción social basado en la reparación del daño, el cumplimiento de la jornada laboral, la capacitación para el trabajo, la educación y la disciplina.

Además, el sistema penitenciario opera, en apariencia, con base en la buena voluntad de los órganos estatales y federales, pues de acuerdo con el resultado de inspecciones realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), como parte de la revisión de cuentas del ejercicio presupuestal de 2004, se detectó que el órgano de la SSP federal "no suscribió convenios con las entidades federativas, con el propósito de que los internos sentenciados y procesados por delitos del fuero federal compurguen sus sentencias o, en su caso, permanezcan en prisión preventiva en espera de la sentencia judicial en los centros de readaptación social".

El organismo tampoco estableció "programas y mecanismos que contribuyan a mantener el orden, la seguridad interna y el respeto irrestricto a los derechos humanos en el sistema penitenciario", con lo cual incumplió lo establecido en el Programa Nacional de Seguridad Pública 2001-2006.

En las auditorías realizadas en 2005, la ASF detectó que son insuficientes los indicadores establecidos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para evaluar el cumplimiento de los objetivos del sistema federal penitenciario.

En esa medida, señaló en sus resultados que los programas establecidos "se orientaron a medir la operación del ente en términos del número de internos que atiende con las actividades de readaptación, así como los beneficios de libertad anticipada que otorga, sin asociar estas acciones con la readaptación y reintegración a la sociedad de los sentenciados por delitos del fuero federal que fueron liberados".

En ese contexto, el análisis de la ASF determinó que los internos sentenciados por delitos del fuero federal, y que se localizan en prisiones bajo responsabilidad de la SSP nacional, registraron un promedio anual de 40 asistencias a actividades deportivas, es decir, 32 veces más que a acciones laborales o de capacitación para el trabajo.

Asimismo, por lo que hace a los internos que fueron clasificados enfermos mentales o inimputables, el órgano de Prevención y Readaptación Social "careció de un programa de rehabilitación que permitiera" a ese tipo de reclusos "ser beneficiados con la liberación anticipada, conforme a los ordenamientos jurídicos y por comportamiento ejemplar".

Por lo que hace a la plantilla laboral que se encarga de la vigilancia y labores administrativas del sistema penitenciario en el ámbito federal, la ASF detectó que 72 por ciento (4 mil 281 personas) se emplearon en labores de readaptación social, guarda y custodia de los internos de los seis centros federales, y 28 por ciento estuvo vinculado con actividades administrativas.

Con base en esos datos, se pudo establecer que durante 2004, por cada interno en prisiones como La Palma, Puente Grande, Matamoros y las Islas Marías, el órgano de Prevención y Readaptación Social empleó en promedio a dos personas para tareas de readaptación, guarda, custodia, atención y administración.

En ese contexto, el nivel de estudios de mandos medios y superiores adscritos a ese órgano de la SSP federal fue de 218 personas, de las que sólo cuatro tienen nivel de doctorado, cuatro de maestría, 128 de licenciatura, 52 pasantes, 16 de bachillerato, tres con nivel técnico y dos con secundaria. Es decir, 14.2 por ciento alcanzó un nivel académico técnico, bachillerato o secundaria, que no corresponde a los perfiles establecidos para tales responsabilidades.

Asimismo, aunque el catálogo institucional de puestos del personal operativo señala como nivel mínimo la secundaria para ocupar una plaza, de los mil 558 guardias, 19 apenas cursaron la primaria.

Respecto de los 505 encargados de brindar actividades de readaptación social a los internos de los centros federales (tres de ellos de máxima seguridad), 62.5 por ciento presentó nivel de licenciatura; 32.3 por ciento, estudios de bachillerato o de nivel técnico, y 5.2 por ciento sólo cursó educación básica.

En resumen: en 2004 el órgano de Prevención y Readaptación de la SSP federal tenía bajo su responsabilidad atender a 2 mil 550 internos. A cada guardia le correspondió un interno; a cada readaptador, tres reclusos; cada médico brindó consultas a 31 detenidos, y cada sicólogo atendió a 29 detenidos.

 
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