Usted está aquí: sábado 30 de septiembre de 2006 Ciencias Revoluciona la química verde la industria manufacturera mundial

El objetivo, crear procesos de fabricación con menos riesgos ambientales y económicos

Revoluciona la química verde la industria manufacturera mundial

Su empleo ha generado nuevas tecnologías más baratas, funcionales, que consumen poca energía y contaminan menos, lo cual vuelve rentables a las empresas y a los países que la utilizan

IPS

Toronto, 29 de septiembre. Una revolución química verde recorre el mundo y promete ser rentable al tiempo de disminuir riesgos de desastres ambientales como el trágico escape de gas de 1984 en Bhopal, India, que dejó millares de muertos.

La "química verde" ya convirtió maíz en plástico biodegradable, desarrolló solventes no tóxicos y redujo de manera drástica los contaminantes derivados de la manufactura de fármacos tan populares como el ibuprofeno.

También es vital para producir los nuevos automóviles eléctricos de Toyota, fabricados parcialmente con base en un cultivo de rápido crecimiento llamado kenaf (Hibiscus cannabinus L.).

"La química verde tiene que ver con desarrollar nuevos productos y procesos que cumplan con el concepto de 'triple balance' en una empresa, es decir, medir los resultados en términos económicos, ambientales y sociales", dijo en entrevista Robin Rogers, investigador y director del Centro para la Manufactura Verde, de la Universidad de Alabama.

Casi todas las manufacturas involucran procesos químicos. Pero, en la década reciente, algunos científicos repensaron cómo elaborar estos productos sin tener que usar materiales tóxicos ni generar desechos contaminantes.

Este tipo de química más limpia no trata de maquillar de verde a viejas tecnologías, sino que es parte fundamental de nuevas aplicaciones que funcionan mejor, son más baratas, consumen poca energía y contaminan menos a lo largo de su ciclo vital, dijo Rogers.

"Considero que esto es una Revolución Tecnológica Verde, para equipararla con la imagen de la Revolución Industrial", señaló.

Hace poco, Rogers y sus colegas desarrollaron un nuevo modo de disolver y usar la celulosa -que se encuentra en las paredes celulares de las plantas- que ayudará a concretar el remplazo de plásticos basados en petróleo, que son caros y tóxicos, por materiales vegetales.

Los países, incluyendo a los pobres, que implementen una química verde serán globalmente competitivos y aumentarán su participación en el mercado, porque la tecnología es más barata y mejor, dijo Rogers.

"La Fundación Nacional China para las Ciencias Naturales ya financia unos 100 proyectos de química verde", ejemplificó.

La química verde es un asunto internacional, porque las emisiones contaminantes pueden tener un impacto global, dijo Kenneth Seddon, profesor de química en la Universidad de Queen, en Irlanda.

Desastres ambientales

En 2005, un derrame de benceno en China contaminó el suministro de agua de millones de personas y luego se desvió hacia Rusia, a lo largo del río Songhua, recordó Seddon en entrevista.

En 2004, la empresa DuPont acordó pagar hasta 600 millones de dólares por daños ambientales causados por la producción de teflón y Gore-Tex. General Electric tardará años y gastará decenas de millones de dólares para limpiar los bifenilos policlorados -compuestos altamente cancerígenos- que vertió en el río Hudson, en Estados Unidos.

En 1984, un escape accidental de 40 toneladas de metil isocianato de una planta de la química estadunidense Union Carbide en la central localidad india de Bhopal mató a por lo menos 15 mil personas y afectó a entre 150 mil y 600 mil más.

Esa firma, que ahora pertenece a Dow Chemical Company, acordó pagar 470 millones de dólares en indemnizaciones, aunque pasaron años para que la mayoría de las víctimas las cobraran.

Evitar la contaminación es un motivo para que los países en desarrollo se dediquen a una química verde. Otro es que esos países nunca podrán costear los cada vez más caros petroquímicos, opinó Martyn Poliakoff, de la británica Universidad de Nottingham.

Poliakoff trabaja con químicos de Etiopía, junto con la firma Procter & Gamble, para intentar convertir bolsas de plástico blanco, derivadas de caña de azúcar local, en alimento para vacas.

"Etiopía no tendría que importar petróleo para hacer plástico, y las vacas podrían comer las bolsas cuando éstas son tiradas", dijo Poliakoff.

La química verde a menudo conlleva menores costos, incluyendo la reducción o eliminación de los gastos derivados de la eliminación de los desechos tóxicos, y también disminuye los impactos ambientales, lo cual volverá a las empresas más competitivas, acotó Seddon.

"A la industria le gusta el concepto, pero investigaciones gubernamentales y académicas todavía tienen que captar todo su potencial", agregó.

Multas, sanciones financieras y regulaciones más severas guiaron el interés de la industria química hacia procesos menos tóxicos, pero la nueva tecnología se adoptó lentamente, dijo Philip Jessop, químico investigador de la Universidad de Queen, en Canadá. "Una razón es el costo de relaborar los procesos industriales existentes y, hasta hace poco, la ausencia de ejemplos exitosos a gran escala de las empresas. Ahora las compañías ven que pueden ahorrar una gran cantidad de dinero", explicó.

Ejemplos de éxito

Para producir uno de sus medicamentos más populares, el gigante farmacéutico Pfizer redujo un complejo proceso de cuatro pasos, que producía desechos tóxicos, a uno solo que utiliza etanol, y ahorró millones de dólares, destacó.

Otros grandes laboratorios hicieron cambios similares en sus procesos de manufactura, ahorraron millones de dólares y ahora ganan premios de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

La química verde no es más compleja que la tradicional, pero implica adoptar un enfoque diferente, considerando la toxicidad de los materiales y sus derivados a la hora de desarrollar un nuevo proceso químico, dijo Jessop.

Jessop y sus colegas de la Universidad de Queen recientemente revelaron un nuevo proceso, barato y amigable con el ambiente, para separar agua del crudo. Tiene el potencial de reducir la toxicidad de actuales métodos de refinación, así como disminuir el uso de agua en la producción de petróleo a partir de las arenas alquitranadas de Canadá, aseguró.

 
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