Usted está aquí: viernes 29 de septiembre de 2006 Cultura Circula la primera versión mexicana del mítico poema Aullido, de Ginsberg

''Espléndida'', la traducción de José Vicente Anaya, afirma Sergio Mondragón

Circula la primera versión mexicana del mítico poema Aullido, de Ginsberg

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Este 2006 se están cumpliendo 50 años de que Allen Ginsberg publicó Aullido (Howl), legendario poema que transformó la poesía estadunidense y tuvo profundo impacto cultural a escala mundial. En este contexto conmemorativo ya circula, por primera vez en edición bilingüe, un libro con la versión en español de José Vicente Anaya al mencionado poema.

Aullido y otro poemas se titula el volumen publicado por el sello independiente Laberinto Ediciones y presentado la noche del miércoles en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Los comentarios estuvieron a cargo del poeta mexicano Sergio Mondragón, uno de los primeros divulgadores en el país de la obra de Ginsberg y otros integrantes de la llamada generación beat o beatnik (Jack Kerouac, William Burroughs, Neal Cassady, etcétera).

Mondragón calificó de ''espléndida y original" la traducción de Anaya, ''uno de los más grandes conocedores y estudiosos de ese movimiento que renovó la poesía estadunidense de la segunda mitad del siglo XX".

Herederos de T.S Eliot y de Ezra Pound, los beatniks irrumpieron proponiendo una visión distinta de la realidad e inaugurando nuevo lenguaje, poniendo ''en tela de juicio la dudosa moralidad y los supuestos valores éticos de una sociedad trivializada, inconsciente, satisfecha consigo misma y marcada por un feroz materialismo. Una sociedad de rostros sonrientes y ánimo tranquilizado en un mundo que debe mucho de su descomposición a la política rapaz que su gobierno impone al resto del mundo".

Era la época de la guerra contra Corea, cuando aún se oían cercanos los ecos del bombardeo atómico contra Hiroshima y Nagasaki (1945); cuando el macartismo y el temible Comité de Actividades Antiestadunidenses ''perseguía, juzgaba y destruía a quien ponía en tela de juicio la validez y hegemonía del sueño americano".

Intensa y aleccionadora polémica

Mondragón evocó la primera lectura pública de Aullido -publicado por el editor y también poeta Lawrence Ferlinguetti- en San Francisco, en un acto que escandalizó al status quo estadunidense: políticos, periodistas, académicos, escritores y poetas convencionales, etcétera, satanizaron el poema.

En seguida el autor de El aprendiz de brujo sostuvo que la poesía beat fue una ''versión en inglés de lo que la poesía hispanoamericana, y en particular en la mexicana, fue en esos mismos años".

Mencionó específicamente al movimiento artístico y literario conocido como la ruptura, con autores como Marco Antonio Montes de Oca, Homero Aridjis o Juan Bañuelos, ''que ya no escribían a la sombra de la estética del grupo los Contemporáneos".

Se basaban en ''nuevas formas expresivas y por los corredores del arte y del pensamiento circulaban energías recientemente liberadas; nuestras sociedades libraban también una batalla contra el autoritarismo y la hipocresía, el hambre y la explotación".

Esta afirmación de Mondragón fue refutada por Anaya, lo que dio lugar a una intensa y aleccionadora polémica entre ambos autores.

''Yo no veo -dijo Anaya- esa correspondencia entre la generación beat y la generación de la ruptura. A Montes de Oca lo considero muy alejado de eso."

Sí reconoció que Modragón, Aridjis, Juan Martínez y los poetas del grupo La espiga amotinada ''son muy importantes en tanto que incorporaron planteamientos novedosos y diferentes a la poesía mexicana".

Pero, sostuvo, ''no hay nada parecido al Aullido de Ginsberg en lengua castellana y eso es explicable porque él vivía otra historia, otro país, tenía otras confrontaciones".

Ginsberg y otros poetas beat conformaron una generación ''contestataria, radical"; eran una generación de ''jóvenes desencantados de su país, de sus estructuras, de sus gobernantes y eso expresa en la radicalidad de su poesía; no trataron de cambiar la sociedad, sino de salirse de ella; entregaron su vida hasta el límite, lo cual hace una enorme diferencia".

José Vicente Anaya aclaró que al precisar esta diferencia no pone a los poetas beat por encima de los mexicanos, simplemente -remarcó- ''no hay una correspondencia".

Rebelión en el lenguaje

Al responder, Modragón refrendó su postura, aunque con algunos matices. Dijo que la equivalencia entre unos y otros se da en la liberación del lenguaje: ''en el caso de los poetas mexicanos, también abandonaron las formas cerradas y el intelectualismo de los contemporáneos; si en Estados Unidos había un contexto sociopolítico dado, en América Latina se daba una lucha terrible contra las dictaduras; eran años llenos de participación social y la poesía mexicana no estuvo ajena a eso".

Es una rebelión que se da en el lenguaje, ''en inglés y en español".

José Vicente Anaya tradujo por primera vez a Ginsberg en 1976. En 1978 la Universidad del Estado de México publicó algunas traducciones bajo el título Aullido, Kaddish y otros poemas.

En el volumen que ahora publica Laberinto Ediciones se recoge, corregida, esa versión, y se publica por primera vez junto al original en inglés.

Aullido y otros poemas incluye una aclaración del traductor, un recado manuscrito que le envió Ginsberg, la introducción que William Carlos Williams hizo para la primera edición, y los poemas ''Nota de página para Aullido", ''Supermercado en California", ''Transcripciones de música para órgano", ''Sutra Girasol", ''América", ''En el cuarto de equipaje de la Greyhound", así como algunos ''Poemas tempranos".

Antes de concluir la presentación, Anaya hizo notar que en realidad son muy pocos los poetas beat que se conocen en México, unos cuantos (tres o cuatro), cuando él ha llegado a contabilizar más de 60; la mitad, mujeres.

 
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