Usted está aquí: miércoles 27 de septiembre de 2006 Opinión México SA

México SA

Carlos Fernández-Vega

El instrumento Oportunidades

Otro de los chistes crueles del "cambio"

Padrón electorero ideado en el salinismo, reproducido en el zedillismo y retomado hoy, hoy, hoy

Programa "estrella" de la política social foxista -si es que ésta existe-, Oportunidades cierra el sexenio con sólo una de las metas cumplidas: duplicar el número de familias inscritas en este padrón electorero ideado en el salinismo, reproducido en el zedillismo y retomado por el "cambio", un esquema útil para fines propagandísticos pero no para el real abatimiento de pobreza.

Reiteradamente se transmiten por los micrófonos oficiales los "triunfos" de Oportunidades para reducir los indicadores de marginación en el país. Eso reza la propaganda del "cambio", pero difícilmente puede concluirse que con un presupuesto de tres pesos con 59 centavos diarios por cabeza (para 2006) los "beneficiarios" de tal esquema hayan superado, estén a punto de hacerlo o algún día no muy lejano lo hagan, la frontera de la pobreza.

Oportunidades, de acuerdo con la idílica visión de Los Pinos, "es el instrumento para que cada persona construya su ingreso y salga, por su propio esfuerzo, de la pobreza". Para ello, el gobierno foxista, como antes el de Zedillo y el de Salinas, utiliza una rebanada del pastel presupuestario, y en este sentido en 2000 cada "beneficiario" cotidianamente recibió tres pesos con cinco centavos para atender sus urgencias en materia de educación, salud y alimentación.

Seis años después, el "instrumento" para salir de la pobreza asigna tres pesos con 59 centavos para tales fines, un incremento en pesos constantes de 17 por ciento en el periodo, durante el cual la población "atendida" aumentó 100 por ciento. Con esa irrisoria cantidad ¿es posible combatir la pobreza y reducirla 30 por ciento en seis años? Desde luego que no, aunque en Los Pinos aseguren que sí, aunque allí mismo juran que el país "marcha bien" y que no se avergüenzan de nada.

En el mejor de los casos, con esa cantidad de dinero lo único que se logra es mantener medianamente vivos a los "beneficiarios" de Oportunidades, un programa (léase "instrumento") para el que se destina un creciente presupuesto (probablemente superior, por mucho, a los 3.59 pesos diarios que según esto se destinan a las 5 millones de familias inscritas) para efectos propagandísticos.

El presupuesto de Oportunidades es inferior al que anualmente se destina al Fobaproa-IPAB, aunque aparentemente este programa "tiene el objetivo de mejorar las condiciones de educación, salud y alimentación de familias en pobreza extrema" y no de los banqueros y sus empresas.

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados nos ayuda a comprender el esquema. Oportunidades se desagrega en tres componentes básicos: educación, salud y alimentación, sectorizados la SEP, SS y Sedesol, respectivamente. Mediante el componente educativo se proporcionan becas (primaria, secundaria y media superior), paquetes de útiles escolares y un apoyo económico acumulable que se otorga a los becarios a partir del tercero de secundaria y que pueden utilizar al finalizar el bachillerato, para seguir estudiando, iniciar un negocio o mejorar o adquirir casa. Con el componente en salud se proporciona el paquete básico de servicios y cursos de capacitación, dando prioridad a mujeres embarazadas y en lactancia, así como a menores de cinco años. El componente alimentario tiene dos vertientes que son los Suplementos Alimenticios y el Apoyo Económico en Efectivo.

Es importante mencionar que se incorporó para este ejercicio fiscal 2006, un nuevo mecanismo de apoyo para que los beneficiarios del programa, de entre 30 y 69 años de edad tengan un instrumento de ahorro para el retiro, que les permita adquirir el derecho a una renta vitalicia al cumplir los 70 años.

El presupuesto crece en términos reales durante todo el sexenio, al pasar de 13 mil 798.1 millones de pesos en 2000 a 32 mil 800.5 millones en 2006, aunque su incremento se ha visto mermado de un ejercicio fiscal a otro. Para el presente año presenta un avance real de 5.9 por ciento.

La meta sexenal de atender 5 millones de familias se alcanzó desde 2004, y se mantiene sin crecimiento alguno a partir de ese año. En 2000 el programa atendió 2.5 millones de familias; para 2001, 3.2 millones; en 2002 y 2003 amplió su cobertura a 4.2 millones, y para 2004, 2005 y 2006 a 5.0 millones de familias. Con esto se cubre la totalidad de familias consideradas en pobreza alimentaria (3.5 millones en 2004), y abarcando 19.3 por ciento del total de hogares registrados en la Encuesta Ingreso-Gasto de los Hogares 2004.

El gasto anual por familia (cinco miembros como promedio) beneficiaria medida en pesos de 2006, pasa de 5 mil 571.9 en 2000 a 6 mil 560.1 en 2006. Por el contrario, presenta decrementos reales en 2001, 2002 y 2004, de 6.6, 2.1 y 9.3 por ciento, respectivamente.

Entonces, asegurar que con tres pesos y 59 centavos diarios se logra abatir la pobreza en 30 por ciento, no es más que es otro de los chistes crueles del "cambio".

Las rebanadas del pastel:

Propuesta tardía, con más lágrimas de cocodrilo: que el Felipillo plantea "instituciones financieras más humanas, para que no sean los pobres quienes paguen "por los errores de la banca"... Lástima, porque siete años atrás él y su partido aprobaron el Fobaproa-IPAB, y siguen por ese camino.

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