Usted está aquí: jueves 21 de septiembre de 2006 Opinión San Sebastián enmienda el camino

Leonardo García Tsao

San Sebastián enmienda el camino

San Sebastian, 20 de septiembre. La 54 edición del Festival de San Sebastián abre hoy con un cambio notorio en su programación. Esta vez son contadas las películas exhibidas antes en el recién concluido Festival de Toronto. Obviamente es una reacción a los comentarios críticos sobre el hecho de que el año pasado un gran número de títulos se estrenaron antes en el encuentro canadiense -aprovechando que no es competitivo-, inclusive la cinta inaugural, Obaba, de Montxo Armendáriz.

Para empezar, el programa de 2006 no comparte con Toronto una sola película de producción española en la sección oficial y en la llamada Zabaltegi (Zona Abierta). Hay tres en competencia por la Concha de Oro: Lo que sé de Lola, de Javier Rebollo; Vete de mí, de Víctor García León, y Las vidas de Celia, de Antonio Chavarrías (coproducida con México, al igual que la anterior realización del director, la estupenda Volverás); en ella han colaborado el fotógrafo Guillermo Granillo y el actor Daniel Jiménez Cacho. Además se exhibirá fuera de concurso Más allá del espejo, en homenaje al recién fallecido Joaquín Jordá.

La presencia del cine mexicano estará en otras secciones. Para el premio Nuevos Directores, compite Familia tortuga, opera prima de Rubén Imaz Castro (es, de hecho, su trabajo de tesis para graduarse del Centro de Capacitación Cinematográfica) por el premio Altadis, consistente en 90 mil euros a repartirse entre cineasta e importador español. La actriz mexicana Patricia Reyes Spíndola preside este jurado, lo cual puede ser una ventaja a la hora de enarbolar el lábaro patrio. Mientras en Horizontes Latinos participan Fuera del cielo, de Javier Patrón; Morirse en domingo, de Daniel Gruener, y El violín, de Francisco Vargas, antes exhibida en Cannes y Toronto. Por cierto, los tres realizadores son igualmente egresados del Centro de Capacitación Cinematográfica. En esta sección también competitiva el premio es de 18 mil euros.

Por otro lado, está la sección Cine en Construcción dedicada a películas en proceso de terminación. Aquí se aspira a cinco diferentes premios con billete, y precisamente el año pasado El violín se llevó los premios Casa América, CICAE y SIGNIS, cuyo monto total fue muy provechoso para su posproducción. Para variar es un egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), Ernesto Contreras, quien participa con Párpados azules.

Desde luego, uno de los atractivos centrales de San Sebastián sigue siendo su sección retrospectiva, dedicada en esta ocasión a la obra completa de Ernst Lubitsch. Si bien la parte hollywoodense de su filmografía es accesible gracias al video, sus inicios en el cine mudo -cuando hacía superproducciones de época, al igual que comedias- son más difíciles de conocer. (Suponer que la Cineteca Nacional pudiera tramitar el ciclo para México, me imagino entra en la categoría de sueño guajiro).

El concurso de San Sebastián se inaugura con Ghosts, primer trabajo de ficción del otrora documentalista británico Nick Broomfield, e incluye las nuevas realizaciones de los prestigiados John Boorman, The Tiger's Tail, y Lars von Trier, The Boss of It All, que milagrosamente no fueron acaparadas antes por ningún otro festival de la temporada.

El jurado oficial ostenta también una alineación de alto perfil. Además de la presidenta Jeanne Moreau, están los cineastas Bruno Barreto, Isabel Coixet, Sara Driver y Manuel Gómez Pereira, el actor Bruno Ganz y el escritor José Saramago.

Los premios Donostia, otorgados a actores de larga trayectoria, serán para el sueco Max von Sydow y el comparativamente jovenazo Matt Dillon.

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