Usted está aquí: jueves 21 de septiembre de 2006 Deportes Badía Bonilla y Mauricio López relatan su conquista de la cima del Gashermbrum II

La montañista buscará convertirse en la primera y única del orbe en ascender más ocho miles

Badía Bonilla y Mauricio López relatan su conquista de la cima del Gashermbrum II

En 2007 desea subir al Broad Peak y luego al K-2, la segunda cumbre más alta del mundo

JORGE SEPULVEDA MARIN

Ampliar la imagen Una pareja en ascenso habló sobre los inconvenientes que enfrentaron en Pakistán Foto: Cristina Rodríguez

Fue una aventura de 72 días la que disfrutaron y sufrieron los escaladores Badía Bonilla y su esposo Mauricio López, quienes conquistaron la cima del Gashermbrum II, montaña de 8 mil 35 metros sobre el nivel del mar.

A las 13:20 horas del pasado 27 de julio los montañistas hicieron cumbre, luego de un pesado ascenso de más de 12 horas, pero dadas las benignas condiciones del clima se mantuvieron por espacio de 45 minutos admirando el fabuloso paisaje de nevadas elevaciones, cientos de nubes a sus pies y un inmenso cielo color turquesa.

La aventura de Una pareja en ascenso no pudo tener mejor suerte, ya que lejos de toparse con fuertes vientos, nevadas o climas bajo cero, la cima de la decimotercera mayor elevación del mundo, ubicada en Pakistán, los recibió con la tranquilidad de un aire respirable y un día soleado de 25 grados de temperatura que hasta los obligó a quitarse las chamarras.

Tras el obligado agradecimiento a sus patrocinadores, quienes debieron aportar los 28 mil dólares que costó la expedición, Bonilla y López dieron rienda suelta a los todavía frescos recuerdos, guardados en cientos de horas de grabación y fotografías, que compartieron en una edición fílmica de 18 minutos.

Pero apenas fue una etapa más cumplida, porque Badía está ansiosa por salir de nuevo. Tiene fijo en la mente su objetivo de convertirse, en tres años o antes, en la primera y la única en todo el orbe en escalar más ocho miles.

En 2007 desea subir al Broad Peak (8 mil 47), decimosegunda montaña más alta del planeta, ubicada en la frontera de Pakistán, India y China, y luego al K-2 (8 mil 611), la segunda más elevada, a unos kilómetros de la otra cima.

En opinión de la pareja, el regreso fue más peligroso y complicado, ya que debieron sorterar varios inconvenientes en Pakistán, convulsionado por la guerrilla y abatido por las tormentas que desaparecieron tramos kilométricos de los caminos.

Comentaron que el descenso siempre resulta más peligroso y ahora no fue la excepción, porque pese a las buenas condiciones no tuvieron gente que les ayudara a bajar todo su instrumental desde el campamento base, además de que por las severas lluvias las carreteras fueron cercenadas por las corrientes que bajaban del apretado nudo montañoso que es la zona.

Sin embargo, todo eso fue nada, pues tienen el orgullo de la misión cumplida dibujado aún en sus rostros.

 
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