Usted está aquí: miércoles 20 de septiembre de 2006 Mundo Condena Ahmadinejad en la ONU el orden internacional; sólo sirve a poderosos, dice

Reprueba en la Asamblea General las armas nucleares, químicas y biológicas

Condena Ahmadinejad en la ONU el orden internacional; sólo sirve a poderosos, dice

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen El mandatario de Irán habla ante la Asamblea General de la ONU, ayer en Nueva York Foto: Reuters

Nueva York, 19 de septiembre. En uno de los discursos más feroces, pero con tintes de sermón, escuchados ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, condenó hoy el actual orden internacional como uno que sólo sirve los intereses de unos cuantos países poderosos a costa de la gran mayoría de los pueblos que más que nada desean "justicia y la protección de la dignidad humana".

"Lo que aflige a la humanidad hoy día ciertamente no es compatible con la dignidad humana; el Todopoderoso no creó a los seres humanos para que puedan transgredir a otros y oprimirlos. Al causar guerras y conflictos, algunos están expandiendo rápidamente su dominación, acumulan mayor riqueza y usurpan todos los recursos, mientras otros aguantan la pobreza, el sufrimiento y la miseria que resulta", comenzó Ahmadinejad, tal vez el orador más esperado en esta primera jornada de sesiones de la Asamblea General.

Condenó que "algunos ocupan la patria de otros, a miles de kilómetros de sus propias fronteras, interfieren en sus asuntos y controlan su petróleo y otros recursos y rutas estratégicas, mientras otros son bombardeados diariamente en sus propios hogares, sus hijos asesinados en las calles y callejones de sus propios países y sus casas reducidas a escombros".

Pocas horas antes, en este mismo podio, había sido declarado amenaza y promotor del "terrorismo" por el presidente del país más poderoso de esta institución mundial. Ahora le tocaba responder, y al hacerlo, cuestionó el fundamento y los arreglos de esta llamada comunidad internacional.

"La pregunta fundamental es que bajo estas condiciones, ¿dónde deben buscar justicia los oprimidos? ¿Quiénes, o cuál organización defiende los derechos de los oprimidos, y suprime los actos de agresión y opresión? ¿Dónde está la sede de la justicia global?", preguntó

Tal vez sorprendiendo a algunos, el presidente iraní reprobó las armas nucleares, químicas y biológicas. "¿Qué tanto tiempo deberían los pueblos del mundo vivir bajo la pesadilla de armas nucleares, biológicas y químicas?", preguntó, y cuestionó para qué algunos poderes necesitan estas armas, si "son diseñadas para promover la paz y la democracia o, de hecho, son estas armas instrumentos de coerción y amenaza contra otros pueblos y gobiernos".

Recordó que algunos poderes habían empleado estas armas contra la humanidad, y en lo que fue un discurso estructurado en torno a una pregunta después de otra, preguntó: "¿No es posible depender sobre la justicia, la ética y la sabiduría en lugar de estos instrumentos de muerte?"

Concluyó que "la mayoría de los conflictos globales emanan de la injusticia, y de los poderosos que al no contentarse con sus propios derechos buscan devorar los derechos de los demás".

Señaló que otra gran injusticia mundial es la ocupación de países y la provocación de hostilidades, al señalar los casos de Irak, de Palestina y su larga historia de sufrimiento e injusticia y Líbano, todos casos en donde el Consejo de Seguridad de la ONU, criticó, nada ha logrado resolver.

"¿Por qué? En todos estos casos, la respuesta es evidente. Cuando el poder detrás de las hostilidades es miembro permanente del Consejo de Seguridad, ¿cómo puede éste cumplir sus responsabilidades?", dijo.

En torno a su propio país, señaló que "todas nuestras actividades nucleares son transparentes, pacíficas y bajo ojos vigilantes de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica", y preguntó quiénes cuestionan los derechos de Irán en este asunto; respondió que son los mismos gobiernos que se han beneficiado de la energía nuclear, algunos de los cuales la han empleado para hacer bombas, y que ahora usan en Consejo de Seguridad como instrumento de amenaza y coerción.

Criticó que "muchos arreglos globales se han vuelto injustos, discriminatorios e irresponsables como resultado de presiones no justificadas de algunos poderosos" y, por tanto, "las naciones no son iguales al ejercer sus derechos reconocidos bajo la ley internacional".

Agregó que "aparentemente el Consejo de Seguridad sólo puede ser utilizado para garantizar la seguridad y los derechos de algunos grandes poderes... el orden prevaleciente de las interacciones globales contemporáneas es tal que ciertos poderes se igualan a la comunidad internacional y consideran que sus decisiones son superiores a las de más de 180 países. Se consideran los maestros y gobernantes de todo el mundo y otras naciones como de segunda clase en el orden mundial".

En este contexto, preguntó que si los gobiernos de Estados Unidos o Gran Bretaña cometen una violación del derecho internacional "cuáles son los órganos de la ONU que los pueden hacer rendir cuentas. ¿Puede un consejo en el cual son miembros privilegiados abordar sus violaciones? ¿Jamás ha ocurrido?"

Respondió que ocurre justo lo contrario con estos poderes que actúan como "fiscal, juez y verdugo. ¿Este es un orden justo?" Concluyó que "se tiene que reconocer que mientras tanto el consejo no pueda actuar en nombre de toda la comunidad internacional de manera transparente, justa y democrática, no será legítimo ni efectivo".

Por tanto, propuso una profunda reforma donde la Asamblea General recupere su posición suprema, y sugirió que en el corto plazo el Movimiento de Países No Alineados, la Organización del Consejo Islámico y el continente africano debieran tener asignados un asiento permanente en el Consejo de Seguridad.

El mandatario iraní, que había incluido referencias al Todopoderoso en varias partes de su discurso, transformó su conclusión en un sermón, al declarar que "es esencial que la espiritualidad y la ética ocupen su lugar indicado en las relaciones internacionales", ya que sin eso no se pueden garantizar la justicia, la libertad y los derechos humanos.

Afirmó que el ser humano es criatura de Dios, y todos son dotados de los mismos derechos, e iguales. Por tanto, "la paz sustentable y tranquilidad en el mundo sólo puede ser lograda mediante la justicia, la espiritualidad, ética, compasión y respeto por la dignidad humana", y con ellos "las naciones pueden probar la dulzura de un futuro mejor" al buscar "la perfección humana", ya que es el imperativo de Dios.

Aseveró que todos los profetas -Adán, Moisés, Jesucristo y Mahoma- "han llamado a la humanidad hacia el monoteísmo, justicia, hermandad, amor y compasión", en la espera del Salvador "que se ha prometido a todos los pueblos".

Y con ello, declaró, "¡Oh! Dios Todopoderoso, todos los hombres y mujeres son tus criaturas y tú has ordenado que sean guiados y salvados", y pidió que enviara al "ser humano perfecto" que fue prometido.

El Dios convocado por el presidente George W. Bush unas horas antes al concluir con su "Dios nos bendiga", y el Dios convocado por Ahmadinejad podrían convertir a la ONU en una iglesia, templo o mezquita, pero por el momento con este discurso cerró el primer día de lo que amenaza convertirse en una debate entre Dios y el diablo, aunque aún está en disputa quién habla en nombre de quién ante esta llamada "comunidad internacional".

Tal vez en lugar de un nuevo secretario general, la ONU debería anunciar que se solicitan, urgentemente, profetas para encabezar esta etapa de la historia.

 
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