Usted está aquí: miércoles 20 de septiembre de 2006 Espectáculos Metro Balderas sonó fuerte in situ para recordar a Rockdrigo

El homenaje luctuoso del Profeta del Nopal congregó a gente de todas las edades

Metro Balderas sonó fuerte in situ para recordar a Rockdrigo

A la cita llegaron Alejandro Vicencio, La Tía de las Muchachas y Heavy Nopal, entre otros músicos

El sábado próximo se realizará otro concierto en el Centro Cultural José Martí

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Uno de los momentos del tributo al creador de la música rupestre Foto: María Meléndrez Parada

"¡Yo sí tengo tiempo!", gritó un chavo cuando el roquero Alejandro Vicencio dijo que iba a cantar la última para dejar paso al siguiente artista, en el pasillo del Metro Balderas de la línea 1, durante el homenaje a Rockdrigo González, en el 21 aniversario de su muerte, acaecida el 19 de septiembre de 1985, en los temblores que sacudieron la ciudad y la conciencia de la sociedad civil.

A un ladito de la placa que tiene escrita la letra de Metro Balderas -que la memoria guarda como una de las canciones urbanas de amor más queridas y famosas en el DF-, que hizo el Dylan rupestre, los músicos participantes enchufaron sus instrumentos. La verdad, el sonido se escuchó hueco, hasta feo, pero eso no fue óbice. Un señor de edad avanzada vestía una playera ya muy deslavada, estampada con el rostro de Rockdrigo; varias señoras y hasta ancianas se pararon en primera fila para escuchar el concierto-tributo.

Rockdrigo ha sumado adeptos, a 21 años de muerte. Muchos jóvenes fueron a estar, de alguna manera, con él, y para cantar sus rolas, esas que le salían, decía, del "túnel de la cantada".

Chiflidos. Que ya comience. Alejandro Vicencio tomó su lira y se reventó Puedes y Muchacha con suerte. Ritmo machacón. La letra es una metáfora nacida, inspirada, en el concreto y en calles de terracería. En el horizonte, perros callejeros, troles, micros, combis, casas, en obra negra eterna. Y una forma insólita de sobrevivir. No hay para la renta y tampoco trabajo. La lírica es a fuerza de respirar la calle, la noche.

Llegó una canción que Vicencio definió como "una de las más tristes y más bellas": Distante instante. La gente la coreó. Ante ese murmullo, a lo lejos; el sentimiento, a unos cuantos metros, otros se detuvieron. Ya es una bolita. Corrían las 12 del día. "Si pudiera borrarte aquellos tristes recuerdos..."

Cierra con un poema del Profeta del Nopal: Voy a construir una canción. De amor. "¡Chíngate otra!", "¡Aquí nadie tiene prisa!" Pero tiene que irse.

Le dan chance a unos chavitos que vienen desde Tultitlán, "donde todo el santo día se tocan las rolas de Rockdrigo", quienes se avientan El rock del Ete, ese que dondequiera se mete... Escondan a sus hermanas... Son los más nuevos de los neorrupestres. Se hacen llamar PJ Rock & Blues.

Entraron (es un decir) Miguel Angel Franco y Julio Sánchez, que integran La Tía de las Muchachas, tocaron La máquina del tiempo y No tuvo tiempo. "¡Aquí nadie tiene prisa!"

Cita más que simbólica

Había algarabía. Aplausos para Heavy Nopal, grupo con muchos años en la escena y que llegó a tocar con Rockdrigo, Para ellos estar cada año en el Metro Balderas es más que simbólico. Hasta lo creen su derecho. Abren con Tiempo de híbridos, que se la saben todos. A las 12:50 se escuchó la más esperada de todas: Metro Balderas. In situ, en su mero mole. Las letras de la placa colocada en ese pasillo parecieron resaltar. "Sáquese de aquí, señor operador, Hágase a un lado que ahí le voy; mejor haga caso o le doy un balazo..."

Hubo quienes se movieron al ritmo de esa rola: lento, pero macizo.

Siguieron con Buscando trabajo, que muchos toman como propia, pues están desempleados. El trabajo... ¡al carajo! Los metronautas que nunca serán metrosexuales) si acaso milímetros sexuales, entienden lo que quiso decir Rockdrigo. "Para las jefecitas roqueras ahí les va Ama de casa. El silencio envolvió a la concurrencia. La letra pegó, la melodía envolvió. "Esa rola duele". Siguieron con Así. Ahora Un asalto chico, que a las 12 horas se escuchó en las bocinas del Metro Balderas, en todos pasillos.

Qué feo estoy, que es la pura neta. La estética griega ha quedado atrás, con los clásicos.

Adiós con Oh, yo no sé. El tema es cábula, cual debe. Así, dijeron, era el Rockdrigo.

Auténtico y original

Para Vicencio, "estar aquí es un honor. Los que estamos aquí estamos influidos por Rockdrigo, un músico auténtico y original. Aquí hay muchos chavitos a los que les gusta su música. Fue un profeta y muchos de los temas de los que habló surgieron después, como la globalización". Alejandro Zaragoza, de Tultitlán (colonia Alborada Uno), dijo que sigue la música de Rockdrigo "porque me gusta el R&B".

Angel Franco, de La Tía de las Muchachas, expresó: "Con este homenaje pretendemos rescatar las tradiciones urbanas, en este caso la música. Donde me presento llevo el mensaje de Rockdrigo". Rafael López, voz y bajo de Heavy Nopal, dijo: "Se renuevan los rupestres. Para nosotros estar aquí es casi una obligación. De hecho fue un gran camarada nuestro. Venimos a recordarlo, con gente de todas las edades. Hemos grabado tres discos con aproximadamente 30 de sus rolas. A mí la que más me gusta de él es Ama de casa. Gracias a Rockdrigo, que nos dejó todo esto".

El homenaje fue organizado por la delegación Cuauhtémoc. El sábado 23 de septiembre, en el Centro Cultural José Martí, continuará el tributo a Rockdrigo González, a partir de las 11 horas.

 
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