Preparan fuerte condena al terrorismo y un enérgico rechazo al término eje del mal

Respaldo absoluto de los países no alineados al proyecto nuclear iraní

Fin al embargo estadunidense a Cuba, entre los resolutivos que presentará el Noal

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 11 de septiembre. En un tácito respaldo a Irán en su confrontación con Estados Unidos, los países no alineados reunidos aquí defenderán el "inalienable derecho" de las naciones en desarrollo a "la investigación, producción y uso de la energía nuclear para fines pacíficos sin discriminación", reclamarán el cese del bloqueo económico a Cuba y denunciarán las "políticas agresivas" de Washington contra Venezuela.

La decimocuarta Conferencia Cumbre de los Países no Alineados (Noal) empezó a sesionar hoy a nivel de expertos, para negociar la Declaración Final del encuentro.

Decenas de jefes de Estado o de gobierno, como el sirio Bashar Assad, el zimbabwense Robert Mugabe, el iraní Mahmud Ahmadinejad, el bieloruso Alexander Lukashenko y el venezolano Hugo Chávez, son esperados para participar en el cónclave del movimiento de 116 países, que representan a unos dos tercios de la Organización de Naciones Unidas.

El proyecto de Declaración Final sólo menciona a Estados Unidos al referirse a Cuba, Siria y Venezuela, pero en sus más de 90 páginas mantiene una constante crítica a Washington. En algunos tramos hay una virtual descripción de las acciones del gobierno del presidente George W. Bush en el mundo, sus posiciones en los foros mundiales, sus conflictos bilaterales, sus decisiones unilaterales y los trazos de la época unipolar.

En contrapartida, el Noal abre un ancho carril para reinsertar sus posiciones, que ya no se explican, como en su fundación hace 45 años, por distanciarse de los dos bloques militares de la guerra fría, sino por la defensa de la legalidad internacional, el multilateralismo, el relanzamiento del protagonismo del movimiento y su alegato contra lo que resulta un retrato hablado de la política exterior estadunidense, como en la denuncia del uso de la fuerza, las amenazas y las medidas de coerción en las relaciones internacionales.

La Declaración condena "con fuerza e inequívocamente" al terrorismo "en todas sus formas y manifestaciones", pero exige que no se equipare a ese fenómeno con la lucha de los pueblos bajo dominación colonial o intervención extranjera.

Rechaza el uso del término eje del mal (que en el lenguaje estadunidense se aplica a Corea del Norte, Irán y Siria) para señalar estados "bajo el pretexto de combatir el terrorismo", y también impugna la elaboración de listas de gobiernos que supuestamente patrocinan ese fenómeno y que, aduce el texto, son, a su vez, "una forma de terrorismo político y sicológico".

La Declaración objeta "la adopción por ciertos estados de la doctrina de ataque preventivo, incluido el ataque nuclear, que es contrario al derecho internacional".

También condena "todas las acciones militares unilaterales o el uso de la fuerza o la amenaza del uso de la fuerza contra la soberanía, integridad territorial e independencia de los países no alineados"; expresa su "profunda preocupación" por la adopción de sanciones de Estados Unidos contra Siria y pide al gobierno de Bush que las anule.

La Declaración Final y otros resolutivos serán revisados por los cancilleres entre el miércoles y el jueves, para llevarlos el fin de semana a la aprobación definitiva de los mandatarios.

Un capítulo del documento respalda casi línea a línea la posición de Irán en su disputa con Estados Unidos por el programa nuclear. El Noal rechaza "los intentos de cualquier Estado para el empleo del programa de cooperación técnica de la Agencia Internacional de Energía Atómica como herramienta para fines políticos", y ratifica su tesis de eliminación total de las armas nucleares.

En una virtual prevención del escalamiento de presiones contra Teherán, los países no alineados rechazan "cualquier ataque o amenaza de ataque contra instalaciones nucleares pacíficas, en funcionamiento o en construcción".

La Declaración llama al gobierno de Washington "a poner fin al embargo económico, comercial y financiero contra Cuba". Expresa su "profunda preocupación por la naturaleza extra-territorial" de la represalia y por su reciente reforzamiento; reclama a Estados Unidos la devolución del territorio de Guantánamo donde tiene instalada una base naval; el cese de las "transmisiones agresivas de radio y televisión" contra la isla y considera esas medidas como "una violación de la soberanía de Cuba y una violación masiva de los derechos humanos de su población".

En otra mención a Estados Unidos, el texto respalda al gobierno del presidente Hugo Chávez, reconoce que hay garantías para unas elecciones creíbles y transparentes en diciembre próximo, manifiesta preocupación por las "políticas agresivas del gobierno" de Washington contra Venezuela y reivindica el "inalienable derecho" de ese país a determinar su forma de gobierno y "escoger su propio sistema económico, político y social, libre de intervención externa, subversión y coerción".

En alusión al anticastrista Luis Posada Carriles, preso en Estados Unidos, los mandatarios apoyan la petición venezolana a Washington de extraditar a los "responsables del ataque terrorista" a un avión civil cubano en 1976 y "rechazan la protección dada a los individuos acusados de perpetrar" esa acción.

En un amplio capítulo sobre terrorismo, el Noal definió sus posiciones, en sustancia, en estos puntos: 1) Condena en todas sus formas y manifestaciones, venga de donde venga y quien quiera que sea la víctima, 2) No puede equipararse con la "legítima lucha de los pueblos bajo dominio colonial u ocupación extranjera", 3) Todos los estados deben cumplir efectivamente su compromiso de combatir la organización, preparación o financiamiento de actos terroristas contra otros estados, 4) Rechazo a las amenazas o uso de la fuerza contra un país, "bajo el pretexto de combatir el terrorismo", incluyendo la clasificación de "estados patrocinadores del terrorismo".

Mientras, en Miami, un magistrado federal recomendó liberar de un centro de detención migratorio en Texas a Posada Carriles. El magistrado Norbert Garney determinó que Posada Carriles, detenido en El Paso, Texas, desde mayo de 2005 por entrar ilegalmente a Estados Unidos, y con una orden de deportación pendiente, ha hecho todo lo posible porque un país lo reciba pero sus intentos no han rendido fruto, informó Afp.

La recomendación del magistrado se hizo a un juez federal -de mayor rango- quien debe tomar la decisión final en torno a la liberación, y será efectiva si la Fiscalía no la objeta en 10 días, según los documentos.