Usted está aquí: lunes 11 de septiembre de 2006 Sociedad y Justicia Los remedios caseros, antídotos muy peligrosos para la cura de niños

Su aplicación como laxante puede dañar la función pulmonar, advierte especialista

Los remedios caseros, antídotos muy peligrosos para la cura de niños

Los médicos precisan que estas ideas de sanación son falsas y para nada efectivas

GABRIEL LEON ZARAGOZA

Remedios caseros de origen ancestral, como el uso de aceites y grasas laxantes en los bebés para desparasitarlos y curarlos de empacho, estreñimiento y congestión nasal son antídotos "altamente peligrosos", pues su ingesta representa un riesgo latente porque pueden broncoaspirar estas sustancias y con ello dañar su función pulmonar. Además, su empleo con fines presuntamente curativos no es remedio efectivo.

Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportan que aunque no se cuenta con estadísticas fidedignas en el país sobre la incidencia de este problema de salud, se estima que 30 por ciento de los casos de los niños con problemas digestivos o respiratorios se relacionan con la administración de alguna sustancia grasa.

Para los problemas digestivos los remedios más socorridos entre las madres mexicanas son los aceites de ricino, de oliva y de almendras dulces, así como la grasa de pollo y la manteca de cerdo.

En los casos de congestiones nasales es común que las familias mexicanas tradicionalmente apliquen gotas de aceite gomenolado o el petrolato, para eliminarle lo mormado a los infantes.

El especialista del Servicio de Pediatría del Hospital General Regional Gabriel Mancera, José Luis Galicia, explicó que el uso de estos remedios es más frecuente en los primeros tres meses de vida de los menores, etapa en la que se presentan la distensión del estómago, flatulencias y evacuaciones líquidas. A estos síntomas presentados en este periodo, las madres lo refieren como que los bebés están "aventados".

"Ante este cuadro, la madre trata de aliviar a su bebé y le da a tomar una cucharadita de aceite para que 'haga estómago' y lo que coma no le vaya a hacer daño; otras veces porque 'su hijo está enlechado' o para que elimine lo que tienen 'pegado en el estómago'", señaló.

El especialista médico precisó que todas estas ideas son falsas y que ningún remedio es efectivo.

Lo que las madres llaman "empacho", médicamente se llama dispepsia transitoria del recién nacido, y se debe a que la leche materna provoca gases, y algunos niños tienen problemas para eliminarlos. En este periodo, abundó, es normal que los bebés tengan evacuaciones líquidas o semilíquidas, de olor ácido o fétido y de color verde-amarillo, ya que la leche es un laxante.

 
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