Dedica la Mostra jornada al cine de AL

Venecia, 8 de septiembre. Una jornada entera de la edición 63 de la Muestra del Cine de Venecia ha sido dedicada al cine latinoamericano, en la cual se presentaron cuatro largometrajes en varias de las secciones paralelas del festival, entre ellas Mientras tanto, del argentino Diego Lerman, y El cobrador, del mexicano Paul Leduc.

De los cuatro filmes, tres, Mientras tanto, segundo largometraje de Lerman, presentado en las Jornadas de los Autores junto con Chicha tu madre, del peruano Gianfranco Quattrini, y El amarillo, del debutante argentino Sergio Mazza, invitado para la Semana de la Crítica, fueron producidos o coproducidos por Argentina.

La selección de tantas obras producidas por ese país para el festival veneciano confirma el buen estado de su cinematografía, que aporta fondos desde hace varios años para la realización de casi 100 largometrajes anuales, lo cual ha fomentado el nacimiento de una nueva generación de cineastas en América Latina (AL).

Leduc, innovador

El cuarto filme proyectado en la sección Horizontes, uno de las más innovadores del certamen, fue El cobrador, del mexicano Paul Leduc, quien regresa a la dirección cinematográfica después de 13 años.

Considerado como uno de los representantes del mejor cine independiente de los años 70, el autor de Reed: México insurgente (1970) y Frida, naturaleza viva (1983), presenta un filme sobre la globalización de la violencia.

"La intención del filme era suscitar controversia", reconoció el cineasta, quien toca temas como por la violencia, la rebelión, los homicidios inexplicables, la locura y la pobreza.

La cinta se inspira en los cuentos de Rubem Fonseca sobre la temida figura de el cobrador, y en las fotos de Sebastiao Salgado dedicadas a los mineros de oro de Serra Pelada, entre el Río Amazonas y el Río Vermelho.

Afp