Usted está aquí: sábado 2 de septiembre de 2006 Opinión EL FORO

EL FORO

Carlos Bonfil

Niña mala

EL 26 FORO Internacional de la Cineteca se presenta, a partir de esta semana, en dos salas de la Cineteca Nacional, todo el mes de septiembre, y en un circuito de exhibición paralela que incluye siete sedes más en la ciudad de México. Hay 13 propuestas: 10 obras de ficción y tres documentales. Un conjunto dominado por nueve cintas hispanoamericanas que esta vez, de manera inédita, suman las dos terceras partes del programa. El criterio de selección favorece así la proyección de una mayoría de cintas de habla hispana. Dado el impulso que la Cineteca ha dado en los años recientes a la difusión del cine latinoamericano, cabe esperar que lo decisivo en esta opción haya sido predominantemente su calidad y no sólo la disponibilidad de las cintas.

EL ARRANQUE DEL foro no deja de ser interesante. Niña mala (Hard candy), del videoclipero y publicista estadunidense David Slade, es un primer largometraje que propone una inquietante historia de acoso sexual y pedofilia, donde las cartas del juego no dejan de moverse todo el tiempo, hasta el momento en que víctima y victimario compiten en astucia, crueldad e instintos de revancha. Un juego de masacre entre un hombre de 32 años, Jeff Kohlver (Patrick Wilson / En compañía de los hombres, Neil LaBute), y una adolescente de 14, Hayley Stark (la canadiense Ellen Page, 18 años al inicio del rodaje). El título elegido en español de entrada vende la trama. Sin embargo, son muchas las sorpresas, vueltas de tuerca y logrados momentos de suspenso, que mantienen al espectador cautivado y, no pocas veces, indignado. El director juega con la incorrección política, pero mide sus efectos y evita ser demasiado explícito. Presenta el confinamiento y la tortura física y sicológica de un presunto violador en manos de una avispadísima adolescente, sin jamás concluir nada sobre las responsabilidades morales de cada personaje. El guión de Brian Nelson parece alimentarse de un ánimo paranoico en boga, de fantasmas de castración, de la humillación masculina al cabo de una violenta Venganza sexual (Alexandra's project, del austriaco Rolf de Heer) o de los planteamientos morales del Nobel sudafricano J.M. Coetzee en su novela Desgracia, o del teatro de inquisición sexual, Oleanna (David Mamet), llevados a puntos límite en el cine actual de suspenso. Jeff, el fotógrafo de moda, es objeto de un escrutinio despiadado de la joven presa engatusadora, que pronto revela habilidades refinadas en la malicia y el hostigamiento vengativo. Misionera de la reparación del agravio sexual, coleccionista de insectos sexistas diseccionables, furia adolescente incontenible, Hayley Stark se convierte de una escena en otra en una presencia implacable. Un caramelo relleno de arsénico, disuasión radical para todo violador en potencia.

EN NIÑA MALA una primera parte de construcción dramática impecable da paso a un desenlace efectista próximo al sensacionalismo. Con todo, persiste el malestar moral y la ambigüedad en los comportamientos y los indicios reveladores que jamás son concluyentes. Una notable opera prima.

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