Usted está aquí: sábado 2 de septiembre de 2006 Mundo Moscú oculta lo ocurrido en la matanza de la escuela en Beslán, estiman rusos

Las fuerzas de seguridad precipitaron el baño de sangre: familiares de las víctimas

Moscú oculta lo ocurrido en la matanza de la escuela en Beslán, estiman rusos

La investigación oficial sólo pretende que no se sepa toda la verdad, cree 56% según sondeo

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Ampliar la imagen A dos años de la matanza en la escuela de Beslán, familiares de niños muertos visitan el cementerio del pueblo para recordar a las víctimas Foto: Ap

Moscú, 1º de septiembre. Dos años después del baño de sangre en que terminó la captura de más de mil rehenes por un comando separatista checheno en la escuela de Beslán, la mayoría de los rusos coincide en que las autoridades no están interesadas en que se sepa toda la verdad de lo ocurrido en esa localidad de la república norcaucásica de Osetia del Norte, los primeros tres días de septiembre de 2004.

Según un reciente sondeo de opinión del prestigiado Centro Levada, apenas 12 por ciento de los encuestados cree que el Kremlin desea esclarecer esos trágicos hechos, mientras 56 por ciento está convencido de que la investigación oficial sólo pretende ocultar las evidencias que ponen en entredicho el éxito de la operación de rescate, que cobró 332 vidas, una tercera parte de los rehenes, la mayoría niños.

La desconfianza hacia los miembros de la comisión parlamentaria, instaurada con el visto bueno del Kremlin, es tal que la directiva de Madres de Beslán, organización que agrupa a las mujeres que perdieron a sus hijos y que se constituyó con el exclusivo propósito de exigir una investigación justa, les pidió públicamente no participar durante estos días en ninguna ceremonia luctuosa en el cementerio donde están enterrados sus seres queridos.

Los familiares de las víctimas tampoco quieren ver ahí a algún alto funcionario de la procuraduría ni de los servicios de seguridad porque "estos dos años demuestran que nos alejamos de la verdad cada vez más, que se manipulan los hechos", explica un comunicado de Madres de Beslán.

Solos con su dolor recordaron hoy los habitantes de Beslán a su víctimas, en el primero de tres días de duelo ahí, marcado por un silencio absoluto en toda la ciudad que dijo más que cualquier acto pomposo en las ruinas de lo que fue la escuela.

Al mismo tiempo, Voz de Beslán, otra organización que agrupa a los deudos de la tragedia, reiteró hoy que se les diga toda la verdad. Descontentos con la forma en que la procuraduría lleva el caso, apelaron a la Suprema Corte de Rusia y solicitaron su intervención para encontrar respuesta a las muchas preguntas que siguen sin respuesta.

De acuerdo con el diputado opositor Yuri Saveliev, único miembro de la comisión parlamentaria que se distanció de la misma y quien acaba de publicar sus conclusiones divergentes en un informe de más de 700 páginas, con numerosos anexos documentales y fotografías, las primeras explosiones en la escuela, clave para entender qué determinó el comienzo del asalto por las fuerzas de seguridad, fueron provocadas "desde fuera", con morteros y lanzallamas.

La versión oficial sostiene que la operación de rescate comenzó "cuando los terroristas hicieron explotar dos bombas en el gimnasio de la escuela", donde se encontraba el mayor número de rehenes.

Saveliev, que cambió la academia por la política en abril de 1999, cuando era rector del Instituto Politécnico Militar de San Petersburgo y despidió a cuatro profesores estadunidenses en protesta por los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en la entonces Yugoslavia, da a entender en su informe que el FSB (Servicio Federal de Seguridad) provocó con morteros y lanzallamas las explosiones en la escuela, que endosó a los secuestradores para justificar la operación de rescate.

Con ello, se habría cumplido la tajante orden del Kremlin de "no negociar con los terroristas", cuando las autoridades civiles de Osetia del Norte habían alcanzado el acuerdo de que el entonces líder separatista de Chechenia, Aslan Masjadov, viajara a Beslán y entrara al edificio escolar para convencer a los miembros del comando (subordinados a Shamil Basayev, el jefe del sector más radical de los independentistas) de dejar en libertad a los cautivos.

Se ofrecieron garantías a Masjadov y un aeródromo, mientras los familiares de los rehenes -sabedores del alto costo en vidas que tendría un asalto- habían formado una valla humana para impedir, algunos armados con escopetas de caza, un "rescate" de las fuerzas de seguridad.

Casualidad o algo mucho peor, el asalto de las fuerzas de seguridad empezó una hora después de que se conoció el entendimiento entre Dsazojov y Masjadov.

Otras muy importantes conclusiones de Saveliev, reconocido experto en explosivos y física de combustión, son:

Los servicios de seguridad de Osetia del Norte tuvieron conocimiento al menos con tres horas de anticipación de que se produciría la captura de rehenes en la escuela tomada por el comando, pero nada emprendieron para impedirlo.

El FSB también actuó con negligencia al no detectar los preparativos ni desplazamientos del comando checheno. Para colmo, entre los atacantes se identificó a un supuesto "agente" suyo, que debía estar en la cárcel cumpliendo condena (al parecer, lo dejaron en libertad cuando aceptó "colaborar como informante" de los rusos).

El presidente norosetio Dsazojov propuso canjear a los rehenes consigo mismo y 800 funcionarios de su gobierno y diputados de la república, pero las autoridades federales lo prohibieron y hasta amenazaron con arrestar al político.

Asimismo, cuando aún había rehenes en la escuela, se utilizaron morteros y lanzallamas, de igual forma que hubo disparos de tanques y lanzamientos de misiles desde helicópteros, acusaciones que desmienten la versión oficial.

Mientras se bombardeaba la escuela desde tierra y aire, las fuerzas de seguridad recibieron la orden de ingresar al edificio solamente dos horas después de las primeras explosiones. También con retraso se autorizó apagar el incendio en el gimnasio, tardanza que provocó el desplome del techo y aplastó a muchos heridos.

Y en contra de lo que aseguran las autoridades, en el sentido de que el comando estaba formado por 32 miembros, hay indicios para afirmar que en realidad hubo no menos de 70 atacantes, esto es, que lograron escapar cerca de 40.

 
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