Usted está aquí: sábado 2 de septiembre de 2006 Capital Cerco militar frenó actividades en área de 9 kilómetros cuadrados

Muro, toletes y tanquetas resultaron inútiles ayer, señala dirigente perredista

Cerco militar frenó actividades en área de 9 kilómetros cuadrados

Estaciones del Metro, bancos, mercados y avenidas fueron cerrados con motivo del Informe

JOSEFINA QUINTERO, GABRIELA ROMERO Y AGUSTIN SALGADO

En más de nueve kilómetros cuadrados o tres kilómetros a la redonda toda actividad de los ciudadanos fue suspendida; los mercados de Sonora, Jamaica y La Merced permanecieron cerrados; más de 10 estaciones del Metro dejaron de funcionar; decenas de avenidas permanecieron cerradas a la circulación y cientos de empleados terminaron antes sus actividades, e incluso hubo quienes las suspendieron completamente.

Todo ello provocado por el cerco metálico y la presencia de casi 4 mil policías federales en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, en lo que fue calificado de virtual estado de sitio.

Para el presidente del Partido de la Revolución Democrática del Distrito Federal, Martí Batres Guadarrama, el gobierno de Vicente Fox hizo "el ridículo" al levantar un muro para impedir que los simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos "obstruyeran" su Informe de gobierno.

Sin embargo, aseguró, "los seguidores de Andrés Manuel López Obrador no fueron al Congreso y de cualquier manera no hubo informe presidencial".

Muro "inútil el de Fox, sería mejor que lo retiraran porque de todas maneras no va a detener el éxito de la lucha contra la imposición", sentenció el dirigente perredista.

La zona sitiada

Alrededor de 90 manzanas fueron sitiadas y al final de la jornada los toletes y escudos de la Policía Federal Preventiva (PFP) y las tanquetas del Estado Mayor Presidencial (EMP) resultaron inútiles.

Empleados bancarios, personal de oficinas de recaudación de impuestos, trabajadores de gasolineras, meseros de loncherías y diableros permanecieron inactivos. Ya fuera por la falta de clientela o por el cierre de sus centros de trabajo.

-¿Nos dejarán pasar? -preguntó un menor a su madre en la acera de Fray Servando Teresa de Mier.

-Pues tienen que hacerlo, nosotros vivimos aquí" -recibió como respuesta.

Finalmente lograron traspasar la muralla metálica, pero para lograrlo caminaron más de siete cuadras y tuvieron que identificarse en más de dos retenes.

Las colonias afectadas fueron Penitenciaría, Artes Graficas, 10 de Mayo, Jamaica, Merced, Sevilla, Balbuena, Aeronáutica Militar, 24 de Abril, Alvaro Obregón, Magdalena Mixhuca Pueblo, Moctezuma y Del Parque, esta última fue donde se concentró al mayor números de elementos del EMP y la PFP.

El frente poniente del cerco fue el más resguardo. Cada bocacalle de avenida Congreso de la Unión, en su tramo de Viaducto al Eje 1 Norte, permaneció amurallado.

No fueron los mercados más tradicionales de la delegación Venustiano Carranza los únicos centros de comercio que cerraron, también pequeñas misceláneas, varios locales del mercado de San Ciprián y cadenas de restaurantes resintieron el cerco militar.

"Yo trabajo un poco más hacia al centro. Cada viernes vengo a comer al restaurante que está en la esquina de Fray Servando Teresa de Mier y Congreso de la Unión, pero ahora ni siquiera puedo pasar y cuando le pregunté a uno de los encargados del retén por dónde me podían autorizar el acceso, se rió y me dijo que 'ni siquiera estaba abierto'. No puedo aceptar una cosa así", aseguró un transeúnte.

Por su parte, Juan Manuel, uno de los pocos comerciantes del mercado de San Ciprián que trabajó el día de ayer, aseguró: "No se puede. Llevamos semanas enteras en que no nos dejan salir. Prácticamente estamos secuestrados por los policías y no vendemos nada".

Comercios cerrados

A diferencia de otros días, ayer las joyerías que se encuentran ubicadas frente a la Plaza de la Constitución permanecieron cerradas, al igual que algunas sucursales bancarias como Inverlat, en las calles de Isabel La Católica, 20 de Noviembre, Merced y Lagunilla.

Las calles del Centro Histórico lucían vacías, salvo Madero, donde el movimiento de los campamentos daba vida a la zona.

Algunas guarderías como la Estancia Bienestar y Desarrollo Infantil 15, en la calle República de Chile, número 20, se colocaron cartulinas en las que se leía que por seguridad de sus hijos no se abrirían las instalaciones.

Adriana González, trabajadora de la zona, explicó que el jueves, al dejar a su hija en la guardería, se les avisó que trabajarían mediodía; sin embargo, cuando la fue a recoger, se le dijo que no habría servicio.

En la esquina de Isabel La Católica, frente a una sucursal bancaria, la señora Jiménez reaccionó con un "no tienen madre", al ver el letrero que decía "cerrado".

"A quá le tienen miedo, esto es una exageración. El Presidente va a dar el informe en San Lázaro, no aquí. Ya nos cerraron las estaciones del Metro y también nos cierran los bancos".

Al hacer un recorrido del Centro a Insurgentes, en los cristales de las sucursales bancarias se podían leer letreros en lo que se avisaba a los usuarios que por razones de seguridad cerrarían a las 13:30 horas o de plano "pase a la siguiente sucursal".

Pese a ser un día hábil muchas escuelas de la Zona Rosa tampoco tuvieron clases y en algunas oficinas se dejó salir a los trabajadores antes de las tres de la tarde.

 
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