Usted está aquí: viernes 1 de septiembre de 2006 Opinión La ruptura

Luis Javier Garrido

La ruptura

El fraude electoral decidido, conducido y orquestado por Vicente Fox y Carlos Salinas de Gortari con la pretensión de imponer en la silla presidencial a Felipe Calderón, está llevando al país a una gravísima crisis política que se manifiesta ya por un escenario de ingobernabilidad, y los únicos que no parecen darse cuenta de la gravedad son los integrantes del grupo gobernante, que siguen apostando aún a que una serie de decisiones autoritarias podrán imponer otra vez la aparente "normalidad".

1. La crisis política se ha ahondado de manera casi irreversible tras la resolución sobre los 375 juicios de inconformidad presentados contra la elección presidencial, pues los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, abdicando de sus responsabilidades constitucionales, se negaron de manera irresponsable a analizar conforme a derecho las evidencias descomunales del fraude organizado desde Los Pinos y procedieron a una burda simulación de lo que debería ser la aplicación de la ley leyendo un fallo de absoluta sumisión al grupo golpista de El Yunque (28 de agosto), que probablemente ni siquiera redactaron, y que contribuye a enrarecer aún más la vida pública del país.

2. El sexenio foxista termina en medio de uno de los escenarios más críticos por los que ha atravesado el país en los últimos tres cuartos de siglo tras la brutalidad del fraude electoral y el cinismo de la "clase política" panista y priísta en su tentativa de consumarlo, y a la que sólo le falta dar dos pasos para imponerlo: a) la decisión final del tribunal a principios de septiembre, que consumaría la ruptura del orden constitucional de la República, y b) la transferencia de la banda presidencial el 1º de diciembre a un presidente espurio, Felipe Calderón, quien no ganó las elecciones, en lo que sería un verdadero golpe de Estado.

3. El repudio popular hacia Vicente Fox, erigido en uno de los más descarados delincuentes de Estado que ha tenido México, no sorprende, sobre todo ahora que pretende una vez más burlarse del pueblo en su último Informe de Gobierno, como hizo hace años ocupando anticonstitucionalmente la presidencia, gracias al PRI y a la complicidad de Salinas y de Zedillo, siendo que su padre se asumía estadunidense y su madre española (La Jornada, 30/8/06).

4. La respuesta de Andrés Manuel López Obrador al grupo de extrema derecha que se ha apoderado del poder público, luego de que el tribunal diese un paso más para convalidar el fraude a la voluntad ciudadana, no deja duda del escenario político que se avecina y de la trascendencia del momento que vive el país, pues el mismo día del fallo de los magistrados de la sala superior (29 de agosto) dio a conocer el Proyecto de Resolución que presenta al pueblo de México para su análisis, discusión y, en su caso, para su aprobación en la convención nacional democrática, convocada para el 16 de septiembre en el Zócalo, y que constituye uno de los textos políticos más importantes en la historia reciente de México.

5. López Obrador propone a los mexicanos que ante la magnitud del fraude y la gravedad de sus implicaciones para la integridad de la nación y los derechos básicos del pueblo, a) ha de rechazarse con todo vigor la usurpación, desconocerse a Calderón como presidente, al igual que a los funcionarios que él designe y los actos de su gobierno de facto y b) constituir un Gobierno de la República o una coordinación de la resistencia, y ratificar a un presidente legítimo o elegir a un jefe de Gobierno a un encargado del Ejecutivo o a un coordinador de la resistencia para llevar a cabo un programa con cinco ejes fundamentales: defensa de los pobres, humillados y excluidos, reivindicación del patrimonio de la nación, derecho a la información, lucha contra la corrupción y la impunidad, y renovación de las instituciones.

6. El momento que vive el país, como ahí se lee, es de una definición histórica, y el de los mexicanos es hoy de definición personal ante la situación. El tribunal, como otras instituciones del Estado, han sido llevadas por Fox a la ilegalidad con el propósito de defender sus intereses personales y los de sus amigos en una situación de deterioro sin límites, por lo que es imposible para cualquier ciudadano libre respetar sus decisiones espurias tomadas en función de intereses particulares y de grupo.

7. La apuesta que ha hecho el grupo gobernante de que podrá controlar la situación y logrará imponer a Calderón en Los Pinos por los mecanismos priístas tradicionales, está desconociendo la nueva realidad del país. El gobierno foxista, incapaz de entender las dimensiones del agravio que ha hecho a la nación, cree posible en su inconciencia que será capaz de someter el descontento popular por la vía de la fuerza represiva, y que al mismo tiempo tendrá los recursos para disciplinar a los dirigentes de las organizaciones populares e incluso de la coalición Por el Bien de Todos con medidas de cooptación, para que en unos meses, al igual que en 88, con alguna acción demagógica (un quinazo) y la oferta de reformas político-electorales para olvidarlo todo, Calderón se "legitimaría" y las aguas volverán a la supuesta "normalidad", pero la realidad lo está desmintiendo.

8. El escenario poselectoral de 2006 no se parece a ningún otro, pues los actores políticos fundamentales no son los integrantes del viejo régimen que intentan mantenerse en el poder por la vía de la corrupción y la simulación. No lo son Salinas ni Fox, ni Calderón y sus cómplices en el fraude contra el pueblo de México, y ni siquiera los partidos y las organizaciones tradicionales, sino los amplísimos sectores de mexicanos que están respaldando ya la iniciativa de López Obrador para defender los derechos de la nación y de todos los mexicanos e impulsar una profunda renovación del país y de sus instituciones y, junto con ellos, el dirigente político en el que creen y confían y que no los ha defraudado.

9. Los cientos de miles de mexicanos que han empezado a adherirse con entusiasmo a la convención nacional democrática están abriendo ya una nueva etapa histórica en la vida de la nación, que antes del fraude nadie imaginaba, y que parte de las elecciones del 2 de julio, las cuales hasta ahora se están saldando no por el reconocimiento del triunfo del gobernante electo por la mayoría de los ciudadanos, sino por un brutal atentado contra la soberanía nacional, la cual en un régimen republicano, representativo y democrático la expresa el pueblo a través del sufragio.

10. Fox no podrá informar hoy a los legisladores durante su sexto y último Informe de Gobierno al Congreso, como tampoco al pueblo, que el orden jurídico constitucional se ha roto por la pretensión atrabiliaria que han tenido Salinas y él en lo particular de querer colocar a un usurpador en la Presidencia. Y tampoco podrá referirse a la respuesta que el pueblo está empezando a darles a él y a todos los que pretenden dar ese verdadero golpe de Estado, cuyo único fin es defender los privilegios de unos cuantos grupos.

 
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