Usted está aquí: lunes 28 de agosto de 2006 Deportes Hoy, hace 59 años, murió Manolete

Hoy, hace 59 años, murió Manolete

LUMBRERA CHICO

Hoy, hace ya la friolera de 59 años, murió el Monstruo de Córdoba, el joven, pálido y hierático Manuel Rodríguez Manolete, a quien el pitón derecho del toro Islero, de la ganadería de Miura, le seccionó la femoral izquierda cuando él, a su vez, lo despachaba de un espectacular volapié en la plaza andaluza de Linares, el 28 de agosto de 1947, tragedia que andando el tiempo inspiraría aquellas coplas de Miguel Herrero que a la letra dicen: "Pero que no puede ser, con estos ojos lo he visto y no lo puedo creer. Lo he visto morir matando y lo he visto matar muriendo".

Con este aniversario se cierra la feria de efemérides luctuosas de agosto, que se inició el pasado día 11, cuando se conmemoró la desaparición física de Ignacio Sánchez Mejías, al que la parca se lo llevó en 1932, cuatro años antes que a Federico, el gran Federico García Lorca, fusilado muy cerca de Granada el 19 de agosto de 1936, en los albores de la Guerra Civil española, de cuyo deceso se acordaron el domingo pasado los memoriosos, aunque (es conveniente anotarlo) a ninguno le vino a los labios aquel poema en el que, fijado en el tiempo para siempre, Antonio Torres Heredia, "hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros".

Y referíase el gran Federico a una célebre corrida en la plaza de la Maestranza, donde esa tarde mítica lidiaba Sánchez Mejías, señorón entre los toreros, a quien García Lorca tuvo siempre por el mejor y con el que corrió aventuras, no sólo en Madrid y Sevilla, sino también en Buenos Aires y en Nueva York, donde ambos integraron un rumboso trío con la esplendorosa cantante de tangos y cuplés que era La Argentinita.

Algunos lectores, probable pero no seguramente, habrán evocado el pasado lunes en este espacio la agria personalidad y la honda sabiduría taurina de Manolo Martínez Ancira, quien por su difunta parte cumplió 30 años de inexistencia, luego de que un triple ataque cardiaco le impidera recibir un trasplante de hígado en una clínica estadunidense.

Cuesta admitir así que en un lapso de apenas 31 días, que son los que contiene el mes más caluroso del verano boreal, se entrecrucen las muertes de cuatro figuras señeras ligadas estrechamente a la fiesta brava y por eso también a la cultura popular mexicana, a pesar de que tres de ellas nacieron y brillaron en la península ibérica, y sólo una de las tres cautivó hasta el paroxismo a la afición de nuestro país, que guardó verdadero luto nacional cuando los teletipos de 1947 transmi
tieron desde las ruinas de la España

de la posguerra la noticia de la tragedia de Linares.

Pero el espectáculo debe continuar y ayer, desde la vieja Europa, las agencias informativas reportaron el nuevo triunfo del novillero mexicano Joselito Adame, que ahora cortó dos orejas y salió a hombros de la plaza de Carcassone, sur de Francia, sumando un eslabón más a su exitosa campaña de crecimiento y maduración en pos de la alternativa, para la cual todavía por fortuna no hay fecha ni mucho menos: le falta un largo camino por recorrer, dicen los que saben, por lo menos hasta el año entrante.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.