Usted está aquí: sábado 19 de agosto de 2006 Espectáculos La cueva de los sustos

Leonardo García Tsao

La cueva de los sustos

El cine de horror actual no parece beneficiarse del abigarramiento, según se pudo comprobar en el estéril barroquismo de Terror en Silent Hill, debido al rebuscado francés Christophe Gans. Por lo contrario, las mejores muestras recientes anuncian un regreso casi minimalista a las estructuras más sencillas. Aunque no podría situarse en ese género, tal vez ninguna otra película contemporánea ha provocado tanta ansiedad como Mar abierto, con su sola premisa de una pareja a la deriva en alta mar.

Similarmente funcional, El descenso ha llamado la atención de los cultistas del horror por su extrema eficacia. Estrenada de manera fugaz hace unos meses, recién ha salido el dvd, bajo la marca Quality, para quienes nos perdimos su exhibición en salas. (Por cierto, la película apenas se ha estrenado en Estados Unidos, con lo cual nuestra cartelera estuvo un paso adelante por rara ocasión.)

Segundo largometraje de Neil Marshall, El descenso abre con tres amigas venciendo unos rápidos en Escocia, como prueba de su arrojo y fuerza física. Dos años después, las mujeres se vuelven a reunir con otras tres compañeras en las montañas Apalaches, con el propósito de explorar una profunda cueva. Una de ellas, Sarah (Shauna MacDonald), ha sufrido una tragedia personal y la expedición supone una especie de terapia, organizada por Juno (Natalie Mendoza), quien siente culpa por haber abandonado a su amiga en los momentos difíciles.

Dado que Juno se propone hacer más emocionante la excursión -y tal vez complacer a su machorra amiga Holly (Sara Jane Noone)- ha escogido una caverna sin referencias. Atrapadas en grutas sin salida aparente, las seis exploradoras enfrentarán un peligro mucho peor: el ataque de una tribu de homínidos albinos y ciegos -algo así como los primos cabrones de Gollum-, cuya base alimenticia es la carne humana.

La estrategia de Marshall no podría ser más esquemática. Se trata de someter a sus personajes -y al espectador, de paso- a los temores primarios de la oscuridad, el aislamiento y, sobre todo, la sensación de encierro, para crear una virtual casa de los sustos, donde los monstruos acechan en cada tramo de sombra y paisaje inhóspito. En esencia, El descenso podría resumirse como la versión femenina de Amarga pesadilla cruzada con Aliens, sólo que aquí varias disputan la dimensión heroica de Ripley, la combativa astronauta patentada por Sigourney Weaver. (Una rareza en el género: los hombres desaparecen después de la secuencia de créditos.)

Si creen que es una fácil cuestión de obedecer una fórmula, compárese la película de Marshall con los pálidos resultados de La cueva, de Bruce Hunt, también del año pasado y con un argumento similar (las escasas diferencias consisten en que los espeleólogos son un grupo mixto de buzos, en grutas subacuáticas, y los mutantes de carácter reptiloide). Marshall sabe crear una atmósfera de tensión sicológica, basado en el trauma de Sarah, y sugerir con su desarrollo que el descenso titular no sólo es físico. Para sobrevivir, las mujeres deberán olvidar la noción de ser civilizadas y recurrir a sus instintos más salvajes. De hecho, la protagonista revelará su potencial depredador tras un literal bautizo de sangre.

Para los aficionados al gore, El descenso brinda múltiples escenas de yugulares desgarradas, huesos rotos y cráneos machacados. Sin embargo, su impacto radica más bien en la habilidad de Marshall para colocar la cámara justo donde provoca más angustia, y editar las acciones con efectos de sobresalto. Ese es el tipo de placeres elementales que antaño se recuperaban en las salas de segunda o los cineclubes. Ahora la pantalla televisiva es el sucedáneo inevitable.

(El dvd no incluye material adicional fuera de dos pistas sonoras, en las que el director y sus colaboradores hacen comentarios chistositos, poco ilustrativos.)

El descenso

(The descent)

D y G: Neil Marshall/ F. en C: Sam Curdy/ M: David Julyan/ Ed: John Harris/ I: Shauna MacDonald, Natalie Mendoza, Alex Reid, Saskia Mulder, Nora Jane Noone/ P: Celador Films, North Men Productions. G. Bretaña, 2005.

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