Usted está aquí: martes 8 de agosto de 2006 Opinión Maximalismo invencible

José Blanco

Maximalismo invencible

Mi artículo de la semana pasada terminaba así: "La concentración del domingo (30 de julio) puede servir para crear un mejor futuro para el vasto precarismo y la brutal exclusión social de este país, no para la decisión del tribunal". Hoy los hechos están, probablemente, consumados. Escribo antes de la concentración que AMLO convocó para el domingo 6 de agosto, pero su llamado no será sino a continuar estérilmente con la "resistencia".

La notable capacidad de convocatoria de AMLO parece haber sido desperdiciada. Su "capital político" ha sido alojado por el propio AMLO (y por supuesto, por el propio atraso político de las masas) en un tobogán por el que se deslizará a velocidad creciente hacia ningún lado, respecto de estos comicios.

Como esperaban muchos de los más experimentados conocedores del proceso electoral, no habría recuento voto por voto, casilla por casilla. En mi artículo anterior comentaba que "no sabemos si estos alegatos -los de la coalición-, que de formas distintas, a todos nos constan están adecuadamente documentados; si no es el caso, el tribunal seguramente se ceñirá con un criterio estricto (estrecho) de legalidad, y abrirá el recuento de los paquetes electorales con irregularidades que se sostienen con solidez jurídica". Hoy la coalición pide puerilmente al tribunal la suplencia de la queja ("el tribunal tiene amplias facultades para suplir lo que falte", dice AMLO). La legislación electoral, por supuesto, no es una ley tutelar de la izquierda. Debe dirimir entre intereses encontrados y, por tanto, no lo hará.

Quizá quien mejor ha explicado lo ocurrido desde el ángulo jurídico ha sido José Barragán, ex consejero electoral del IFE. "Aunque a lo largo del proceso electoral ocurrieron sucesos graves que pueden ser considerados 'delitos electorales', como la participación abierta del presidente Vicente Fox en la campaña panista, o la propaganda negativa de empresarios contra Andrés Manuel López Obrador, si en su momento los incidentes no fueron 'hechos valer jurídicamente' difícilmente se puede pensar en que los agravios puedan pesar ahora, cuando se calificará la elección presidencial", señala Barragán.

Subraya que se impugnaron muy pocas casillas, "por lo que existe constancia de que, en su momento, no se cuestionó el cómputo distrital, sino hasta después... y en su momento no se protestaron..." Agrega que el tribunal no puede actuar en aras de la certeza por su cuenta. "El tribunal es de ley, trabaja sobre principios jurídicos que están sujetos a normas. Si no hice valerlos en su momento, el tribunal no los toma en cuenta... El tribunal tiene la facultad, pero no se hará porque trabajaron mal los abogados de la coalición." Respecto de las actas presentadas por la coalición, en las cuales hay inconsistencias presentadas como pruebas supervenientes, Barragán dice: "Para efectos de cómputo el tiempo del cómputo ya pasó. No hay dos cómputos, sólo uno en la casilla. Si lo impugnas allí, puede llegar al tribunal, como ha pasado varias veces, pero en caso contrario no". Sostiene lo mismo para el caso de algunas de las irregularidades incorporadas para argumentar la nulidad por causal abstracta: "Es lo mismo que debió haber sucedido, por ejemplo, con la intervención de Fox. Presentar un recurso en su momento o, en el último de los casos, protestar en las casillas el día de la jornada electoral por esta causa". Sin duda, añade, en la precampaña y en la campaña hubo mucha injerencia de gobernantes, "la principal de ellas fue la del Presidente, porque permanentemente se le vio en campaña". Eso está estrictamente prohibido por la ley, pero si no se sujeta el procedimiento a las reglas procesales correspondientes en tiempo y forma todo alegato no jurídico es inservible.

Como siempre el principio de laicidad exige que los asuntos de cualesquier materias se sujeten a sus propias reglas: los problemas legales se resuelven mediante sus reglas, y los problemas políticos mediante las reglas de la política. Pero es el caso que la izquierda se ha pitorreado toda la vida del estado de derecho, y una y otra vez se ha tropezado con esta piedra. Ha sido víctima una vez más de este asunto elemental.

Es cierto, el derecho puede sujetarse a intereses poderosos, pero la izquierda no puede darse el lujo de, por tal razón, hacer caso omiso de la ley. Ha de cubrir puntualmente todos los frentes.

Ha dicho el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al referirse a las impugnaciones de la coalición: "como se precisa en cada proyecto se declaran 25 incidentes infundados, seis se declaran fundados y 143 se declaran fundados en parte". En estado de débil argumentación sólo 11 mil 849 paquetes electorales serán objeto de recuento.

Hasta hace una semana el PAN, por así decirlo, estaba contra las cuerdas y la coalición pudo llegar a un acuerdo de programa de gobierno favorable a los jodidos. Hoy perdió ya esta oportunidad. El maximalismo, como siempre, volvió a ganar y con ese triunfo la izquierda volvió a perder. El maximalismo ganó con el CGH y con el EZLN, y...

 
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