Usted está aquí: sábado 29 de julio de 2006 Mundo Asume Alan García la presidencia de Perú; anuncia plan de austeridad

Propone acuerdo latinoamericano que supla el "caduco" Consenso de Washington

Asume Alan García la presidencia de Perú; anuncia plan de austeridad

Estafa, el discurso del nuevo mandatario, por no plantear revisión del TLC con EU: Humala

AFP, DPA Y REUTERS

Ampliar la imagen Alan García llega al palacio de gobierno de Perú acompañado por su hijo, tras recibir la banda presidencial Foto: Ap

Lima, 28 de julio. El socialdemócrata Alan García asumió hoy la presidencia de Perú y anunció un drástico plan de austeridad, así como obras de infraestructura para reducir la pobreza y evitar una "catástrofe social". En el mismo tono, instó a América Latina a acelerar la integración para enfrentar el esquema de globalización que fomenta "la desigualdad y la exclusión social".

García, quien gobernará los próximos cinco años -el periodo 2006-2011- tras un primer mandato desastroso entre 1985 y 90, puntualizó: "es preferible conceder algo más en vez de correr el riesgo de perderlo todo por la conmoción social".

Abundó: "o ganan los pobres o lo perdemos todo en medio de esa conmoción", y advirtió que la pobreza puede llevar al "peligro del caos y el desorden", durante su discurso tras recibir la banda presidencial de la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas.

García, quien remplazó a un impopular Alejandro Toledo, prometió en su campaña reducir la pobreza, que afecta a 48 por ciento de los casi 28 millones de peruanos, sin dañar las finanzas públicas y manteniendo el crecimiento económico que atrae inversiones externas.

En ese contexto, ante la presencia de nueve presidentes latinoamericanos, el heredero del trono español -el príncipe Felipe de Borbón-, y delegaciones de Estados Unidos, Europa y Asia, aseveró que proclamaba como objetivo principal de su gobierno la mayor austeridad que, afirmó, llegará a todos los rincones del Estado y hasta el Congreso, donde los legisladores deberán reducirse los sueldos. Anunció que rebajará su salario a unos 5 mil 100 dólares, de 13 mil que recibía su antecesor.

García, de 57 años y líder de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), el partido más antiguo de Perú, delineó que seguirá el ejemplo de desarrollo de Chile, que consideró tiene una de las economías más sólidas de la región. "Si Chile puede lograr su éxito económico, nosotros por qué no", subrayó.

Llamó a los gobiernos de la región a crear las bases de "un consenso latinoamericano", que remplace "al caduco Consenso de Washington". Apuntó que "este nuevo mundo requiere de grandes bloques que nos permitan defender a los pueblos del avance del proceso de globalización, porque la globalización sin la respuesta de la integración conduce a la desigualdad, el desempleo y la exclusión".

Ante los presidentes de Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá y Paraguay, resaltó que la meta de su gobierno será trabajar por la integración latinoamericana, la unión sudamericana y la consolidación de la Comunidad Andina de Naciones. Abogó por la conformación del mercado común sudamericano.

García, después de tomar juramento a sus 16 ministros, afirmó que será firme en la lucha contra el narcotráfico y a favor de procesos de extradición de los mafiosos. Asimismo, pidió a los empresarios mineros contribuir para superar "la catastrófica situación" en que viven 13 millones de pobres, y demandó a las empresas de gas renegociar los contratos para reducir el precio de los hidrocarburos.

A su vez, el presidente boliviano, Evo Morales, pidió a García y al pueblo peruano apoyar a los bolivianos para recuperar el acceso al mar que perdieron ante Chile.

Después Morales se reunió con el ex candidato presidencial Ollanta Humala, quien a su vez calificó como una "estafa" el discurso de García, por no hablar de una revisión del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos ni del regreso a la Constitución de 1979.

El eventual regreso de Chile a la Comunidad Andina de Naciones fue uno de los temas que dominó las conversaciones entre los jefes de Estado de la región que asistieron a la ceremonia. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, dijo que su gobierno tiene "buena voluntad y disposición" para volver al organismo, del que se separó en 1976.

En medio de la notable ausencia de los mandatarios de Venezuela y Argentina, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, defendió una alianza comercial "agresiva" con Perú para fomentar el crecimiento económico y el desarrollo social de ambos países.

 
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