Usted está aquí: jueves 27 de julio de 2006 Mundo Fracasa conferencia de Roma sobre Líbano; no se llamó a cese el fuego

Francia, contrario al envío de fuerza de la OTAN

Fracasa conferencia de Roma sobre Líbano; no se llamó a cese el fuego

DPA, AFP Y REUTERS

Roma, 26 de julio. La Conferencia Internacional sobre Líbano en Roma concluyó hoy con el compromiso de trabajar "urgentemente" para lograr el alto del fuego y la petición del envío de una fuerza internacional a la zona bajo mandato de la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero con la percepción de un fracaso al no lograrse en lo inmediato consenso para detener la escalada de violencia en el bombardeado país árabe.

Esta percepción se hizo palpable porque la reunión contó con la asistencia de ministros y representantes de una veintena de países y organismos internacionales, pero destacó la notable ausencia de los principales implicados en el conflicto bélico, como son Israel y la milicia chiíta libanesa Hezbollah, además de que tampoco estuvieron representantes de Siria e Irán.

En la declaración final se pidió un alto del fuego "duradero y persistente", así como el envío lo más pronto posible de tropas internacionales bajo mandato de la ONU, punto en el que también quedaron de manifiesto las divergencias ya no quedó claro qué países enviarían a alrededor de 30 mil soldados que se necesitan.

La secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, se opuso a un pedido de alto del fuego inmediato. A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Phillipe Douste-Blazy, lamentó la declaración con términos vagos al llamar a trabajar urgentemente y no en lo inmediato.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, reiteró su pedido de un "alto del fuego inmediato", definió la situación en la región de "terrible y peligrosa" y llamó tanto a Hezbollah como a Israel a detener los ataques, bombardeos, bloqueos y operaciones terrestres, y se inclinó por que Líbano tenga el control de su frontera.

Esta parte quedó establecida en el texto de la declaración final, pero se hace énfasis en el desarme de Hezbollah, y se convoca a una conferencia de donantes para una nueva reconstrucción de Líbano. Annan pidió además la inclusión de Siria e Irán en próximas negociaciones.

El primer ministro libanés, Fuad Siniora, reconoció que ha habido algunos progresos, pero se declaró abatido ante lo que consideró como fracaso de la reunión, que duró escasas cuatro horas.

Subrayó que entre más se demore el cese del fuego habrá más muertos, y acusó a Israel del estancamiento y de los destrozos que está provocando a su país. También pidió un intercambio de prisioneros entre Israel y Líbano bajo el auspicio del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Al término de la reunión, Rice instó a Irán y Siria a cambiar sus políticas en Medio Oriente, e incluso acusó a este último país de ser uno de los responsables de la actual violencia en la zona.

Sostuvo que Damasco debe adecuarse a la resolución 1559 de la ONU que le impone no injerencia en Beirut. También citó a Arabia Saudita y Jordania entre los países que pueden jugar un rol importante.

La Casa Blanca se mostró satisfecha de la reunión de Roma y negó que el pedido de un alto del fuego con carácter de urgente y no inmediato fuera un fracaso.

Pero sin mencionar los intensos bombardeos de Israel contra Líbano, centró su crítica en Hezbollah, al afirmar que ese grupo "comenzó" las acciones, en alusión a que la milicia chiíta cruzó la línea fronteriza y tras secuestrar a dos soldados israelíes exigió la liberación de los presos de Tel Aviv, el pasado 12 de julio.

Siria se declaró en disposición de cooperar en la búsqueda de una solución a la crisis de Líbano en caso de un cese del fuego y un intercambio de prisioneros.

A su vez, Irán atribuyó a la política de apoyo de Estados Unidos a Israel el "fracaso" de la conferencia de Roma, y dijo que mientras se mantenga esa estrategia no habrá seguridad ni paz justa y duradera en la convulsiva región.

En tanto, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jaap Hopo Scheffer, no descartó un papel de la alianza como una fuerza internacional de paz para Líbano.

Sin embargo, el presidente de Francia, Jacques Chirac, se manifestó en contra de la intervención de la OTAN, pues ésta es una fuerza percibida como brazo armado de Occidente.

La Unión Europea convocó para el primero de agosto a una reunión de sus ministros de Relaciones Exteriores para tratar la situación en Medio Oriente, mientras la FAO advirtió que Líbano, que importa 90 por ciento de sus cereales, está sumiéndose en una "crisis alimentaria grave" por la guerra impuesta por Israel.

 
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