Usted está aquí: jueves 13 de julio de 2006 Opinión Expectativas

Orlando Delgado Selley

Expectativas

El resultado esperado para el 3 de julio no se dio. Once días después seguimos aguardando que haya presidente electo. Lo que era una formalidad, la declaratoria del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), se ha convertido en el verdadero veredicto. Hace falta saber si se cuenta voto por voto, lo cual convendría a la nación entera, y conocer el resultado final e inapelable. Las diferentes expectativas ciertamente no se cumplieron. Del lado panista esperaban ganar apretadamente, pero no tanto, con una ventaja de dos puntos porcentuales. Los perredistas pensaban obtener una diferencia mayor, fundada en ganar Coahuila, lo que hubiera empatado el resultado, y que la distancia en las entidades panistas más fuertes no resultara tan grande.

Otras expectativas tampoco se han cumplido. Luego de dos años recesivos, el gobierno foxista esperaba que la expansión mundial permitiera un crecimiento importante de nuestra economía. No ha ocurrido. Por el contrario, aunque en el trienio 2003-05 la economía mundial ha tenido crecimientos del producto de 4.6 por ciento anual y la economía estadunidense, a la que estamos fuertemente ligados, de 3.1 anual, la mexicana no ha podido superar en esos tres años los tres puntos porcentuales promedio.

Además de este contexto favorable, los precios del crudo han tenido incrementos extraordinarios: en 2003 aumentaron 15.8 por ciento en dólares corrientes, en 2004 lo hicieron 30.7 y en 2005 el precio mejoró 41.3 por ciento. Esto significa que en tres años el precio se incrementó 113.9 por ciento. Ello implicó ingresos anuales por nuestras exportaciones petroleras de 18 mil 602, 23 mil 667 y 31 mil 894 millones de dólares, respectivamente. A esta enorme masa de recursos, que no se habían previsto, hubo que agregar que tampoco esperábamos que las remesas de los mexicanos en el extranjero llegasen a montos tan elevados: en los mismos años fueron de 13 mil 266 millones de dólares, de 16 mil 613 y de 20 mil 035.

El buen desempeño de la economía mundial, con sus evidentes consecuencias en el comercio internacional y los ingresos extraordinarios de divisas, sin embargo, no sirvieron para desatar un proceso virtuoso que expandiera a tasas aceleradas nuestra economía y que generaran los millones de empleos que Fox ofreció en su campaña. Por el contrario, el magro crecimiento sólo logró crear cerca de 900 mil empleos que, por lo demás, se generaron en los últimos meses. Así que las expectativas del gobierno que sacó al PRI de Los Pinos tampoco se cumplieron.

Es cierto que la inflación se ha mantenido en niveles controlados, que las finanzas públicas han tenido déficit menores a un punto del producto, que la deuda pública externa se ha reducido, aunque ha aumentado la pública interna, pero es innegable que no hemos alcanzado las expectativas que habíamos construido para los primeros años del nuevo siglo.

En el mundo se espera que 2006 y el año siguiente sean buenos. Según el World Economic Outlook del Fondo Monetario Internacional, publicado en abril pasado, la economía mundial crecerá 4.3 por ciento cada año, los países desarrollados lo harán 2.5 y 2.7, en tanto que los emergentes y en desarrollo lo harán en 6.4 y 6.1. En ambos grupos de naciones es muy significativo el crecimiento esperado para China e India que, respectivamente, crecerían 9 y 8.2 y 7.1 y 6.3, ya que son los que empujan la economía mundial. Se trata de una etapa expansiva en la que los precios crecerán a ritmos adecuados: 2.2 y 2.0 en los países desarrollados y 5.9 y 5.7 en los emergentes y en desarrollo. Los datos para México, 3.0 y 3.5 por ciento de crecimiento del producto, muestran que ese organismo internacional piensa que estaremos por debajo de la economía mundial y de los países en desarrollo, lo que evidentemente da cuenta de un creciente rezago frente a nuestros más importantes competidores.

La contienda electoral aún no zanjada, pero en la que la decisión de los electores ya ha sido hecha, ¿que expectativas nos plantea para los años próximos? Si Calderón triunfa ha indicado que se propondrá formar un gobierno de coalición. Los integrantes de este gobierno serán todos los partidos, menos el PRD, de modo que la coalición gobernante no incorporará lo que representa esa opción política. De ganar López Obrador, el gobierno que formaría carecería del respaldo parlamentario indispensable para llevar a cabo el proyecto de nación que ha planteado. En consecuencia, aunque haya un entorno mundial claramente favorable, en México las expectativas no resultan halagüeñas.

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