Usted está aquí: martes 11 de julio de 2006 Economía Pide el Banco Mundial a EU más recortes de subsidios al agro

Wolfowitz envió una carta a los líderes del G-8 para que destraben negociaciones

Pide el Banco Mundial a EU más recortes de subsidios al agro

En la próxima cumbre en Rusia se puede impulsar el éxito de la Ronda de Doha, dice

Brasil buscará un compromiso en la reunión, pero los europeos no creen que sea el foro adecuado

REUTERS Y AFP

Francfort, 10 de julio. El presidente del Banco Mundial (BM), Paul Wolfowitz, instó este lunes a que Estados Unidos supere el estancamiento en las negociaciones comerciales internacionales.

Wolfowitz pidió a Estados Unidos que se comprometa a mayores recortes de los subsidios agrícolas domésticos en la cumbre del Grupo de los Ocho países más industrializados (G-8), prevista para el próximo fin de semana.

La reunión de líderes de Estados Unidos, Canadá, Rusia, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia tendrá lugar en San Petersburgo, Rusia.

Este encuentro ocurrirá semanas después de que los ministros de Comercio no lograran resolver las diferencias sobre bienes agrícolas e industriales que, junto con los servicios, componen los tres pilares de las conversaciones.

En una carta a cada uno de los líderes del G-8, y de Brasil, China, India, México y Sudáfrica, antes del encuentro del 15 al 17 de julio, Wolfowitz dijo que la cumbre era una oportunidad para ofrecer ''el impulso esencial para el éxito'' de la ronda comercial de Doha.

''Aquí hay un trato de tres vías'', escribió Wolfowitz en la carta que hizo pública el Banco Mundial. ''El G-20 quiere mayores recortes en los subsidios agrícolas de Estados Unidos antes de aceptar los recortes requeridos en bienes industriales. Washington puede destrabar esto dando un paso adelante con una oferta mejor. Si esto ocurre, la UE al mismo tiempo propondrá a ambos una oferta reforzada'', indicó.

Wolfowitz se apartará de una gira por Africa que empieza el lunes para participar en la cumbre del G-8, como parte de una iniciativa de los jefes de las instituciones globales para salvar la Ronda de Doha.

Recientemente, él dijo que Estados Unidos debería disminuir sus subsidios agrícolas a un punto ''donde realmente empiece a afectar'', a fin de ayudar a rescatar las conversaciones.

''Como se acaba el tiempo, nuestro esfuerzo colectivo puede hacer la diferencia'', reflexiona Wolfowitz en las cartas enviadas a los jefes de Estado el viernes.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, cuyo país lidera el Grupo de los 20 en las negociaciones de la Ronda de Doha, llegará a la cumbre del G-8 con el objetivo de arrancar de los líderes de las grandes potencias un debate que permita desbloquear las conversaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

''Estamos viviendo momentos decisivos'' para las negociaciones, y por eso ''Lula ha señalado que la implicación de los líderes (jefes de Estado) es esencial'', afirmó el ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim.

Brasil estima que los ministros y técnicos implicados en la negociación llegaron al límite de su capacidad, y por eso reclama un impulso y un compromiso a nivel de jefes de Estado. La oportunidad sería la cumbre del G-8, porque reúne a grandes potencias y a países en desarrollo.

Representantes de Brasil, China, India, México y Sudáfrica, cuyos jefes de Estado fueron invitados a la cumbre del G-8, se reunieron la pasada semana en Brasilia para coordinar posiciones.

Sin embargo, el jefe negociador europeo, Peter Mandelson, y el propio Lamy, se mostraron reacios a la iniciativa brasileña, por considerar que la cumbre del G-8 no es el foro indicado para discutir este tema.

El presidente estadunidense, George W. Bush, indicó el viernes que tiene previsto hablar de las negociaciones de la OMC durante la cumbre.

La semana pasada, las seis potencias comerciales (Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, India, Australia y Japón) fracasaron en Ginebra en los intentos para progresar en las discusiones comerciales y pidieron a Pascal Lamy, el jefe de la OMC, que negocie un acuerdo antes del plazo de fin de año.

La ronda de desarrollo de Doha, que comenzó hace casi cinco años, busca un acuerdo comercial que acelere el crecimiento económico global y reduzca la pobreza.

Las naciones más pobres desde hace tiempo insisten que los países más ricos deben abrir sus mercados agrícolas, antes de que ellas abran sus mercados industriales y de servicios.

 
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