Usted está aquí: miércoles 5 de julio de 2006 Política La danza de cifras en el IFE sigue atizando la hoguera especulativa

Las aclaraciones sobre el "archivo de inconsistencias", peor remedio que el mal de la duda

La danza de cifras en el IFE sigue atizando la hoguera especulativa

ARTURO CANO

Los votos son en favor del PRI. Con letra dice que son "cincuenta", con número que 150. Hay otros para el PAN. La cantidad en número es ilegible, pero con letra se lee: "ciento ochenta y cuatro". Ambos datos provienen de copias de boletas y corresponden a un comunicado oficial del Instituto Federal Electoral (IFE), documento en el cual se explican las causales para que un acta de escrutinio vaya a dar al "archivo de inconsistencias", un archivo que, revela el mismo organismo, no tiene los 3 millones de votos aludidos por Andrés Manuel López Obrador, sino apenas 2 millones 581 mil 626.

Para despejar dudas y evitar suspicacias, el IFE informa al país de quién son los votos hasta ahora ocultos -que no perdidos, como dijo López Obrador. Y dice que el reparto fue así: Felipe Calderón, 743 mil 795; Roberto Madrazo, 809 mil 3, y López Obrador, 888 mil 971.

¿Cómo se obtuvieron esas cifras si el propio IFE informa que hubo actas en que no se sabía si eran 50 o 150 votos? René Miranda, coordinador de la unidad de servicios de informática del instituto, dice que cuando hay cantidades contradictorias se opta "por la que está escrita con letra".

-¿Y cuando hay una cifra tachada y otra sobrepuesta? -se le pregunta.

-Se toma la sobrepuesta, no la tachada.

Poco antes de este intercambio, Miranda da una larga explicación sobre el funcionamiento del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Menciona, entre muchas otras cosas, que si se sumaran las cifras del "archivo de inconsistencias" correspondientes a cada candidato igual seguiría adelante quien está adelante, aunque la diferencia se reduciría a .6 por ciento. ¡La exactitud del conteo rápido!, ese "instrumento legal" para decir que había una tendencia favorable a algún candidato, según dice por la mañana el consejero presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde. Pero, bueno, el conteo "no permitió dar conclusiones", y el PREP sólo "es informativo".

Y nunca tuvo, ni en el "archivo de inconsistencias", unos 850 mil votos, los emitidos en regiones remotas del país.

Saque cuentas el lector. Si sumamos los votos "inconsistentes" a los arrojados por el último corte del PREP (martes, ocho de la noche), tendríamos que la diferencia entre los punteros se reduciría a 257 mil 532 sufragios. Y aquí todavía haría falta contar el 1.55 por ciento de casillas que no llegó a tiempo al PREP.

¿No requieren la "legalidad y transparencia" que inspiran al IFE quitar toda la paja?

López Obrador siembra la sospecha el martes. El consejero presidente Ugalde le responde por la noche en televisión, pero los técnicos lo hacen más de 24 horas después y sólo entonces sabemos que cuando hay dudas siempre se toma la cifra "escrita con letra".

Desde el lunes, el IFE insiste también en que el PREP no da ganadores. Eso dicen hasta el cansancio los consejeros. De acuerdo. ¿Pero el PREP sí da perdedores? Montados en sus datos, y en la estrecha distancia ahí expresada, el PAN exige al instituto electoral que proclame vencedor a su candidato.

El PREP no da ganadores, insisten los consejeros. Pero los medios han dado vuelo, obligadamente aquí y en todo el mundo, al dato de la "ligera ventaja" de Calderón sobre López Obrador.

Ahora nos enteramos, aunque en el IFE dicen que nunca fue un secreto, que no todos los números contenidos en las actas recibidas o "procesadas" -como se dice en la página electrónica del PREP- están en la suma final.

La razón, explican consejeros, es que "así se ha hecho" en los ejercicios anteriores: cuando un acta presenta "inconsistencias", se suma al total de "procesadas", pero se "reserva" y los votos no se suman. Y esta vez se hizo, insisten, con el acuerdo de los partidos políticos.

Los consejeros y otros funcionarios del IFE insisten a lo largo del día en los motivos para que miles de actas no hayan sido capturadas. La razón más repetida es que en lugar de poner un "0" dejaron en blanco el espacio o anotaron otro signo. Por ejemplo, en la casilla 2642B de Mazatlán, Sinaloa, los funcionarios de casilla dejaron en blanco los espacios correspondientes a los votos de Patricia Mercado y Roberto Campa, pues nadie votó por ellos (López Obrador tuvo 40 en ese lugar y Calderón 38).

Lo curioso es que nadie, salvo los muy enterados, sabía de esa situación. Desde el lunes, el IFE repartió entre los medios un "kit de comunicación" de 50 páginas sobre el tema, que explica detalladamente muchos aspectos del PREP. Pero en ninguna parte se menciona nada sobre los datos que no se capturaron ni sobre el "archivo de inconsistencias".

Es más, en la primera página se asienta: "El PREP es un mecanismo para difundir, de manera inmediata (...) los resultados de las elecciones contando los votos de todas y cada una de las más de 130 mil casillas del país".

Sabemos ya que no son todas ni cada una. El PREP, a su cierre, "procesó" 128 mil 771 actas de la elección presidencial, pero los datos de la votación en 11 mil 184 de ellas no se sumaron al resultado final del PREP.

Con todo y que son actas "inconsistentes", el IFE entrega los números, que no hacen sino poner a hacer sumas a los reporteros y echarle leña a la hoguera de la especulación.

Sumado el "archivo de inconsistencias" la diferencia se reduciría a .6, dice el IFE. Pero durante dos días el punto de diferencia ha sido clave para que el PAN se dedique a "fijar" en la opinión pública la idea de su triunfo.

En este escenario llegamos al conteo físico de las actas, que arranca este miércoles en los 300 distritos del país.

La víspera, la coalición Por el Bien de Todos abre fuego contra el IFE: lo acusa de manipular el PREP y le exige no oponerse a la apertura de los paquetes y al recuento de votos.

Los consejeros del instituto acusan recibo del golpe. "Es momento de dar un manotazo", suelta un funcionario, apenas entra a la oficina de un consejero.

El manotazo es colectivo. Al caer la noche, los nueve consejeros -tres mujeres, seis hombres- se presentan ante los medios. Poco antes, la consejera Lourdes López diría que no se trata de dar una "imagen de unidad", sino de mostrar que "con nuestras diferencias sólo nos queda cuidar que se respete la decisión de los ciudadanos".

Ugalde lee un mensaje y no admite preguntas. El manotazo es para la coalición Por el Bien de Todos en relación con el PREP, y para dar un rotundo no al conteo de voto por voto.

Poco más tarde llegan los perredistas a hacer la petición formal. El ex gobernador Ricardo Monreal sabe ya que Ugalde acaba de rechazar de modo "enérgico" su petición: "Ese es su problema; nuestra petición va a ser indeclinable".

Hoy arranca el conteo en los distritales. Otro capítulo de la historia. Olvidado en la sala de prensa queda un documento que reza: "El PREP no es un gasto, la utilidad que proporciona al país es invaluable, ya que la tranquilidad de 105 millones de mexicanos no debe ser medida en términos monetarios". Pues sí, pero ahora ni a los consejeros tranquilizó.

 
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